🌿 Capítulo I 🌿

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Quackity se encontraba parado en medio de su viejo apartamento, rodeado por lienzos que emanaban los colores más vibrantes de su memoria. La paleta de tonos y matices se desplegaba como un arco iris, cada pincelada contando la historia de su viaje artístico. La intensidad de la luz caía sobre las telas, resaltando cada detalle y textura con una claridad asombrosa.

Mientras Quackity observaba cada detalle de aquel lugar, una sensación de incredulidad lo envolvía. Reconoció la escena que estaba sucediendo, se trataba de uno de tantos días en los cuales estuvo trabajando arduamente en sus cuadros para la gran exposición artística en San Fransokyo. Recordó el aroma fresco de la pintura, la textura rugosa del lienzo virgen y la emoción que surgió cuando dio vida a sus pensamientos y emociones a través de la creatividad. A medida que sus ojos recorrían la escena, rememoró la alegría de ver su visión materializarse, una chispa que encendió su pasión por el arte.

Decidió aprovechar la oportunidad. Se sumergió más profundamente en su mundo onírico, continuando con su obra maestra. Cada momento se volvía más intenso, más significativo, ya que Quackity sabía que este era su momento de creatividad pura, donde la realidad y la imaginación se entrelazaban en un abrazo efímero pero eterno.

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La tenue luz de la mañana iluminaba un lado de la habitación junto a la ventana, donde me encontraba inmerso en la creación de una de mis últimas obras. Las pinceladas de colores daban vida al lienzo, mientras a través de la ventana se vislumbraba una habitación en el edificio de al lado. Quizás no era un paisaje agradable, pero a través de una pequeña hendidura en la cortina se podía apreciar la presencia de la gata del hombre que vivía en ese apartamento.

Después de contemplar por un momento a esa hermosa gata, me levanté lentamente de mi banco, dejando atrás mi paleta y lienzo. Me dirigí a la cocina para prepararme el desayuno. El agradable ambiente de la mañana me había antojado algo dulce, así que tomé un tazón para hacer la mezcla de pancakes. Coloqué un poco de harina, huevos, leche, entre otros ingredientes para poder prepararlos. Con mi mejor esfuerzo, vertí la mezcla en una sartén caliente, creando círculos perfectos que burbujeaban y se doraban lentamente.

El irresistible aroma a vainilla y masa cocida llenaba toda la habitación. Sobre el plato, los esponjosos pancakes se apilaban en capas, bañados generosamente en jarabe que se derramaba por los lados. Además, a un costado del plato, se encontraban rodajas frescas de fresas y bananas, añadiendo un toque vibrante de color. Todo esto acompañado por el vapor del café caliente, que se elevaba y creaba una deliciosa fragancia que llenaba la habitación.

-¡Estoy lleno! Estaba delicioso –

Con el último bocado de pancakes disfrutado, en la mesa del desayuno ahora reposaban el plato y la taza de café vacíos. Aunque el aroma dulce y cálido aún persistía en el aire, mis ganas y energías para retomar mi trabajo con los colores habían regresado.

Antes de sumergirme de nuevo en mi pintura, recordé que debía enviar mi currículum para ser considerado en las próximas exposiciones profesionales en San Fransokyo. Cada palabra debía ser cuidadosamente elegida, ya que buscaba transmitir la pasión y el significado de mis obras para tener la oportunidad de ser seleccionado en una de las exposiciones de arte más importantes. Así podría compartir mi arte con personas con intereses similares. Frente a la pantalla iluminada de la computadora, me dispuse a redactar un borrador para mi solicitud:

"Querida Bárbara,

Espero que este correo te encuentre bien.

Soy diseñador gráfico e ilustrador.

El arte ha sido mi pasión durante toda mi vida.

Espero que puedas considerarme como uno de tus artistas contratados para el próximo año.

Behind The LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora