Capítulo III

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Admiro ante mí el imponente edificio.

Al fin he llegado

Entro en el hospital y me dirijo a recepción.

- Buenos días, soy el doctor Mike Strauss vengo por el puesto de psiquiatra, hace unos días mande mi currículum.

- Buenos días señor Strauss, claro que sí deme un momento para anunciarlo.

La chica agarra el teléfono y unos segundos después comucica mi llega.

- Listo, puede subir, es en el último piso.

- Gracias - le doy mi mejor sonrisa y la chica se derrite ante mí.

No espero más y camino hacia el ascensor, lo llamo y no demoro mucho en estar dentro y en camino al último piso. Paso cinco minutos en los que personas suben y bajan del ascensor hasta que llegó a mi piso y salgo.

Lo que encuentro es un gran espacio con un pequeño escritorio en una esquina donde hay una chica con muchos papeles.

- Buenas, en seguida lo anunció con el señor.

La choca suelta los papeles que tenía en la mano dejándolos con el resto en su escrito, se levanta y camina hasta una puerta que hay más atrás. Toca la puerta y luego entra para después volver a salir y decirme que puedo pasar.

Me adentro en la oficina y ahí está el doctor principal y director del centro.

- Buenos días, bienvenido. Por favor tome asiento.

Hago lo que me dice y me siento en frente de él.

- Me he leído su currículum y es realmente impresionante, nos encantaría tenerlo trabajando con nosotros.

- Muchas gracias, la verdad es que muero por empezar a trabajar.

- Me alegra mucho su entusiasmo. Mi asistente le dará un recorrido por el edificio y lo llevará a la que será su habitación para que pueda acomodarse.

- Muy bien.

Me levanto seguido por él y estrechamos las manos en símbolo de que cerramos el trato. Salimos y como dijo la muchacha de afuera me mostró todo el lugar.

El edificio consiste en un piso dónde están las oficinas del lado derecho y en el izquierdo las habitaciones del personal. Hay otros dos pisos en los que se encuentran las habitaciones de los pacientes ya que son demasiados. Dos baños comunes para cada piso donde pueden bañarse y bueno las habitaciones del personal tienen su propio baño.

A esto le añadimos un gran jardín trasero con bancas para sentarse a tomar el aire. Rodeado de vegetación dónde la gente parece disfrutar la mayor de su tiempo. Y por último hay un comedor al aire libre y otro en la cafetería que se encuentra en el primer piso.

La chica, que se llama Cleo, se despide amablemente y me deja solo en una habitación de paredes color café con una pequeña cama individual y una mesita de noche a su lado. Al lado de la puerta está el closet y luego tengo otra puerta que da a un pequeño baño con todas la condiciones pero con poco espacio.

Acomodo las pocas pertenencias que tengo en el cuarto y lo dejo todo organizado para luego salir en busca de mi nueva oficina, donde pienso torturar de todas las maneras posibles a esa pelirroja enojona que me vuelve loco.

Unas puertas más después de las escaleras está el estudio de cien metros cuadrados con su buró y unos sillones para mejor comodidad del paciente. La pared está adornada por un librero de madera viejo y un cuadro de girasoles.

Me acerco y quitó el cuadro sin pensarlo mucho y luego lo tiro a la basura. Reviso los libros que se encuentran en el estante y todos son de temas extremadamente aburridos pero debo conservarlos para mantener la apariencia de alguien culto e interesante.

Relatos de un Asesino +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora