Epílogo

29 5 1
                                    


-Padre...¿donde está mami?- preguntaba Yuri por tercera vez en el día, estaba cansado de que le mientan; sabía perfectamente que ella no estaba de viaje- Está de viaje, ya te lo he dicho Yuri- Le respondió Vlad con fastidio, no quería saber nada de ella pero Yuri siempre insistía en hablar sobre ella.

-No soy tonto, ella no está de viaje lleva más de 3 meses fuera- Dijo Yuri un poco enfadado, no quería que le siguieran mintiendo- Yuri, si solo vienes por esto hazme el favor y sal de mi oficina, estoy un poco ocupado.

-¡No! ¡Quiero saber que ha pasado!- Dijo Yuri elevando la voz y con voz desafiante.

-¡YA ESTÁ BIEN! ¡Vete a practicar arquería! ¡Sal de mi vista!- Gritó Vlad mientras le señalaba la puerta y se ponía de pie.

-¡Agh!- Yuri tomó su arco con furia y se dirigió al bosque- ¡Siempre lo mismo! ¿Se cree que yo soy tonto para creerme que ella se ha ido de viaje por más de 3 meses?- renegaba para si mismo con lagrimas en su rostro.

-En otro lugar-

-Habla la base de control, zona despejada sin ningún avión enemigo ni propio- Se escuchó salir desde una radio- La zona es segura para aterrizar pues tiene baja vigilancia allí estarán esperandola sus compañeros, cambio y fuera.

-Nath se encontraba manejando un avión bombardero, estos días habían recuperado el territorio perdido y habían anexado uno que otro país, se sentía mejor que nunca a diferencia de su salud, cada día empeoraba más, las nauseas, mareos y dolores de cabeza la estaban matando pero está misión era importante y tenía que cumplirla a toda costa-Mierda...-Murmuró al sentirse levemente mareada, empezaba a ver borroso e hizo una seña a su copiloto para intercambiar sitios.

-¿Estás bien? si quieres nosotros podemos terminar esto- Decía una suave voz a su oído mientras tomaba el control de la nave.

-No, esto solo yo puedo hacerlo.

-Ten cuidado, sabes que si te encuentran te pueden matar y está vez no tendrán piedad...

-Lo tengo claro y vale la pena arriesgarme...aparte que esto sería una ventaja en la guerra- dijo susurrando lo último.

-¿Eh?

-Nada, sigue- Dijo finalmente para retomar su posición- Seguiremos a pie luego de cierto punto -dijo finalmente mientras cargaba su arma.

-Nath estos días había cambiado tanto física como mentalmente, se había vuelto más fría y sanguinaria; cada pequeña acción la planeaba mil veces y tenía que estar todo bajo su control, no dejaba que nadie que no fuese su padre o su prometido se acercarán más de 1 metro a ella, era mucho más distante de lo que ya era y no confiaba ni en su sombra; cada que atacaban un lugar ella no tenía piedad.

-Físicamente había subido un poco de peso, no era muy notorio a simple vista con su uniforme pero al menos con ropa normal si se notaba, sus ojeras eran muchísimo más notorias, se había cortado el cabello poco abajo de los hombros y se había teñido algunos mechones de color rojo, ya no sonreía como antes y ahora parecía que algo le molestaba siempre, mientras que su voz había cambiado ligeramente.

-Nath...¿porque quieres hacer esto?

-Tengo mis razones, aparte de que si realmente lo ama tanto como dice no atacará los lugares donde estaría el, así que son puntos a nuestro favor.

-¿Crees que acceda?

-Obviamente si.

-¿No estás cansada de la guerra?

-Lo estoy desde el momento que inició, pero no me pienso rendir ni en broma- De un momento a otro Nath empezó a toser, se cubrió la boca con un pañuelo cuando se lo apartó notó que tenía sangre y casi al instante lo ocultó para que su copiloto no lo viera.

.   .   .

-En otro lugar-

-Yuri sentía la fría brisa del bosque chocar con su cara y revolver sus rubios cabellos, estaba disparando las flechas sin pensarlo tanto, las lagrimas en sus ojos le caían a mares si su padre lo viera ahora mismo seguramente lo regañaría o castigaría, extrañaba los momentos donde podía hablar confiadamente con Nath.

-Apenas el primer día ya le había contando toda su vida, era la figura materna más cercana que tenía y no podía ni pensar en que algo malo le pudo haber pasado, sus labios temblaban levemente amenazando con soltar un sollozo; de un momento a otro sintió la presencia de alguien detrás suyo, esperaba que no fuese su padre que lo fuese a buscar por la hora que era.

-¿Tan fuerte fue la discusión?-Peguntó una voz neutra a sus espaldas, Yuri casi al instante volteó y vio a una chica de cabello corto y con un uniforme que juraría y era de los nazis, por un momento no la reconoció hasta que se limpió las lagrimas y la vio  claramente.

-¡MADRE!-gritó mientras se abalanzó contra ella para abrazarla, está vez no se reprimió y soltó lagrimas sin parar, estaba sumamente feliz de volver a verla- Pensé que no volverías....

-Eh...-dijo mientras lo tomaba del mentón y hacia que la viera a los ojos- Prometí que no te abandonaría, yo nunca rompo mis promesas.

¿Continuará?

(825 palabras)

No confies en mi...(¿omegaverso?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora