Cap 24

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Zee: mi amor, donde estás?





— al llegar a la habitación encuentra a new
Llorando mientras vé la primera ecografía
Del bebé ratón.

Zee lo levantó del suelo y lo acostó en la
Cama.







New: porque tuvo que pasar esto! Porque....




• zee le secaba las lágrimas que derramaba
De sus ojitos.







Zee: mi amor hay que ser fuertes aunque
Duela. Yo sé que es difícil pero estaré a tu
Lado y no te soltaré.






New: todo es mi culpa zee.






Zee: Nadie tiene la culpa mi vida.
Nuestro bebé nos estará cuidando de
donde esté.
Ahora quiero que me sonrías, porque te
Llevaré a un lugar que te encantará y tendremos momentos muy lindos juntos.




     🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍




— al llegar al lugar, new se sentía mejor. El sonido del mar lo tranquilizaba.




• Estuvieron un buen rato disfrutando del Contacto físico

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• Estuvieron un buen rato disfrutando del
Contacto físico.

New de a poco iba cambiando el color de sus
Orejitas, ya que en los días difíciles las escondía.







ZEE:
Me coloqué a sus pies y él estiró dos dedos
en mi dirección. Sabía lo que tenía que hacer.
Con la punta de la lengua los lamí y los acaricié. me costó tragarlos hasta el fondo, pero lo hice.

cambiando entre ritmos suaves y ritmos lentos, sin dejar de mirarlo. Él los apartó y yo mantuve abierta la boca, con la lengua afuera, señal de que mi cuerpo y mi boca eran suyos.

Todavía a cuatro patas y con las rodillas en la arena puse mi nariz entre sus pies y aspiré el aroma. El olor me embriagó.


con los ojos cerrados, tratando de captar hasta el último de los matices de su olor y de su sabor. No sé cuánto tiempo estuve pero debió ser bastante porque para cuando quise abrir los ojos, sus pies brillaban con mi saliva. Con un poco de vergüenza levanté la cabeza y me devolvió una sonrisa pícara.


Se levantó y yo aproveché para incorporarme. Me dolían las rodillas de haber estado tanto tiempo a cuatro patas.

Su pene estaba a la altura de mi cara.
con delicadeza levanté sus huevos e introduje la nariz debajo de ellos, aspirando su aroma.

Aquella parte estaba sudadísima y el olor era penetrante.


Al cabo de unos instantes, se puso muy ansioso y me agarró la cabeza y me esforcé para abrir la boca al máximo, relajando la lengua.

"Pasión en la isla" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora