Sabes que los amores más grandes de todos los tiempos ya terminaron

Capitulo 28

Andrea salió del hospital dos días después con su hija en brazos y Lena la visitaba casi todos los días. Traía jugos y panecillos saludables para los nuevos padres, sus ojos estaban rodeados de ojeras mientras tomaban cafés fuertes, y Andrea estaba mayormente acostada en la cama mientras descansaba, amamantaba y dormía tanto como podía. Al disfrutar del tiempo con su ahijada, Lena dejaba que la pareja se duchara o tomara una siesta mientras ella paseaba y se mecía por su extensa y lujosa casa. Si no hubieran tenido una ama de llaves a tiempo completo, ella se habría tomado el tiempo para esterilizar la abundancia de biberones, chupetes, calcetines diminutos y mantas para bebés, pero se libró de las tareas domésticas y dedicó todo su tiempo a Rose.

Kara venía frecuentemente con ella y como era de esperar por su trabajo, era increíble con la bebé, lo que la arrojaba bajo una nueva luz a Lena, y a veces se sentía terriblemente hogareña mientras Lena cocinaba y Kara le murmuraba cosas a Rose y la ducha corría en el dormitorio principal, hasta que todos se congregaban en el comedor para comer. El resto de sus amigos también eran visitantes frecuentes, llevaban regalos y ayudaban a aligerar la carga. Se pasaba poco alcohol cuando estaban todos juntos y no se quedaban hasta tarde a menos que fuera sin Andrea y Russell presentes, pero todos adoraban a la bebé.

Pasaron unas semanas en un abrir y cerrar de ojos y era el cumpleaños de Kara, un tema delicado que Lena finalmente abordó y ayudó a organizar una cena tranquila en el restaurante chino favorito de Kara con su familia. El ostentoso yate privado del año pasado parecía demasiado extravagante ahora, sabiendo el dolor que envolvía un día como ese, y le dolía un poco el pecho al pensar en lo mucho que Kara había tratado de ocultarlo todo el año pasado, por el bien y disfrute de Lena.

Este año tuvo mucho cuidado y quizás eso la hizo aún más reflexiva. No se trataba de ser fastuosa ni de grandes gestos, aunque Lena pensaba que eran grandiosos en aspectos más pequeños, y disfrutaba muchísimo armando sus regalos, sus amigos ni siquiera cuestionaban sus extrañas actualizaciones de vida cuando no estaba disponible para el brunch porque estaba demasiado ocupada reuniéndose con un plomero o explorando la sección de pintura de Home Depot.

La noche anterior, invitó a Kara a quedarse a pasar la noche, preparando ñoquis y disfrutando del vino y de un nuevo programa de televisión de suspenso que Kara quería ver. Lena anotó las transcripciones judiciales de uno de sus clientes actuales y le envió un mensaje a Jess con una lista de cosas que hacer el lunes mientras observaba la tele y a Kara estaba agotada por un largo día de trabajo, a causa de un raro turno de guardia la noche anterior, que la dejó disculpándose por querer ir a la cama temprano.

Lena miró su reloj y se sorprendió de que su noche fuera repentinamente mucho más temprana de lo que había anticipado, los toques de último momento a sus regalos se adelantaron unas horas en lugar de quedar relegados a la mitad de la noche. Ella estuvo dando vueltas por un rato, enjuagando copas de vino y cargando el lavavajillas, arreglando las almohadas del sofá y arreglando los controles remotos hasta que estuvo segura de que Kara estaba profundamente dormida. Lena sabía que tenía el sueño profundo y no tardó mucho en quedarse dormida, así que después de quince minutos salió por detrás, encendió la manguera del jardín y luego sacó una escalera del garaje, la lata de pintura y el pincel impecable que había comprado.

Era una noche fresca y se puso el mono nuevo que había comprado también, se quitó el reloj y guardó el teléfono en el bolsillo trasero antes de ponerse a trabajar. Habría parecido un espectáculo extraño para cualquiera que pasara por allí, encaramada en su escalera mientras pintaba metódicamente la puerta de entrada a las diez de la noche. En cierto modo, era pacífico, el suave chirrido del pincel sobre la madera, y casi se cae de la escalera ante la repentina interrupción de la vibración de su teléfono en su bolsillo.