Konosuba: Obsesión

Prólogo

Prólogo: Mirada obcesiva.

Sus ojos se fijaron detenidamente en él.

Claire: ¡Ahí están, atrápenlos!

Era una fría noche, la luna llena alumbraba cierta ciudad. El Capitolio era hogar de un sinfín de personas, lugar en donde residía la mismísima realeza del país.

"¡A la orden!", dijeron los caballeros al unísono, y fueron tras las personas a los que su Señora había señalado.

En cierto castillo, en el centro de la gran ciudad, estaba ocurriendo un evento que podía ser considerado como ilegal. Ojos verdes parpadearon atentos, emocionados y excitados, y una sonrisa se posó en sus labios anticipándose.

Kazuma: ¡Big Boss prepárate!

Era después de media-noche, pero aun así había un cierto alboroto. Un dúo de ladrones se encontraba asaltando el Castillo, batiéndose en duelo con todos los guardias que se pusieran delante suyo.

Claire: ¡Esto se acabó, ladrones! ¡Ríndanse en este momento y por lo menos tendrán un funeral después de su ejecutamiento!

Claire bramó, justo cuando varios guardias empezaban a rodear una vez más a Kazuma y a Chris. Un aire de tensión se manejaba, los guardias dudaban por momentos, pues detrás de ellos yacían los cuerpos de varios de sus compañeros inconscientes.

Kazuma: ¡Salgan de nuestro camino, el Grupo de Ladrones Enmascarados tiene una misión muy importante que realizar! ¡Si no quieren resultar heridos será mejor que se aparten!

"¡Cuidado, el de la máscara tiene suficiente mana para rivalizar con alguien del Clan de los Demonios Carmesí!", advirtió un guardia que estaba en el frente.

Claire, que escuchó eso, abrió los ojos y estudió detenidamente a Kazuma, todavía sin saber quién era en realidad. Rain a su lado estaba esperando órdenes para lanzar sus encantamientos sobre los ladrones.

Rain: Hemos cortado todas sus vías de escapes. ¡Intrusos, ya no tienen a donde ir!

Estaban rodeados, pero justo cuando Chris y Kazuma estaban por actuar, pararon inmediatamente. De fondo, unos pasos se oyeron venir.

Un silencio rodeo el pasillo y algunos caballeros se apartaron para dejar paso al héroe.

El sonido de la ardura golpear el piso, y un aura de confianza y poder fue lo que se encontraron al ver de quien se trataba.

Mitsurugi: Ya estoy aquí, Claire-san. ¿Son ellos los infiltrados? El de la máscara se ve muy fuerte. Yo me haré cargo de él, por favor ocúpense ustedes del otro junto a los caballeros.

Y dicho eso, todo podría haber sucedido normalmente... Pero...

Mitsurugi desenvaino su espada, listo para atacar, poniéndose en posición de combate.

Chris: Asistente-kun, esto no me gusta nada. Nos encontramos rodeados y son demasiados -siseó a Kazuma en voz baja, examinando todo el lugar viendo que era verdad: no había salidas.

Kazuma: Tranquila, Big Boss, si derribamos al más fuerte, los demás se acobardarán dándonos una oportunidad de escapar.

Kazuma devolvió el susurró a Chris, pero siendo igualmente escuchado por Mitsurugi.

Mitsurugi: Pude oírte, y sonaste muy engreído. ¿Realmente crees que puedes derrotarme? Parece que te he sobrestimado, pero, aun así, no me harás bajar la guardia, incluso si no traes armas contigo.

Kazuma chasqueo los dientes. La tenía difícil ahora, Mitsurugi había desenvainado su espada, por lo que no podía congelarlo en su lugar. Una de sus ideas quedó descartada.