Albert y Louis estaban escondidos en una habitación del castillo esperando su llamado para salir y presentarse.
- Altezas sus padres ya dieron la señal para salir.
Alfa y omega se tomaron de las manos y asintieron con la cabeza para hacerle saber al guardia que estaban listos para salir.
- Damas y Caballeros, Alfas Betas y Omegas Sus Majestades El príncipe Albert Del Reyno Castalia De La Casa Jones y El príncipe Louis Del Reino White Moon - Menciono una voz masculina haciendo que todos los presentes le tomaran atención a las escaleras que habían al principio del gran salón.
La pareja transmitía poder y elegancia, ambos con la espalda derecha y la mirada en frente, bajaban las escaleras lentamente. Louis a pesar de mantener la compostura se veía realmente feliz. Toda la gente los miraba unos con encanto y otros con envidia. Eran una pareja poderosa justo como sus padres querían.
Albert al igual que Louis era feliz con todas las miradas a su al rededor la diferencia era que su mirada se dirigía a los presentes con altanería y soberbia.
Llegaron al último escalón. El Rey Benjamin, padre de Louis era el más feliz y orgulloso de ver a su hijo - ¡Un aplauso para los futuros esposos y Reyes de Castalia! - gritó con orgullo.
Aplausos por todo el salón empezaron a escucharse, sonrisas sinceras y otras hipócritas empezaron a asomarse a fin de cuentas la mayoría sólo quería criticar a la joven pareja.
- En este mundo no existen Reinos más fuertes que Castalia y White Moon por eso hace 25 años cuando terminó la guerra yo Rey Erick de Castalia y él Rey Benjamin de White Moon juramos lealtad mutua y para tener una alianza segura unimos a nuestros hijos en matrimonio confiando en que serán mejores Reyes que nosotros y le darán a su pueblo lo necesario para seguir siendo fuertes. No me queda nada más que decir que felicitaciones a los futuros Alfa padre y Omega madre. - Hablo el Rey Erick, padre de Albert.
- Tendremos diez minutos de receso y después los príncipes abrirán la pista de baile para darle inicio a esta hermosa fiesta en su honor - mencionó la Reina Cora, madre de Louis.
Toda la gente se empezó a acercar a Louis y Albert queriendo llamar su atención o hacer que al menos los notarán cinco minutos. Ambos príncipes sabían que las personas que más se morían por hablar con ellos eran las personas que más mal hablaban de ellos.
Louis sabía que si dejaba a su omega salir se iba a sentir mareado por tantos olores mezclados por eso lo mantenía dormido y ocultaba su olor a diferencia de Albert que dejaba su fuerte olor a café y madera por donde quiera que pasara.
Ya iban a empezar el baile para abrir la pista pero Louis se pudo fijar que dos betas encargados del evento estaban algo nerviosos y revisando todas las invitaciones con las que se les daba acceso de entrada a las personas.
- ¿Sucede algo? - pregunto el omega a sus sirvientes.
- Na..nada de que preocuparse su majestad - menciono uno de los betas.
- Les ordeno que me digan que sucede.
Ambos betas se quedaron mirándose y el más alto decidió hablar.
- Su majestad, el baile no puede empezar por que falta la familia Styles Del Reino Selea, mandaron a decir que iban a mandar a un representante de la familia él príncipe Harry por que los Reyes no podían asistir pero el príncipe no a llegado.
Por respeto a los Reyes y Reinos había una regla no escrita que decía que no podían empezar ningún evento si alguien de algún Reino faltaba y éste había confirmado su invitación.
- Entiendo, esperaremos diez minutos más, si en ese lapso de tiempo no llega el dichoso príncipe empezáramos sin él.
- Pero Majestad y si lo toma a mal.
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La Última Palabra
Historical FictionHace muchos años en el Reino de White Moon, el Reino donde se decía que los pisos eran de cristal y la noche era azul, vivía la familia de la casa Tomlinson. Se decía que ellos no eran de este mundo, la belleza de la familia era única en el Reino pe...