Capítulo 6

277 33 0
                                    

San.

Que afortunado me sentía.

Y no, no estoy exagerando.

Sentía que mis manos estaban bendecidas mientras estas acariciaban el miembro de Wooyoung por encima de la tela de sus pantalones.

Relamí mis labios y lo miré a los ojos antes de hacerlo. Wooyoung estaba temblando de pies a cabeza, era similar a una ardilla asustada y aumentaba mis deseos de hacerlo sentir mejor.

_También es mi primera vez _Le aseguré con un tono de voz que rozaba la ansiedad y la emoción.

Wooyoung asintió y también relamió sus propios labios para luego apartar la mirada. Este gesto me hubiera parecido de mala educación puesto que era molesto que se negara a ver la imagen que le ofrecía, pero entendía la vergüenza que se oponía en cuerpo y principalmente en sus ruborizadas mejillas.

Sin darle más vueltas al asunto, deslice la ropa inferior de Wooyoung hacia abajo encontrándome con aquella preciosidad.

No tenía palabras para describirlo.

Era tres veces más grande de lo que recordaba y le daba la razón a que estaba erecto, muy erecto. Era largo, grueso y con la punta de color rojo, varias venas sobresalían del mismo y estaba tan mojado que me hacía pensar que podría deslizarse fácilmente en cualquier lado.

En cualquier lado.

Sólo cuando salí del momento hipnótico, me di cuenta de que mi boca se mantuvo abierta observando a Wooyoung en todo su esplendor y vaya que lo seguiría mirando, no obstante, tenía un trabajo importante que realizar.

_¿Quieres sentarte? _Le pregunté.

Wooyoung negó con la cabeza y lo reconocí como una señal para comenzar con pequeñas caricias. Delicadamente, tomé su miembro con una mano y la giré alrededor.

Encontré satisfacción en la suavidad de su piel.

Wooyoung jadeaba bajito disfrutando de como lo tocaba y yo no pude sentirme más complacido, pero quería más, así que no aguanté mucho tiempo antes de llevar mi lengua a la punta y darle una lamida. El sabor era salado y aunque no era mi favorito en el mundo, no me resultaba desagradable, hasta podía asegurar que no sería difícil acostumbrarme al mismo.

Wooyoung tembló y susurró una maldición, lo que me sorprendió porque no pensé que los niños buenos dijeran cosas como esas y por alguna razón, presentía que enloquecer al castaño frente a mí, se volvería mi tarea favorita.

No tardé en tratar de meterlo todo en mi boca, lo que claramente no funcionó, a penas cabía en mi cavidad poco más de la punta y joder, me frustraba, pero a la vez me encantaba.

Amaba los retos y meter el miembro de Wooyoung por completo en mi boca, sería un verdadero desafío.

Intenté de nuevo y lo metí profundo, hasta que la punta tocó mi garganta. Me faltaba el aire y mis ojos lagrimearon, sin poder soportarlo lo dejé ir a punto de ahogarme y tociendo.

_¿Q-quieres que nos detengamos? _Me preguntó Wooyoung inspeccionando mi rostro rojo.

Meneé mi cabeza negando.

Había deseado mucho esto como para rendirme tan fácilmente.

De este modo, decidí por este día no llevarlo todo a la boca y simplemente chupar la punta, mientras que mis manos se encargaban del resto.

Levanté mi mirada y sentí un pinchazo en mi entrepierna al ver a Wooyoung con la boca semiabierta, gimiendo y con sudor acumulado en su cuello. Abrí mis ojos aún más cuando su mano tomó mis cabellos y me guiaba con un ritmo perfecto entre mis manos y su boca.

_¿Te gusta así? _Le pregunté ensalivando la punta y volviendo a adentrarla en mi boca.

_Joder, sí... _Wooyoung jadeó con la respiración agitada.

Cerré mis ojos y me dediqué a disfrutar del momento, sin embargo el momento fue interrumpido cuando Wooyoung se separó. Lo miré con una mezcla de intriga y molestia.

_Si sigues así, p-podría venirme en tu b-boca _Wooyoung miró a otro lado avergonzado.

Tuve que retener una risa porque él en serio era inocente, tanto que rozaba lo idiota.

_Eso es lo que quiero _Determiné y quité sus manos antes de seguir con lo mío y rodear la punta con mis labios, ansioso de sentir aquel líquido.

Wooyoung abrió sus ojos sorprendido, sin embargo, no tuvo tiempo a objetar nada, ya que estaba más ocupado viniéndose en mi boca.

Su esencia se derramó por la comisura de mis labios pues era tanta que me fue imposible tomarla toda.

Wooyoung estaba muy tenso y únicamente podía respirar de manera agitada. Lo observé desde abajo, se veía hermoso, precioso, extraordinario.

En ese momento supe que quería más, mucho más de él.

ExtragrandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora