Habían pasado cuatro días, ya sarparon al reino del Mal. Se encontraban en el barco de Seungmin. El Tormeta siguiéndolos de cerca.
En la cubierta del barco, Hyunjin se apoyaba en la barandilla, observando el vasto océano que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. El sonido de las olas rompiendo contra el casco del barco era un suave susurro que acompañaba sus pensamientos. Lentamente, levantó la mirada hacia el cielo nocturno, donde miles de estrellas brillaban con una intensidad casi mágica. La brisa marina acariciaba su rostro, y el aroma salado del mar llenaba el aire.
Christopher se acercó sigilosamente por detrás, con una sonrisa juguetona en el rostro. Sus pasos eran ligeros, casi inaudibles sobre la madera de la cubierta.
—¿Por qué te gustan tanto las estrellas, Hyunjin? ¿Por qué las miras así?
Hyunjin sonrió, sin apartar la vista del cielo. Sus ojos reflejaban la luz de las estrellas, llenos de una calma profunda.
—Contarlas me saca de la realidad y me calma. Es como si cada estrella fuera un pequeño refugio.
Christopher soltó una risa suave, encontrando la respuesta encantadora y un poco peculiar.
—Eres un poco extraño, ¿sabes? Pero sí, las estrellas son realmente lindas.
Hyunjin giró ligeramente la cabeza para mirarlo, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y nostalgia. La luna iluminaba su rostro, dándole un aire etéreo.
—Cada estrella que cuento es un momento que hemos pasado juntos. Y las que aún no he contado son los momentos que nos esperan.
Señaló una estrella brillante en una constelación cercana, su dedo trazando un camino invisible en el cielo.
—Esa primera estrella de esa constelación... es el momento en que nos miramos por primera vez.
Christopher se rió de nuevo, esta vez con una ternura evidente en su voz. Se acercó más, apoyando una mano en el hombro de Hyunjin, sintiendo la calidez de su piel a través de la tela de su camisa.
—Eso es gracioso y lindo. ¿De dónde aprendiste sobre constelaciones?
Hyunjin se encogió de hombros, con una sonrisa tímida que iluminaba su rostro.
—Lo vi en un libro. Siempre me ha fascinado cómo las estrellas pueden contar historias.
Christopher se quedó en silencio por un momento, contemplando las palabras de Hyunjin. Luego, con un gesto suave, lo atrajo hacia sí, abrazándolo mientras ambos miraban el cielo estrellado.
—Me gusta la idea de que las estrellas cuenten nuestra historia.
—Si, mientras ellas cuentan nuestra historia, nosotros las contamos a ella, recordando cada momento.
Christopher dejo un beso en la mejilla de Hyunjin.
—Entonces—señalo una estrella—. Ese momento es este.
Hyunjin soltó una risa y asintió.
—Me gusta estar aquí contigo, contando las estrellas.
Hyunjin apoyó la cabeza en el hombro de Christopher, sintiendo el latido constante de su corazón. Juntos, dejaron que las estrellas tejieran su propia historia en el silencio de la noche, cada una brillando con la promesa de un nuevo momento compartido.
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Contando Las Estrellas.
FanficLos rumores y cuentos del mundo susurran que lo único que se sabe de Hwang Hyunjin, aparte de su nombre, es que es un príncipe de alto prestigio de una tierra lejana y hermosa. Sin embargo, en sus 23 años, nunca logró poseer magia, un secreto guarda...