Sabes que los amores más grandes de todos los tiempos ya terminaron

Capitulo 14

En este cap hay muchas pistas de todo, y nos estamos acercando a la parte crucial de la historia ☠️🙃

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La lluvia azotaba las ventanas de su oficina mientras Lena contemplaba la lúgubre ciudad que se extendía debajo, la débil luz del sol reflejándose en mil ventanas a medida que finales de noviembre marcaban el comienzo del invierno. Era martes por la tarde, los restos de su almuerzo en la basura, un café recién hecho enfriándose junto a su computadora mientras se tomaba un momento para revisar su teléfono, respondiendo un mensaje de texto del proveedor de catering sobre la despedida de soltera de Andrea, para menos de dos semanas. Entre el trabajo, Kara y sus deberes de dama de honor, Lena había estado a tope y apenas tenía tiempo para su estricta agenda.

Aún así, había reservado algunas horas en su calendario para su última prueba de vestido con las chicas mañana y para pasar tiempo con Kara esa noche. Lena tenía en la cabeza ir a patinar sobre hielo en la pista al aire libre construida cuando el clima finalmente se enfrió lo suficiente como para mantener el hielo congelado con un poco de ayuda. Se suponía que la lluvia pararía pronto y de todos modos estaba encubierto, lo que parecía el momento perfecto para ir. Mientras respondía una serie de mensajes de texto en el chat grupal, su teléfono se iluminó con el nombre de Kara.

"Oye, estaba pensando en ti", dijo Lena con una sonrisa en su voz. “¿Qué te apetece a ti?, a mí, patinar sobre hielo y chocolate caliente esta noche? Incluso te dejaré elegir el restaurante para cenar.

La juguetona ternura de su voz pareció debilitarse ante el sonido irregular de la voz de Kara al otro lado de la línea. "Ey. En realidad, estaba llamando para decirte que... probablemente estaré un poco callada durante los próximos días. Es... eh... sólo estoy...”

"Suenas enferma", dijo Lena con leve sorpresa, interrumpiéndola. "¿Estás enferma de algo? ¿Necesitas que te traiga alguna medicina? ¿Sopa?"

“Yo-no, eso no-no estoy enferma. Estoy... estoy bien...”

"No suenas bien".

“Lena”.

Ante la voz cansada de Kara, se quedó en silencio, su rostro se frunció mientras su estómago se retorcía en nudos.

"¿Puedes escuchar, por favor?", murmuró suavemente, tratando de mantener a raya su frustración. “Estoy… estoy tratando de decirte que… solo necesito espacio por un par de días. Ha surgido algo, está bien, solo que es mucho con lo que lidiar y necesito hacerlo en privado”.

“Pero… estás bien, ¿verdad?” Lena preguntó lentamente.

La temblorosa respuesta de Kara hizo poco para convencer a Lena. "Sí. Sí, estoy bien”.

“Está bien, bueno… no suenas bien. En realidad me estás preocupando un poco”.

Lena soltó una risa breve y forzada y caminó unos pasos por su oficina mientras se le secaba la garganta y trataba de sofocar el pánico en su pecho. Había estado aquí antes, una docena de veces. Las excusas, los alejamientos, las explicaciones vagas. Hizo que su pecho se encogiera con el dolor anticipado de la angustia.

"Estoy bien", insistió Kara, "solo quería que supieras que si no tienes noticias mías, es por eso".

“¿Y no me dirás por qué?” Lena repitió lentamente.

"No. No es algo de lo que quiera hablar”.

Presionando sus labios en una línea plana, Lena dejó escapar una larga exhalación, pellizcándose el puente de la nariz mientras inclinaba la cabeza hacia atrás. Era difícil no sentirse frustrada, no aferrarse a su impaciencia y exigir una respuesta. Lena estaba acostumbrada a salirse con la suya y el enigma que presentaba Kara comenzaba a sentirse como una bóveda cerrada en lugar de un rompecabezas que resolver.