De vuelta a casa...

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Se escuchaba desde la torre de control informar que Nath había noqueado a los 2 soldados y había huido, el resto no comprendía porqué si directamente ella ya estaba libre pero al parecer Vladimir sí- Esa chica no es nada de tonta...-Susurró para sí mismo con una sonrisa ladina; lo que él en realidad quería hacer era mediante los soldados ubicar a las personas que recogerían a Nath y de paso no dejarlos escapar está vez.

. . .

Nath corría como alma en pena, tuvo que atravesar la parte boscosa de la frontera para que les costara seguir su rastro- No puede ser...-murmuraba mientras notaba que el aire le empezaba a faltar, tosía mucho y en una de esas escupió sangre; sabía que no se podía detener allí y debía llegar al otro lado...a tierras eslavas donde su padre e Iván la esperarían junto con un ejército completo.

-¡Nath!- gritaron 2 voces graves al unísono en cuanto la divisaron, Nath a este punto veía borroso y solo logró distinguir 2 siluetas que se acercaban a ella corriendo y en cuanto la sostuvieron por los hombros ella desfalleció.

. . .

Poco a poco Nath abrió los ojos con pesadez, su cuerpo no respondía a las ordenes de su cerebro que le indicaban que se pusiera de pie; cuando logró abrir los ojos por completo notó que estaba en lo que parecía ser un vehículo militar, yacía en las piernas de alguien el cuál podía sentir que acariciaba su cabello con suavidad.

Elevó la mirada con dificultad y notó un hombre de cabello revuelto y ondulado como el de ella; de primeras no pudo reconocerlo, tenía la mente nublada y a penas podía reconocer que estaba a salvo así que analizó al hombre que la sostenía de manera protectora.

Físicamente era muy parecido a ella, con su mirada azul penetrante y sus rasgos imponentes junto con una gran altura, un uniforme impecable de general pero un brazo enyesado y una pequeña venda en el cuello que cubría una posible herida, ojeras marcadas y piel pálida, un collar de cruz alemana, un halo brillante sobre su cabeza...eso fue suficiente para que Nath lo reconociera- ¿Papá?- murmuró a como pudo con un hilito de voz.

-¡Nath!, ¡Despertaste!- exclamó aliviado el mayor del lugar mientras la abrazaba con rapidez, incorporándola.

-Nos tenías preocupados-añadió una tercera voz mientras se unía al abrazo.

Nath desvió la mirada para observar bien quien era el tercero pero por la posición a penas pudo divisar unos ojos azul tan claro como un cielo en primavera entre unos mechones blancos rebeldes que los cubrían- ¿Iván?.

-Tranquila, estamos aquí, ya pasó todo- susurró el chico de acento extranjero y cabello blanco mientras la acercaba más a él.

Nath aún con la mirada perdida no dijo más, solamente se mantuvo en silencio mientras se dejaba abrazar por los dos, hundiendo su mejilla en el pecho de Iván mientras cerraba los ojos nuevamente.

-Oye Nath, ¿estás bien?, llevas horas con la mirada pérdida- Preguntó una voz que a los oídos de Nath sonaba lejana.

-Sí...estoy bien...es solo que...-murmuró quedándose a medías; no tenía noción del tiempo pero sabía que llevaba horas viendo el suelo del vehículo sin decir palabra alguna.

-¿Que pasa?.

-Siento que he olvidado algo importante...o que quizás hay algo que dejé pasar...

-Normal que te sientas así, intenta respirar y fingir que todo eso fue una pesadilla y ya- intentó tranquilizar el padre de Nath mientras acariciaba el cabello de esta con la mano que no estaba enyesada.

-Dudo poder hacer eso...

-¿Por?- cuestionó Iván tomando la mano de Nath.

