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Era un día normal en la casa de O'Hara, bueno... casi normal. Se podría decir que había algo que molestaba a Gabriella. Parecía muy nerviosa y revisaba constantemente su teléfono las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Actualmente estabas ayudando a Miguel a cenar, charlando y riéndote del pasado. Gabriella apareció de repente en la cocina, jugueteando con los dedos y mirando al suelo. Tú y Miguel se dieron la vuelta para darle una sonrisa.
"¿Está todo bien, amor? Parece que estás estreñida", bromeaste, que Miguel te dio un codazo.
"Uh-yo- uhm-yo no sé cómo decir esto, pero tengo un novio con el que he estado saliendo durante dos años y quiero que lo conozcan", confesó Gabriella.
Te sorprendió, pero no tanto como Miguel. Su mandíbula cayó al suelo, los ojos se abrieron, juraste que parecía que estaba a punto de desmayarse en el acto.
Te sorprendió más cómo tú y Miguel no se dieron cuenta. Pero para ser justos, Miguel está salvando constantemente la ciudad, y tú trabajaste a tiempo completo.
Miguel, por otro lado, estaba más sorprendido por cómo su dulce niña creció tan rápido. Podría haber jurado que tenía 9 años hace solo unos días. Oh, cómo pasó el tiempo.
Gabriella os miró nerviosamente a los dos mientras ambos teníais vuestros pensamientos juntos.
"¿Quién es este chico y qué es él..."
"Lo que tu padre quiere decir es ¿por qué no nos has contado de este chico antes?" Dijiste mientras interrumpías a Miguel
"Estaba muy nervioso por cómo reaccionarían ustedes" Gabriella dijo.
"Siempre te apoyaremos sin importar lo que sea, cariño", sonreíste.
"¿Cuándo conoceremos a este chico?", se quejo Miguel.
"Estaba pensando que podríamos tener una cena familiar con él aquí el próximo fin de semana", respondió Gabriella.
"QU-"
"Eso suena increíble, cariño" Sonreíste mientras cubrías la boca de Miguel con la mano.
Gabriella estaba muy contenta con tu respuesta y emocionada entró en su habitación a lo que suponías que le estaba enviando mensajes de texto a su novio sobre esto.
"¿Qué diablos y/n? Nuestra hija va a traer a un niño al azar a nuestra casa, ¿te parece bien? ¿Y si ese chico le rompe el corazón?" Miguel regañó.
"Oh, vamos, Miguel. Gabriella parece muy feliz con este chico. Dale una oportunidad, ¿recuerdas cuando conociste a mi familia por primera vez?" Has razonado.
"Bien, pero solo le estoy dando a ese chico una oportunidad. Si le rompe el corazón una vez, se arrepentirá incluso de haber pensado en hacerle daño", dijo Miguel.
