Todas las pocas personas que se encontraban fuera de sus casas esa noche, saludaban a Christopher cordialmente, el respondía de la misma forma aunque no tan interesado.Hace tiempo, en una de sus búsquedas tratando de encontrar al tesoro de Altanasia, llegó a esta isla especialmente a ese pueblo..el pueblo estaba sometido por unas criaturas mágicas con las que acabo Chris porque lo amenazaron, Christopher los destruyó a todos en cuestión de segundos porque no les daban paso a ese pueblo y los habitantes que se encontraban en un régimen lo agradecieron tanto que cada que Chris va a ahí le regalan comida entre otras cosas, lo ven como un libertador. A pesar de que Chris a visitado la isla unas tres veces, bueno. Muy pocas veces en dos años...
Que curiosos que esa isla fue la más cercana cuando hubo el accidente con el barco.
Hyunjin veía como todos los veían, como todos saludaban a Christopher y simplemente no dijo nada.
—¿Quien es ese niño lindo que va con el señor?—pregunto una señora—van tomados de la mano, creen que sea otro de sus camaradas.
—Realmente no lo sé, no lo había visto antes junto a él señor..pero si esta con el señor, entonces esta bien.
—Tienes razón, preparemos algo.
—Vamos.
«HWANG HYUNJIN»
—Esto..es...
Christopher camino un poco y subió dos escalones mientras abría la puerta.
Había una cabaña un poco alejada de la gente del pueblo, era pequeña pero la casa más hermosa del lugar, a mi parecer. Tenía una vista muy sutil he increíble...
—Entra...
Más preguntas aparecieron en mi mente y se extendían cada vez más..
«¿Por qué tratan de esa forma a Christopher si es un bandido?»
«¿Por qué no le temen y por qué él se comportó de forma amable?»
Nunca lo había visto actuar de esa forma, aunque no es que sepa mucho de él.. Solo se pocas cosas, y si es así, seguro hay una razón que justifica el que sea un bandido y haya cometido actos... actos a los cuales no puedo encontrarle un termino...
Supongo que habrá tiempo de saberlo todo...
Entré, había una mesa con tres sillas, y un pequeño mueble en una esquina, una lámpara poco luminosa pero cálida en el techo que alumbraba el lugar, una estufa más al frente y pocos cubiertos y platos sobre una alacena.
Las paredes eran de un color beige y el suelo era de madera oscura.
Habían tres puertas..
—Aqui nos quedaremos hasta que vengan los imbéciles con un barco nuevo.
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𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝐿𝑎𝑠 𝐸𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠.
FanfictionLos rumores y cuentos del mundo susurran que lo único que se sabe de Hwang Hyunjin, aparte de su nombre, es que es un príncipe de alto prestigio de una tierra lejana y hermosa. Sin embargo, en sus 23 años, nunca logró poseer magia, un secreto guarda...