Nath bajó la mirada a su vientre con preocupación y lo palpó levemente mientras negaba con la cabeza para luego dirigir su mirada vacía hacia Iván con cierta tristeza- Estuve drogada...sé que hice cosas de las cuales me voy a arrepentir y que van a tener repercusiones tarde o temprano...

-Bueno, al menos aprendimos la lección de hacer caso y no consumir esas cosas, ¿no?- dijo Iván con una risita.

-Cierto, lo de yonki ya está por todo el país y no es nada bonito que tengas esa fama- añadió su padre.

-Lo sé pero...si lo recordará sería horrible...

-Ya, pero sé que eres lo suficientemente fuerte como para soportarlo, tampoco estás sola en esto, nos tienes a nosotros que te apoyaremos siempre pase lo que pase- Dijo Iván tomándole el mentón y sonriendo cálidamente.

-Lamento interrumpirlos pero la prensa ya nos interceptó y seguramente quieren entrevistar a Nath- Interrumpió la voz de la persona que manejaba el vehículo mientras se detenía para no atropellar a la multitud que empezaba a rodearlos mientras los militares que los escoltaban intentaban alejarlos.

-Nath no está en condiciones de hablar, iré yo...- Avisó el responsable de los jóvenes del vehículo- Matías, abre la puerta.

Nath lo jaló del abrigo cuando sintió que iba a abrir la puerta- No papá, ignóralos, al fin y al cabo mínimo ya saben que estoy aquí y es lo que importa.

-¿Segura?

-Sí, lo estoy- dijo mientras se tocaba el lugar donde debía estar la marca, le dolía muchísimo y se sentía mal en cuanto a su salud.

Su padre le tomó la mano suavemente y la apartó de dónde Nath se tocaba- No te toques, porqué si te tocas te va a doler más- aconsejó mientras le tomaba el mentón y le acariciaba la mejilla.

-En otro lugar-

Yuri se encontraba terminando sus clases, se aburría mucho pues no salía y las clases eran en su propia casa y se sentía un recluso, su padre le dio la clara orden de no salir de su habitación pero no pudo evitar salir para seguir a Irina que al parecer tenía algo que le había visto a Nath entre las manos.

-¡Yuri! ¿qué pasa?-Preguntó Irina mientras se guardaba un pequeño estuche en el bolsillo.

-Eso es de mi mami- dijo serio mientras fruncía el ceño.

-¿Ah si?

-Si, dámelo por favor, yo se lo voy a devolver-ordenó con educación pero a la vez firmeza, a pesar de ser un niño imponía mucha autoridad.

Irina se lo entregó un poco molesta, eso tenía un valor incalculable para la información que necesitaba y le costaría más obtenerlo nuevamente.

Yuri lo tomó y regresó a su habitación al sentarse en la cama y observar lo que tenía entre manos, se miraba un poco antiguo y tenía letras en alemán-...La curiosidad mató al gato...-murmuró levemente mientras abría lo que parecía una cajita que le cabía en la palma de la mano.

-Pero...-se quedó sorprendido mientras miraba que tenía una que otra foto antigua pero más al ver una donde Nath estaba rodeada de más personas, parecían ser todos de su edad o un poco menores y por su aspecto el sospechaba que eran sus hermanos pero le sorprendió al ver que Nath tenía algo parecido a un halo sobre su cabeza y unas pequeñas alas, pensó que quizás sería un disfraz o algún cosplay pues llevaba ojos azules cuando el los recordaba rojos.

Siguió pasando fotos pero le sorprendió ver una donde se encontraba ella con su padre de pequeña y en está al parecer ambos tenían halo, recordó que su padre le habló de una familia que fue exterminada del mundo, ellos parecían ángeles pero muchas veces se corrompían desde niños.

Decidió callarlo hasta que encontró lo que parecía ser una chapa de identificación que daba datos totalmente distintos de lo que el sabía de Nath.

-Madre...-murmuró confundido.


. . .

(1206 palabras)

No confies en mi...(¿omegaverso?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora