Dakota

capitulo 5

Capitulo 5

Emmet despertó sintiéndose el lobo más afortunado del planeta. De un momento a otro había pasado de de un lobo solitario y sin manada a convertirse en un lobo apareado. 

Con un omega, dijo su lobo con orgullo, 

Cierto,   Un omega.

Y el más hermoso del mundo, insistió el alfa en el. Emmet se giró a observar a su compañero y no pudo menos que estar de acuerdo. El cabello de un rubio cobrizo estaba desparramado en todas direcciónes sobre sus sábanas. No tenía idea de en qué momento habían conseguido volver a su casa en el calor del celo, pero lo había hecho. Y su ahora compañero dormía como un ángel lleno de marcas de amor por todo su cuerpo. Emmet observó el cuello de su compañero por instinto. Orgullosamente grabada por la luna lucía su marca de apareamiento, su reclamo. Olfateó el aire, fresas y bayas, aún estaba allí pero ahora había más, era más tenue, una parte de su propio olor había matizado el de su omega.

Su omega… las palabras eran dulces en su boca. 

Y nuestro cachorro… ronroneo el lobo

Emmet hizo una segunda toma a ese pensamiento.

Que…?

Nuestro cachorro de alfa 

Que?

Emmet inhaló una segunda vez intentando detectar los matices en su Omega, el olor del celo llenaba toda la habitación atontando sus sentidos, pero si se concentraba podia oír  un segundo latido. 

Mierda. El humano en él entró en pánico mientras el lobo retozaba orgulloso, el instinto haciéndose cargo cuando el impulso de protejer a su pareja y su hijo golpeó su pecho. Con cuidado de no despertar al joven en su cuarto lo acobijo en sus mantas, dakota se removió en sueños por un segundo antes de descansar plácidamente. 

Emmet suspiró rozando levemente sus labios por la frente de su pareja antes de salir del cuarto en busca de alimentos. Su pareja necesitaba comida, había convivido en una manada el tiempo suficiente para que los maestros le enseñaran lo básico sobre alfas y omegas, destinados y lo difícil y especial que era para un alfa encontrar a su pareja en un mundo donde los omegas prácticamente habían desaparecido. Emmet era un afortunado y debía honrar el regalo de la luna cuidando de su pareja y su hijo. Su cachorro. Mierda los cachorros de lobo crecían rápido, todo el embarazo duraba cerca de 60 días, el cuerpo de su pareja necesitaba alimento y confort, sabía por lo que le habían contado que el embarazo era una etapa muy difícil para los omegas, en especial los omegas hombres cuyo cuerpo enfrentaba los cambios del embarazo de manera más dura que las omegas hembras. 

Bebe, Omega preñado, comida. 

Cierto, comida, su pareja necesitaba comida. Saliendo de su aturdimiento se obligó a dirigirse a la cocina. Lo primero que lo golpeó fue el olor a muerte seguido del jugoso aroma del tocino.

-Emmily… -medio gruñó, acostumbrarse al hedor de un vampiro siempre era mas difícil luego de un celo. 

La mujer pelirroja que en esos momentos se encontraba sobre la estufa se giró dejando un plato de huevos revueltos con jamón y tocino frente a el. 

-hay café y compré jugo-dijo señalando la heladera. -supuse que tú y ese otro cachorro bonito que trajiste contigo se levantarian con hambre.

-pareja- volvió a gruñir ganandose un golpe en la boca con la espátula.

-cierra el osico ¿Que te dije sobre gruñir?-emily le devolvió el bufido mostrando sus propios colmillos. El lobo retrocedió por instinto con otro gruñido y sus dientes afloraron en sus encías, normalmente emmet hubiera retrocedido ante el depredador, había salido instinto desde que conoció a la vampiresa, pero el segundo instinto más poderoso de proteger a su pareja lo obligó a plantarse y devolver el desafío. Emily y emmet se enfrentaron en un juego de poder de miradas, rojo y dorado, animal y vampiro, dos gruñidos de amenaza intentando someter al otro. 

En el fondo de su mente emmet sabía que emily no lo lastimaria ni el a ella, eran familia pero el instinto de ambos buscaba someter al otro. Si de una manda se tratara emily definitivamente sería el alfa y dos alfas tendrían al choque, su competencia de gruñido quedó interrumpida por un grito de horror proveniente del piso inferior. 

Emily y emmet intercambiaron una mirada de alarma antes de correr escaleras arriba

Hola mis amores, no es mucho pero lo estoy intentando, como sabrán o no, este año he perdido a dos familiares realmente cercanos y me está costando mucho volver a escribir