Reencuentro

Capitulo 11

Estaba al tanto que las mentiras tenían una fecha de caducidad imposible de cambiar; pero jamás creyo ser descubierto tan fácilmente; no después de trabajar arduamente en ocultar todo lo relacionado con lo ocurrido aquellos días, donde solo buscaba proteger a su hermano de volver a sufrir a manos de Morinaga nuevamente.

Pero a pesar de haber sido descubierto, no se arrepentía de lo que había hecho en el pasado; después de todo hizo lo correcto y tampoco iba simplemente a ceder sin resistirse; Tomoe ya había pensado en mil maneras de salirse bien librado de la situación que el mismo provocó; no quería ni imaginarse la cara de decepción que pondría su hermano si llegaba a enterarse de lo que hizo.

Todo su martirio empezó; cuando inesperadamente Morinaga le reveló, que estaba al tanto de todo sucedido ese año cuando recién se había separado de su hermano. Saberlo lo dejo tan conmocionado que estaba al borde de la ansiedad; se esmero tanto en esconder el secreto pero de todos modos fue inevitable que se supiera. Casi podía adivinar lo que pasaría después; Morinaga no se quedaría de brazos cruzados; le había obsequiado la excusa perfecta para poner las cosas a su favor y cabía una pequeña posibilidad de que eso, fuera suficiente para lograr la reconciliación que tanto se propuso evitar; no quería dejar que la amistad entre ambos floreciera nuevamente y mucho menos usarán su error de forma tan baja.

Si se ponía a pensar, su rivalidad con Morinaga comenzó hace unos años; cuando al ver tan deprimido a su hermano lo convenció de hablar de aquello que lo aquejaba. Estuvo dispuesto a escuchar atentamente todo lo que tuviera para decirle, creyo sin pensarlo mucho que sería una pequeña charla entre hermanos sobre un tema sin importancia.

Que equivocado estaba, aquello se transformo en una situación demasiado delicada; algo que jamás se espero enfrentar. No fue para nada sencillo oirlo describir lo ocurrido aquella noche donde habia dado por terminada su relación de amistad con su Kohai; más aun saber que fue tomado sin su completo consentimiento, esa fue la gota que derramó el vaso llenado su corazón de tanta ira y tristeza que le fue demasiado difícil de soportar. Conforme pasaba el tiempo un gran enojo se apoderó de él, llenando cada fibra de su ser. La desepcion tras enterarse de lo ocurrido fue dolorosa, por siempre considerar a Morinaga alguien intachable, incapaz de hacer algo indebido. Por esta razón en muchas ocasiones cuando era testigo de como sufria siendo la víctima del violento temperamento de Souichi, intervenía para que dejara de molestarlo. Cada discusión o problema creía; era culpa de su impaciente hermano mayor, nunca le dio ningun voto de confianza solo creyó ciegamente en la persona que decía llamarse su mejor amigo; parecía sincero pero estaba lejos a lo que era en realidad y cuando abrió los ojos estaba tan enfadado consigo mismo; por haber creído en semejante mentira.

En aquel entonces, debido a los momentos difíciles por los que pasaba Souichi, decidió quedarse a cuidarlo; con rapidez pasaban las semanas y era evidente lo afectado que se encontraba aunque intentará ocultarlo. Todo el tiempo se la pasaba pensativo y en ocasiones estaba tan triste que lo escuchaba llorar en voz baja en la soledad de su habitación. Su estado de animo empeoraba día con día, llego hasta el punto de casi no comer; parecía estar ahogándose en tantos sentimientos encontrados que no lograba decifrar. Intento muchas veces hacerlo hablar pero fue inútil; Souichi solo ponía excusas ridículas para no abordar la razón de su comportamiento; al presenciar su negativa Tomoe se llenaba de impotencia al no poder serle de ninguna ayuda a pesar del empeño que ponía todos los días.

No obstante algo inesperado sucedió cuando de la nada Souichi dio una mejoría importante y la razón fue la más inesperada que pudo imaginar. El responsable de tal cambio fue Isogai, el mejor amigo de su esposo; con su típica actitud introvertida comenzaron una extraña amistad que consistía en constantes peleas o pequeñas confrontaciónes entre ellos. Molestaba a su hermano sin cesar; curiosamente esto lejos de desagradarle al rubio, en ocasiones le seguía la corriente e incluso parecía buscarlo cada vez que llegaba de visita a su casa.