Behind The Luckity

💭Capítulo IV💭

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Me había despertado abruptamente en medio de la noche por el estruendo de una tormenta. Los truenos retumban en el cielo y los relámpagos iluminan la habitación de manera intermitente. Me levante de la cama, sentía un poco de inquietud por el aullido del viento y la lluvia golpeando contra la ventana. Al mirar por el cristal empañado, miré hacía la casa del vecino y una sensación de terror me invadió; la casa de veía destrozada, todas sus cosas estaban tiradas y su ventana parecía haberse roto por la fuerte tormenta. Los fragmentos de escombros son arrastrados por el viento, y la oscuridad de la noche impide vislumbrar completamente la magnitud de los daños. Sin pensarlo dos veces, grite el nombre de Luzu, pero la tormenta era tan fuerte que ahogaba mis palabras.

-¡Luzuuu! ¿Estás bien? -

Un escalofrío recorre mi espalda mientras la ausencia de la respuesta me provoca una profunda preocupación. La escena ante mis ojos, iluminada intermitentemente por los destellos eléctricos de la tormenta. La impotencia y la incertidumbre me invadían mientras continuaba llamando a Luzu, esperando ansiosamente cualquier señal de vida en medio de la devastación nocturna.

No podía esperar más. Estaba desesperado por saber si realmente Luzu y su gata estarían bien, me apresure hacia la puerta principal con la intención de salir hacia la casa de Luzu. Sin embargo, al intentar abrir la puerta, descubro con sorpresa que la puerta parece atascada o bloqueada, se resistía a mis esfuerzos por abrirla.

La inquietud estaba aumentando, regrese a mi habitación en busca de las llaves que quizá podrían desbloquear la puerta. Al abrir la puerta de mi cuarto, la escena que se despliega ante mí, me deja totalmente atónito. La habitación ya no era misma de siempre, sino, que era un espacio completamente distinto.

Había numerosos cuadros colgados en la pared. Y el techo era tan alto que no alcanzaba a ver la parte de arriba. Cada cuadro que estaba tenía una historia única que ayudaba a la atmósfera surrealista.

Entre el desconcierto y la maravilla, examine los cuadros a mi alrededor, preguntándome si estos podrían tener alguna conexión con el misterio de la puerta bloqueada y la desaparición de Luzu. La habitación se ha convertido en un lienzo en sí mismo, lleno de misterio y posibilidades, me transmitía a explorar las conexiones entre mi arte y la realidad que me rodeaba.

Aún estaba sorprendido por la transformación de mi habitación, me dejó llevar por la curiosidad y examinó detenidamente los cuadros que adornan las paredes. De repente, mi mirada se detiene en un cuadro que destaca entre los demás.

-Parece que es Ginger, la gata traviesa - Una sonrisa se forma en mis labios al reconocerla. - Quizá ella es la razón por lo que llegamos a conocernos. -

Al observar con más detenimiento, descubro otro cuadro que representa a la pareja bajo la lluvia, una escena bastante familiar. Al observar más de cerca, me percato un detalle: entre el marco de la pintura, se encuentra una foto mía junto a Ginger. Realmente, era sorprendente, todo lo que estaba sucediéndome me hacía notar la conexión que había entre Luzu y mi vida, era una conexión más fuerte de lo que imaginaba.

Estaba asombrado por haber encontrado esa fotografía, por lo que no aparto mi mirada de los cuadros para poder contemplar con más detalle. En el momento en que mantengo mi atención en las pinturas, un destello sutil y mágico envuelve el cuadro. Los colores cobran vida y la escena adquiere un brillo sublime que captura su atención de manera hipnótica.

Con cautela, acerco mi mano hacia el cuadro brillante, sintiendo una energía vibrante en el aire. Al tocar la superficie del lienzo, un flash blanco me envuelve. Instintivamente, cierro mis ojos para protegerlos de la intensa luz. Cuando los vuelvo a abrir, me encuentro inmerso en un escenario completamente diferente.