¿A donde vas?(extra)

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-14 años atrás-

-Nath se encontraba siendo arrullada en los brazos de su madre, tenía rastros de lagrimas en sus ojitos, tenía unos 3 o 4 años, cualquiera que la mirará así se le rompía el corazón; su madre le limpiaba las lagrimas mientras Nath se hundía levemente en su pecho desacomodandose el ushanka que su padre le puso antes de irse, sus mejillas rosadas y su corto cabello le daban un aspecto vulnerable.

-su madre la abrazaba y le daba leves besitos en la frente intentando calmarla; Nath estaba angustiada pues desde la mañana pudo escuchar a su padre y a su madre discutir, su padre como todos los días tuvo que salir, pero está vez no se despidió.

-Shh...no llores corazón, todo va a estar bien- susurraba la dulce y cariñosa voz de su madre mientras la mecía- ¿Quieres salir afuera, Cizaryne?- sugirió, sabía que su hija amaba las flores del jardín y aunque su esposo le prohibía por motivos que no quería que descubrieran a su hija.

-Nath asintió levemente mientras se aferraba a su madre con fuerza y apreciaba los rasgos de su contraria, era una mujer realmente joven, de cabello rizado, sedoso y corto de color castaño oscuro, sus largas pestañas destacaban de sus brillantes ojos, su madre tenía heterocromía por ende su ojo derecho era verde y el izquierdo era color avellana, en su fino rostro tenia leves pecas que decoraban su rostro como pequeños copos de avena sobre la leche, era la mujer casi perfecta en cambio Nath era casi identica a su padre, lo único que tenía de su madre era el color de su ojo derecho y su complexión física un poco gruesa.

-La joven beta vestía un ligero vestido veraniego con la parte de la falda verde lima un poco opaco y la parte superior blanca con un listón en su cintura de color blanco, con los hombros descubiertos y pequeñas margaritas decorando el listón de su cintura, unas zapatillas estilo bailarina calzaban sus delicados pies, en sus estilizadas piernas portaba unas medias delgadas semi transparentes y sobre su cabeza tenía una delgada corona de margaritas.

-Su madre la bajó y la puso al suelo y se sentó con ella mientras le cantaba, disfrutaba ver a su hija reír mientras jugaba en el pasto verde, era una niña muy curiosa y atenta, podía pasar horas viendola seguir mariposas o abejas, su hija era una dulzura total, se miraba muy tierna, era toda una princesita en sentido literal.

-¡Mami! ¡Mira lo que he encontrado!-Gritó la pequeña con entusiasmo.

-Cizaryne, no te acerques al bosque cariño.

-¡Pero mira! ¡un cachorro!

-¿Eh? ¡Pero por Dios!- dijo sorprendida mientras veía como su hija se acercaba con un cachorro de lobo por lo que se veía en brazos, no entendía como llegó hasta allí si estaban en una zona donde los animales no llegaban.

-¿Me lo puedo quedar?

-No cariño, su madre lo debe estar buscando- dijo mientras se ponía de pie buscando con la vista donde podría estar su manada, a lo lejos vio un cuerpo de un lobo tirado en un charco de sangre, supuso que algún cazador la había matado o algo así- Cambio de planes, nos lo quedamos.

-Nath dio leves saltitos mientras le entregaba a su madre al cachorro, apenas cabía en sus manos y estaba muy sucio y delgado, si lo dejaban allí posiblemente moriría.

-Mejor volvamos a casa antes que le consigas un zoológico a tu padre...

-meses después-

-¡Me tienes harta Heinrich! ¿porque Cizaryne no puede crecer como una niña normal?-gritaba la joven furiosa.

-Itzia, te he dicho perfectamente que ella es una niña y encima una omega, es super débil, espera a que crezca para exponerla al mundo.

No confies en mi...(¿omegaverso?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora