Entre oro y rosas

I

Siempre que despierto, siempre que vuelvo en si después de dormir, siento un vacío algo que perdí y no puedo encontrar algo que anhelo pero no puedo alcanzar.

Tengo recuerdos, recuerdos que no e vivido, lugares en donde no e estado, algunos familiares por historias que mi abuelo me a contado de sus viajes a Egipto.

Me levanté como siempre por aquel ruido sonoro del despertador, me talle mis ojos y observé mi alrededor solté un bostezo y me puse de pie, fui al baño y decidí tomar una ducha, al salir me coloque aquel uniforme de la preparatoria este era mi último año, mi último año de ya no poder sufrir más burlas, miradas de desagrado por parte de mis compañeros, solo por el echo de ser el único beta, tome mi mochila y baje a la planta baja dónde mi abuelo se encontraba, estaba atendido nuestro negocio familiar Kame Game.

-Noz vemos pronto ojiisan!.-Grito despidiendose de el.

-Yugi!.-escuche gritar a mi abuelo.

-mmm? Sucede algo?.-Pregunto curioso.

-Solo cuídate, si llegas a tener problemas ya sabes que debes hacer.-menciono mi abuelo.

Yo solo asentí y camine hacia mi escuela, todo lucía normal tranquilo, aún Hera temprano así que disfrutaba mucho el camino a la escuela.

Al llegar como siempre no se hizo esperar, aquellas miradas de asco y odio que solo a mi me podían dirigir, solté un suspiro y entre a mi salón todos me miraron y yo solo pase de largo, tomando mi asiento como siempre hasta el fondo al lado de la ventana, deje mis cosas y como de costumbre solo siendo excluido de todos solo por ser diferente.

—(Por qué tengo esos recuerdos? Es tan extraño).-pense mientras observaba el cielo.

El viento pegaba en el rostro de aquel joven de pien clara y unos ojos grandes color amatista, con un brillo único, el sin darse cuenta de su alrededor no noto cuando sus compañeros comenzaron a susurrar de el a sus espaldas como siempre fue desde que entró a aquella escuela.

—Por que un beta debería estar aquí?.-menciono una chica Omega.

—Da asco de solo verlo.-comento entre burla un chico alfa.

—Solo es un pequeño beta inútil.-solto con burla otro chico Omega.

Cuando sin más un chico de cabellos rubios y ojos ámbar se levantó molesto de su asiento, es verdad, Yugi no tenía muchos amigos tan solo unos cuantos fácilmente con las manos podías contarlos.

—Por que mejor no van y hablan en otro lado? Solo son una bola de ineptos, mejor vayan a soltar veneno a otro lado bola de imbéciles.-solto enojado aquel joven.

—Jonouchi tiene razón, mejor vayan a otro lado imbéciles, si no quieren que los agarremos a golpes.-menciono otro chico molesto.

Aquel joven de cabellos cafés y ojos del mismo tono hablo enojado, tenían suerte de que la menor Rebecca Hawkins aún no llegaban ya que está no le importaría y saltaría de inmediato a tratar de golpear a aquellas chicas que hablan mal de su amigo, Marik había llegado junto a Ryou, estos habían logrado escuchar un poco de lo que soltó aquel último chico Omega, sin más los demás alumnos guardaron silencio después de todo en los últimos años de preparatoria ellos siempre han defendido a capa y espada a aquel pequeño beta, incluso la hermana menor de Jonouchi lo ha defendido sin importar que salga algo herida, otra de sus amigas Mai quien en ocasiones a ido a buscarlo hasta la entrada de la escuela lo a llegado a defender en las salidas, sabían cómo eran ellos, después de todo en la escuela no prohibía que los betas estudiarán ahí, solo que la sociedad era así, o al menos una parte de ella, de mente cuadrada, siguiendo el mismo rango social los importantes los alfas, capaces de liderar su manada, con un sentido de protección hacia su manada y un amor incondicional y fidelidad a su pareja destinada, los omegas segundos en la lista los más importantes por ser quienes pueden dar a luz a bebés fuertes y saludables, siendo fértiles y siendo considerados como mejor pareja para un alfa, en cambio los betas eran los últimos, estos igual que los omegas podían tener hijos pero solo podían dar uno, estos eran menos fértiles lo que provocaba que sean menos importantes solo por el echo de no poder "llegar a complacer a un alfa" lo contrario del Omega el cual tiene mayor derecho que un beta.