El cumpleaños de la duquesa se convirtió en un evento importante desde que cumplió los quince años. lleguen a su vida, pero todo en lo que ella podía ocuparse eran sus exámenes finales. Encerrada en su habitación ignoró a sus padres y a cualquier persona que pudiera interrumpir su paz, menos su prometido, que tenía vía libre para llegar cuándo quisiera, sólo que pasaba solamente una o dos veces a la semana para ver cómo se encontraba. Ambos decidieron respetar el espacio del otro para esto funcione, sin presión o exigencias, y les parecía funcionar. La verdad era que Jisoo esperaba mucho de su parte, quería una gran sorpresa y un gran regalo, una declaración romántica, cosas que sabía que no iba a conseguir. El corazón de la chica latía con frenesí en su presencia, cada vez que admiraba esos hermosos ojos verdes que tanto adoraba. No podía ocultar sus sentimientos a medida que crecía, pero él sí lo hacía, por más que ahora se lleven mejor.La boda se pudo posponer para que Jisoo pudiera terminar su carrera, acordando ambos que necesitaban más tiempo, pero los reyes los estaban apurando, tanto que a cada cierto tiempo la duquesa tenía noticias de la reina para hablar sobre ello. Toda la vida de la prometida del príncipe estaba controlada, desde lo que comía, a dónde iba y con quién se relacionaba, todo era informado a la reina, entonces Jisoo nunca podía mentirle, lo cual era bastante estresante.
Su agenda era preparada con anterioridad y cada rincón libre lo utilizaba para encerrarse en su habitación a estudiar. Últimamente tenía que salir con guardaespaldas contratados por el equipo de seguridad de la corona; dos hombres bastante altos e intimidantes que había apodado como Tom y Jerry; el primero se llamaba , un robusto de piel tigreña y ojos pardos con una sonrisa encantadora que pocas veces muestra, y el segundo era Finn O'Connor, un poco más bajo que su compañero, pero su altura rondaba en el metro ochenta y dos, con el pelo negro y ojos negros; ambos doblaban la altura de la duquesa, y se llevaron bien apenas se conocieron, especialmente Byrne y ella, quienes descubrieron que tenían muchas cosas en común. Eso no pareció agradarles a muchas personas, especialmente la reina, cuando comenzaron a notar la confianza con la que se manejaban ambos en los eventos públicos.
Jisoo no pudo creer las historias que inventaron a través de un video malinterpretado, pero asi fue. Even pareció molesto esa noche, cuando se vieron en el comedor para cenar.
-¿Qué te sucede?
-El video que están difundiendo los noticieros y revistas, de que me estás engañando con tu guardaespaldas -resopló, frunciendo el ceño por la tranquilidad de ella- ¿Por qué no pareces sorprendida? ¿es verdad?
-No, pero no puedo salir corriendo a los gritos para aclararlo porque eso me haría ver mal, como si tuviera algo que ocultar o si tuviera miedo. -Dejó los cubiertos sobre la mesa para mirarlo tomar de su vino- Es mentira, obviamente.
-No me gusta que tengas tanta confianza con tu personal.
-Ellos cuidan de mí, no puedo no hablarles, estás siendo ridículo.
-Ridículo es como quedo para el público, eso me hace ver mal delante de las personas -respondió- Tienes que controlar las confianzas que pueden darse otras personas de ti si les das la mano.
-Yo cuido a las personas que me rodean, no confío en nadie, pero debo confiar en ellos porque me cuidan a mí -sostuvo, agarrando su copa de agua- Si los demás se hacen ideas equivocadas no es mi culpa, puedo manejarlo, no tienes que preocuparte, solamente debes demostrar que confías en mi delante de todos los demás, aunque no lo hagas.
-Confío en ti, solamente no me gusta toda esta situación -aclaró, mientras sus ojos se fijaban en la carne recién cortada- Quiero organizar una cena para mis amigos mañana en la noche y quiero que vengas para que te conozcan bien antes de la boda.
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El diario de la reina
RomanceLa duquesa Jisoo se convierte en la prometida del príncipe de Silgaría a la edad de trece años. En esta avasallante novela, recorremos la historia de un primer amor, una venganza y una traición, a través de la vida de la Silgariana que fue capaz de...