La Alarma te obligó a salir de el mundo de los sueños, y por una parte, lo agradecías bastante, ya que, no era muy agradable soñar que un tipo loco con aires de grandeza acabara con tu pizzería mientras presumía que la suya era la mejor unas mil veces.
habían pasado algunas semanas desde que abriste tu pizzería, se podía decir que ya te habías acostumbrado a la manera en la que se dirije la ciudad, habías aprendido mucho sobre los gustos más comunes en pizza de las personas. Trataste de memorizar las recetas mas solicitadas, por más exoticas y dificiles de preparar que fueran, lo tomaste como una meta, y claro, despues de casi haber fracasado en un pedido de una mujer a la cual le gustaba que hubiese de todo en su pizza, y no mentia cuando literalmente te pidio una pizza con todo lo que había, casi te quedas sin ingrendientes despues de eso, era obvio que no podía volver a pasar, podría decirse que ahora estabas lista para todo.
O bueno, casí todo.
- Hola! Quisiera Tres pizzas con todos los avios por favor!.
La tableta que tenías en tus manos casi se te cae al escuchar el pedido, nunca nadie te había pedido algo de tal magnitud, no desde aquella vez en la que te pidieron 3 pizzas diferentes con ingredientes algo dificiles de conseguir.
- Oh! y casi lo olvido, pasalas por el horno dos veces - Termino diciendo con una sonrisa.
Decidiste Dejar la tableta en su lugar antes de que se rompiera debido a la fuerza extra que le estabas aplicando al sostenerla.
- Si - Te limitaste a responder brindandole una sonrisa finjida a la chica rubia, y despues de eso te fuiste casi que corriendo a la cocina a preparar lo solicitado
Una de las cosas que tambien habias aprendido era trabajar bajo presion y de manera rapida, ya que de una manera no muy agradable aprendiste que los clientes en general parecian tener un limite de paciencia en cada pedido de realizaban, al principio te parecio normal ya que cualquier persona tiene su limite en cuanto al tiempo, pero no habías conocido a ninguna persona a la que la paciencia le durara tan poco; y al parecer, la poca paciencia era una de las tantas costumbres extrañas en la ciudad.
Sorpresivamente, terminaste el pedido y entregaste las pizzas a la chica, y luego de que dijera algo sobre que se casaria con la pizza o algo así, te permitiste desplomarte sobre la barra para tomar un pequeño descanso, y vaya que fue pequeño, no te habías fijado de la hora en todo el día de trabajo que habías tenido, faltaba una hora para hacer el cierre habitual.
Te levantaste y procediste con el protocolo de limpieza del local.
Te detuviste un momento luego de limpiar un poco para observar tu local. No era la gran cosa, pero estabas orgullosa de lo que habías logrado, nuevos productos te habian llegado en los ultimos días, y tambien decidiste invertir en decoraciones y demás cosas para personalizar tu pizzzeria, deseabas con ansias que tus padres pudieran llegar algún dia a tu local para que pudieran ver lo que habías conseguido.
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Hornos, Salsa y una pizca de Amor
FanficPizza, por aquí y por allá, a cualquier lugar que vayas y dirijas tu mirada, pizza es lo encontrarás. En una ciudad donde la pizza reina, decidiste abrir tu propio local tomando el consejo de uno de tus amigos cercanos. Harias realidad muchas de l...