Amenaza estúpida

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Habían pasado unos días después de eso y Harry no podía sacarse de la cabeza la expresión de Snape al lastimarlo. Ahora ni siquiera dolía, pero su profesor parecía empeñado en evitarlo, a tal punto que ni siquiera le restaba puntos o despreciaba sus trabajos. Los gestos no pasaron desapercibidos por nadie. Neville preguntó por ello mientras ambos estaban solos, porque a pesar de su duda, sabía que no era buena idea preguntar por eso en presencia de los otros, menos con Ron metido entre ellos.

Harry se encogió de hombros, dándole la espalda mientras acomodaba sus libros. -No lo sé, Nev. Snape me ignora, y si quiere hacerlo, no es mi asunto- Contestó más duro de lo que pretendía. Escuchó el silencio del rubio, antes aclarar su garganta.

-Sabes, Harry, normalmente confío en tu palabra sin rechistar, pero ese comportamiento no es normal. ¿Pasó algo de lo que deba preocuparme?- Cuestionó. El brillo de preocupación en sus ojos hizo que Harry se sintiera culpable por esconderle eso, pero hay cosas que simplemente no podían compartirse. Tenía una sensación extraña en su pecho que le advertía de no revelar nada sobre eso, ya descubriría el porqué de su reacción.

-Nada, Neville- Murmuró en un hilo de voz. Miró en su dirección y le mandó la sonrisa más tranquilizadora que pudo. No obtuvo demasiado efecto, pero su amigo no insistió más.


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Ok, esto no podía seguir así. Le comenzaba a preocupar el como se comportaba Snape. A veces lo encontraba mirándolo fijamente, y cuando volteaba al sentirse demasiado acosado, desviaba la mirada.

Definitivamente no era normal.

En un arranque de valor, y probablemente estupidez, lo acorraló.

-Necesito explicaciones de porque se comporta así conmigo, y no acepto un no por respuesta- Demandó Harry, mirándolo fijamente. Definitivamente no aceptaba un no por respuesta.

Snape no se inmutó. Levantó una ceja en su dirección, y con voz altiva y firme contestó:

-No tengo porque darte ninguna explicación, Potter- Escupió. ¿Acababa de usar sus mismas palabras contra él? Solo con un movimiento, empujó el cuerpo del chico, caminando al lado contrario, Harry lo tomó de la muñeca.

-No, no debería, pero no creo que quiera que Dumbledore se entere de como me trató el otro día- ¿Estaba cometiendo un error? Probablemente, pero necesitaba respuestas, o seguiría sin dormir.

-Potter, le sugiero me suelte ahora mismo si no quiere pasar la próxima semana limpiando calderos-.

-No hasta que me explique- Snape gruñó. -Por favor- Agregó en un tono más suave, recurriendo a la amabilidad como última opción. Snape en ese momento perdió toda elegancia, y suspiró mirando hacia arriba, de manera tan familiar que el ojiverde se estremeció.

-Lo sabrá a su debido tiempo- Se liberó de Harry y caminó con prisa a las mazmorras, ondeando su capa detrás de él. Dejando de lado todo lo demás, Harry nunca sabría cómo hacía que su capa se moviera de esa forma y con tanta fluidez.


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La actitud de Snape volvió a la normalidad, haciendo que el Potter en realidad se lamentara no disfrutar la anterior en lugar de cuestionarse. También parecía volver con todo, no obtuvo respuestas, y aún así terminó castigado una semana por "ejecutar mal una poción" y ahora pasaría su tiempo libre diviéndose fregando calderos, su actividad favorita.

En el silencio, Harry siguió limpiando. He de decir que el día de hoy estaba mejor que cualquier otro, pero como el destino lo odiaba, terminó por tropezar. El ruido hizo eco, y los oídos de Harry terminaron severamente lastimados. Si las miradas pudieran matar, la de Snape lo tendría tres metros bajo tierra.

-¿No podías ser más ruidoso, Potter?- Se burló. Igual al padre, pensó casi con cariño, casi dejando salir una pequeña sonrisa, pero se abstuvo de hacerlo frente a Harry. Luego miró como este seguía limpiando, todavía aturdido. Nació una ligera preocupación dentro de él. Se sentó más recto y lo miró.

-¿Se encuentra bien?- El chico asintió con un estremecimiento, la respuesta no estuvo ni cerca de convencer al profesor, pero si insistía más resultaría aún más sospechoso que su actitud esos días. Aún así, lo estuvo mirando disimuladamente.

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Harry volvió a su dormitorio, solo deseando tirarse en su cama y finalmente dormir. No pudo, puesto que sentía la suciedad apegarse a su cuerpo.

Luego de casi dormirse en la ducha, finalmente se envolvió en los edredones, dejándose llevar por el sueño, que esperaba realmente lo hiciera sentir bien, y no solo como si hubiera parpadeado.

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Se despertó sintiéndose todo menos descansado. Se sentía a morir, pero tenía que ir a clases.

Apenas comió, recargado en el hombro de Neville, sintiendo sus ojos demasiado pesados.

-¿Estás bien, Harry? Pareces demasiado... Muerto-.

-Estoy bien, solo tengo un poco de sueño- Neville se rió.

-¿Poco?

-Oh, cállate. Solo no pude descansar muy bien-  Contestó, despegándose con mucho esfuerzo del hombro de su amigo.



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