Los rumores y cuentos del mundo susurran que lo único que se sabe de Hwang Hyunjin, aparte de su nombre, es que es un príncipe de alto prestigio de una tierra lejana y hermosa. Sin embargo, en sus 23 años, nunca logró poseer magia, un secreto guarda...
Christopher se inclinó hacia él, y sus labios se encontraron en un choque de estrellas...
Fue un beso que contenía siglos de anhelo, un abrazo de fuego y hielo. Los labios de Christopher eran suaves y ardientes, y Hyunjin se dejó arrastrar por la vorágine.
Los sentidos se agudizaron. El sabor a té y a algo más, algo salvaje y prohibido. El olor a cuero y a tormenta. La textura de la piel contra piel, como si sus bocas quisieran explorar cada rincón, cada cicatriz, cada secreto.
No había pasado ni futuro, solo el presente abrasador.
Los labios de Christopher eran una promesa y una amenaza. Un abismo al borde del cual bailaban, sin saber si caerían o volarían.
Hyunjin se aferró a su camisa, sintiendo el latido de su corazón a través de la tela. Christopher lo atrajo aún más cerca, y el beso se volvió desesperado, voraz. Como si quisieran devorarse el uno al otro, como si fueran dos náufragos en busca de salvación.
Christopher supo que ya no había vuelta atrás. El corazón que creía haber perdido latía con fuerza, y Hyunjin era su tormenta y su refugio al mismo tiempo. El beso era un pacto sellado con fuego y sangre, una respuesta a todas las preguntas sin formular.
Cuando finalmente se separaron, quedaron jadeantes y desorientados. El mundo volvió a girar, pero algo había cambiado.
En ese beso, se habían entregado el uno al otro sin reservas.
Y ahora, el destino los esperaba con los brazos abiertos o las fauces afiladas.
Christopher lo miró con ojos oscuros, como si quisiera leer su alma.
—No puedo permitirme esto —susurró Hyunjin para si mismo, su voz sutil y llena de tormento—. Pero tampoco puedo alejarme.
Hyunjin sintió la confusión y la urgencia.
¿Qué juego peligroso estaban jugando?
¿Por qué sus corazones latían al unísono?
"Como si fueran dos piezas de un rompecabezas,destinadas a encajar"
—¿Por qué? —murmuró Chris, y Hyunjin mantenía sus dedos aún aferrados a la camisa de Christopher—. ¿Por qué no puedes alejarte?
Hyunjin lo atrajo hacia sí, y sus labios se encontraron nuevamente. Fue un beso más desesperado, más hambriento. Como si quisieran borrar todas las dudas y los miedos. Los sonidos se mezclaron: el susurro de la tela, el latido de sus corazones, el eco de su respiración entrecortada.
Hyunjin se dejó llevar por la pasión. Las manos de Christopher exploraban su espalda y cintura, como si quisieran memorizar cada centímetro de piel mientras lo apegaba un poco más a la pared, quizás quería mas que besarlo pero no era el momento.
El mundo se redujo a esa habitación, a esos dos cuerpos que se buscaban y se encontraban.
Hyunjin se perdió en el abismo de esos ojos. ¿Cómo podía ser que un hombre tan peligroso también fuera su salvación? Las palabras se desvanecieron, y solo quedó el beso, un pacto sellado en fuego y sangre.
Y en ese instante, Hyunjin supo que estaba atrapado en algo más grande que ellos mismos. Algo que iba más allá de la seducción y la confusión. Algo que los llevaría al límite y los obligaría a elegir entre la vida y la muerte.
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Christopher miró a Hyunjin, y este ocultó su rostro en su pecho. El aire estaba cargado de tensión, y el corazón de ambos latía con fuerza.
—Ahora me confundiste, Christopher.
Susurró Hyunjin, su voz apenas audible.
—Que bueno— respondió Christopher con una sonrisa traviesa—ahora siéntate y come.
Hyunjin levantó la mirada, y con el ceño fruncido, le dio un golpe en el pecho.
—Hyunjin, deja de arrugar el entrecejo.
Bromeó Christopher.
—No quiero—replicó Hyunjin—siempre eres tan sarcástico y poco amable, ¿Cómo puedes pedirme eso luego de lo que acaba de suceder?
Hyunjin intentó alejarse empujándolo, pero Christopher no lo permitió. Lo atrajo hacia sí, y sus miradas se encontraron en un duelo silencioso.
—No sé cómo interpretar lo que dijiste— murmuró Christopher, acercándose aún más—. Acabas de besarme como si tu vida dependiera de ello. Y dices estar confundido, no me parece.
Hyunjin tapó su boca, avergonzado.
—Cállate, no fue un beso. No se siquiera hacerlo.
Christopher se liberó de la mano de Hyunjin y habló con suavidad.
—Entonces ya aprendiste.
—No me hables, Christopher.
—Tú no me mandas—dijo Christopher con una sonrisa ladina. Plantó otro beso, esta vez en la mejilla de Hyunjin—. Come, no queda mucho tiempo, y necesitamos hablar.
Con esas palabras, Christopher se alejó de Hyunjin y se perdió por el pasillo. Hyunjin, con las mejillas enrojecidas, se sentó en la mesa y observó cómo Chris se alejaba.
Suspiró y miró la sopa. ¿Qué estaba sintiendo? ¡No podía permitirselo!
Las novelas románticas que había leído siempre mostraban a los protagonistas comportándose de manera perfecta, conquistando a sus amadas con gestos amables y caballerosos. Pero Christopher era diferente.
No sentía que fuera así.
Pero Hyunjin quizás aún no se ha dado cuenta que siempre lo fue, aunque no pareciera.
Desde la primera noche en el barco, había hablado con él, lo había defendido, lo había rescatado del océano y lo había revivido. Había sido su guía en la isla, le había proporcionado comida, un refugio y una biblioteca llena de tesoros. Y, por supuesto, ahora lo besó. No creo que haga eso con todos sus cautivos. No es como si Hyunjin también quiera pensar que es un abusador y lo hace por su propio beneficio, él sabe que Christopher lo cambiará..por eso lo mantiene bien y vivo. Pero no era necesario besarlo, era el colmo.
Hyunjin se preguntaba si eso era suficiente para llamarlo amor. Quizás no lo veía, pero Christopher había dejado huellas en su corazón desde la primera mirada. En medio de la confusión y los sentimientos encontrados, estaba naciendo algo hermoso entre ellos.
Christopher estuvo roto en un inicio, y conforme el tiempo pasaba, Hyunjin le devolvió todo. Primero su sonrisa, luego sus pensamientos, su cordura y su fuerza mental. Algo que se le había arrebatado a la fuerza, obligándolo a ser un peón más.
Hyunjin movió su cabeza de lado a lado intentando disipar esos pensamientos y miro a la sopa nuevamente, tomo la cuchara y la probó. Sabía tan bien que se la bebió en un instante.
«¿Han estará bien?» Pensó preocupado por un momento..
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Hola, quería informarles que en los próximos capítulos todo se pondrá muy fuerte, porfavor matenganse fuertes y recen por el bien de sus personajes favoritos.