Capítulo Quince

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El cenar con Lisa una vez por semana se había vuelto rutina. Henry adoraba cenar con ella, sabia lo feliz que se ponía cuando pasaba tiempo con Lisa. Lo cual hacia Jennie feliz a mi también. Así que cenar con Lisa una vez por semana no era mala idea.

Así fue como comenzaron a pasar mas tiempo juntas, ya que Lisa no quería perder mas tiempo separada de Henry.

Lisa comenzó a ser mas atenta con Jennie. La castaña se dio cuenta que Lisa comenzó a portarse como lo hacia antes. Le compraba flores de vez en cuando, le abría la puerta, y la hacia reír con sus chistes los cuales unos eran buenos y unos no tanto. Lo que mas extrañaba Jennie de Lisa eran los chistes y la forma en que la hacia reír.

Las cosas comenzaron a sentirse como antes, solo que esta vez había un niño de por medio.

Jennie podía negar que cada vez que la veía, sentía como su corazón latía rápidamente. Era obvio ya que Lisa seguía igual de hermosa que antes. Y no hablemos de esos hermosos ojos que siempre la hipnotizaban y la ponían nerviosa cada que Lisa la miraba. Lisa sabia el efecto que tenia sobre Jennie, así que siempre que podía, la ponía nerviosa. Poco a poco Jennie comenzó a sentir ese pequeño sentimiento que sentía antes cuando Lisa la miraba de esa forma.

Y sus labios, tan hermosos y rosados. Jennie había olvidado lo suave que eran, hasta que un día que Lisa la tomo por sorpresa y le robo un beso. Jennie pensó en abofetearla y decirle que tenia que respetar su espacio pero no hiso absolutamente nada mas que responder el beso.

Había besado sus labios por varios años que besarse nuevamente no fue extraño para la castaña. Los labios Jennie no habían sido besados por varios meses, así que era de entenderse que sus labios extrañaban ser besados.

Una noche después de cenar, Lisa se había ido a la sala a contestar una llamada importante de trabajo mientras Jennie alistaba a Henry para dormir. Al terminar su rutina y asegurarme que se había quedado dormido, Jennie salió a la sala donde Lisa estaba. La castaña se sentó al lado de Lisa en el sofá.

"Se quedo dormido inmediatamente" Jennie tomo su copa de vino tomándole un poco.

"Es demasiado dulce. Aun no creo que haya compartido su postre conmigo" Dijo Lisa también tomando vino.

"Es la primera vez, normalmente no comprarte dulces o postres con nadie"

"Sera porque le agrado demasiado, buena suerte la mía" Jennie no pudo evitar reír un poco al escuchar eso, también era por que el vino se le estaba subiendo un poco.

"Si, que suerte la tuya" Dijo la castaña perdiéndose en los ojos de la pelinegra nuevamente, eso se había vuelto costumbre para Jennie nuevamente.

"Si, muy buena suerte..." Jennie se dio cuenta como Lisa comenzó a cerrar la distancia entre ellas. Jennie quería alejarse un poco para mantener la distancia, pero los ojos de Lisa no permitieron que se alejara. Al contrario, Jennie acercó a Lisa un poco también.

Jennie se perdió en los ojos le la pelinegra unos momentos sin decir nada y sin darse cuenta, Jennie puso su mano derecha sobre rostro de Lisa delicadamente. Su piel era tan suave, Jennie acaricio su rostro un poco hasta que llego a sus labios. Jennie acaricio los labios de la pelinegra con su dedo índice mientras mordía su labio inferior un poco.

La respiración de Lisa se acelero un poco al sentir el tacto de la castaña sobre sus labios. Lisa siguió acercándose a Jennie al sentir su respiración tocar el rostro de Jennie. Jennie sabia lo que Lisa quería hacer, quería cerrar el espacio entre ellas así que Jennie la dejo hacerlo. Jennie cerro los ojos al sentir los labios suaves de Lisa pegarse a los de ella. El beso fue lento y cálido, Jennie respondió el beso de la misma forma, disfrutando de los labios le la chica alta cada instante. Jennie sintió como Lisa comenzó a intensificar el beso. Jennie quería seguir besándola de la misma forma, pero necesitaba recuperar la respiración.

Jennie se separo un poco mirándola detenidamente, Lisa no dijo nada tampoco. Solamente la miro de regreso. Había algo diferente en su mirada, Jennie podía ver el deseo en sus ojos. Jennie se sentó a horcajadas en su regazo en un rápido movimiento y tomó su rostro entre sus manos besándola nuevamente. Esta vez el beso no fue lento y delicado, estaba lleno de pasión. El beso fue intenso, lleno de deseo y desesperación.

Lisa dejo que Jennie llevara el control, lo único que ella estaba haciendo era responder el beso de la misma forma. Jennie el beso aun mas cuando la punta de su lengua toco el labio inferior de Lisa pidiéndole permiso. Lisa abrió sus labios un poco dejándola entrar y explorar su boca con su lengua. Sus lenguas comenzaron una pequeña batalla de dominancia hasta que la castaña tuvo que romper el beso para tomar aire.

Jennie se levanto de donde estaba y le ofreció la mano a Lisa. La pelinegra no dijo nada, solamente tomo la mano de la castaña levantándose también. Caminaron hacia la habitación de Jennie, sin perder contacto.

Una Segunda Oportunidad (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora