El principio de la aventura.

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Me encaminé hasta donde se encontraba él. Comencé a reconocer poco a poco la canción que estaba tocando.

Frente a él, quedé parado admirando la genialidad de su acto. Tenía una buena voz, afinación excelente. Por demás estaba decir, que también su gusto musical era maravilloso.

Él llevaba casi el mismo vestuario que yo, una camiseta negra, unos jeans y una camisa de cuadros rojos y negros atada en la cintura.
La gente pasaba por su lado, algunos dejaban cosas dentro de su sombrero, otros ignoraban totalmente la existencia del chico.
Un par de jóvenes estaban detrás de él, observándolo, sonriendo y acompañando al chico que cantaba.

Muchas risas y cantos a capela eran reproducidos desde el fondo donde se hallaba el muchacho, quien era el que se llevaba gran parte del crédito.

Me quedé observando, tarareando la canción que sonaba.
Poco a poco, la guitarra iba perdiendo fuerza y su voz se iba volviendo tenue. La canción había llegado a su fin.

- ¡Eso estuvo genial!. - Exclamé con una enorme sonrisa.
El chico miró hacía donde estaba, y con una sonrisa dejó su instrumento a un lado, para luego acercarse a dónde me encontraba.
- Muchas gracias. - Contestó el chico, esbozando una gentil sonrisa.

- Es una buena canción, y la has entonado perfecto.
- ¿Lo dices en serio?. - Preguntó el chico, con un aire de sorpresa. - Sentí que desentone un poco al final...

- Oh, no. Lo has hecho muy bien. - Sonreí. - Eres el primero que veo cantando por aquí, la verdad es que me alegró ver tu show.
El joven sonrió aún más, podría decir que hasta sus ojos brillaron al escucharme decir esas palabras.

- Oh, solo intentaba ganar algo de dinero. Pero me alegra saber que alguien aprecio mí pequeña interpretación. - Comentó el muchacho, aún sonriendo. - Me llamo Isaac. - Dijo, extendiendo su mano en forma de saludo cordial.

- Mucho gusto, Isaac. - Contesté, accediendo al apretón de manos.
- ¿Y bien? - Preguntó Isaac.

- ¿Qué?. - Consulté confundido.

Isaac dio una ligera risa al notar mí confusión ante su pregunta.

- ¿Cuál es tu nombre? Forastero. - Contestó dando una leve risa al final.

Eso me había tomado por sorpresa. Nadie en todo el tiempo que llevaba aquí me había preguntado siquiera quién era yo. Lo cual me pareció normal, ya que aquí nadie sabía mí existencia o de donde provenía exactamente.

Me tomé unos segundos para pensar en lo que iba a contestar. Aquí nadie me conocía realmente, no era Ken, no era nadie. Podía ser quien realmente yo quisiera ser. Eso me produjo una sensación clara de seguridad y alegría en cierto aspecto.

Ya no iba a ser el objeto de una muñeca, el accesorio sin importancia o simplemente la decoración de una lujosa casa rosada.
¿Quién sería realmente ahora?.

- Me llamo... Arón. - Respondí sin titubear demasiado.

- Oh, entonces... El gusto es mío, Arón. - Contestó Isaac, apretando mi mano para luego dejar el saludo suavemente.

- ¿Eres de por aquí?. - Preguntó con curiosidad.

- No, no. Yo no soy de aquí. - Contesté rapidamente. - Llegue esta mañana, y realmente no conozco a nadie.

Noté la calidez que desprendía el joven. Pese a su atuendo y canciones deprimentes, parecía ser un buen muchacho.

- Entiendo, y por lo visto estás escapando. ¿No? - Comento mientras dirigía su mirada hacia mí mochila y mí guitarra, al parecer sacaba conclusiones bastante rápido.

Kenneth Carson, ¿Quién Soy?. (Barbieland 2023).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora