Capitulo 9: Rompe el control

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Miguel estaba encima del castaño con una fuerte mordida en el brazo dejando que su veneno corriera por el cuerpo del Alfa que intentaba alejar al Omega sin lastimarlo por su estado de gestación. El ambiente era tenso mientras el moreno le gruñia fuertemente a Peter viendolo como una amenaza para él. Sin aviso empezo a jalarse queriendo desgarrar el brazo del Alfa mientras Peter gritaba de dolor.

-Miguel... Soy yo- Le susurra el Alfa sintiendo los efectos del veneno en su cuerpo-. Recuerda quien eres... No te dejes controlar

Peter lo ve para acariciarle la mejilla mientras sus ojos se cerraban lentamente y su mano cae sin fuerza al estar completamente sedado con el Omega mirándolo con atención, lentamente abre la boca dejando caer al Alfa con sangre para olerlo con intensidad encontrando ese aroma que lo calmaba cuando estaba estresado, lentamente sus pupilas regresan a la normalidad para sacudir la cabeza al ver lo que había hecho. Su cuerpo se tensó y su corazón latió con fuerza mientras rugía lleno de dolor; Él no pudo haber hecho eso. Se pasó una mano por su boca para ver la sangre en la misma antes de retroceder lleno de culpa mientras su mente estaba en un limbo, uno que le decía tomar venganza por lo que había hecho bajo el mando de esa anomalía. Con una sonrisa maliciosa, se va corriendo del cuarto mientras buscaba a la anomalía siendo seguido por los Omegas que encontraba en su camino. Ya que era visto como su líder llegando en poco tiempo a donde estaba la criatura para rugirle enojado.

-Bien hecho Omega, aun sin su Alfa ya nadie podrá detener esto

Se acerca acariciando a Miguel del cabello mientras el moreno veía a los chicos decepcionados por lo que había hecho, su instinto se apodero de él y con un rápido movimiento muerde la mano de la anomalía mientras lo tiraba al suelo empezando a pelear con enojo tratando de alejarlo del control de los demás omegas. Su enojo fue tal que termino arrancándole un brazo mientras lo lanzaba a otro lado gruñéndole molesto.

-¡Quieto!- Le ordena mientras intentaba controlar a Miguel de nuevo-. ¡Tú me perteneces!

El moreno le ruge enojado acercándose a la anomalía sangrante, mostrándole los caninos en señal de enojo y repudio. Con un salto fuerte, logra cortar a la anomalía en la cara dejándola ciega mientras empujaba el cuerpo directo al vacío del lugar más lo sostiene con sus garras viéndolo con una sonrisa maliciosa

-Tu no controlarme, ¡Yo pertenecer Alfa!- Le grita desgarrándole una pierna con su fuerza antes de empujarla al vacío escuchando el grito de terror de la anomalía al caer.

Un silencio se creó en la base mientras los omegas salvajes se acercaban a los alfas y betas heridos que intentaban ponerles un algo para no tener problemas con ellos. El moreno ve eso para correr a con el grupo de chicos rugiendo con fuerza mientras intentaba tomar el control de los Omegas o al menos darles sumisión para que sus Alfas pudieran retenerlos. Los Omegas se detuvieron viendo al moreno con enojo mas este empezó avanzar con autoridad haciendo que todos retrocedieran mientras les gruñía en señal de que atacaría si avanzaban, Noir se le planto sin miedo mas Miguel se endereza en sus piernas dejando ver su vientre abultado y mirada enojada. Con un movimiento rápido lo tumba mientras le gruñía escuchando como este se iba calmando hasta quedarse tirado en el suelo. Lentamente los Omegas se fueron agachando en señal de respeto dándoles la oportunidad a los Alfas de poder controlarlos mientras el moreno se alejaba del grupo.

-Miguel...

El moreno se giró para ver a los 4 adolescentes y bajar la mirada alejándose lentamente. Ese día, Peter fue encontrado inconsciente en ese cuarto dejando ver que había sido por el veneno de Miguel; la dosis fue tal que lo dejo en coma por un mes más en ese tiempo, el moreno había desaparecido del cuartel preocupando a los chicos ya que el Omega estaba aún preñado y no podía estar sin alfa mucho tiempo o moriría.

-Lyla, ¿Aun no hay señales de Miguel?- Le pregunta el castaño que caminaba con un bastón producto de un efecto secundario del veneno

-No Peter... Después de dominar a los Omegas se fue sin dejar rastro

-Vale, sigue buscando. Por favor

Lentamente el Alfa llego a la oficina donde subió a la plataforma encontrando todo tal y como lo había dejado. Las mantas de Miguel seguían allí mas su ausencia se sentía mucho en el lugar, suspiro con tristeza ante la situación. Sabía que el moreno se culpaba por lo que había hecho y que estaría aún más enojado consigo mismo si supiera que por el veneno, su pierna derecha había quedado paralizada parcialmente. Peter suspiro para empezar a mover unas pantallas mientras veía a los Omegas ya rehabilitados en sus misiones, algunos aun con sus Alfas, otros solos pero ya en la Sociedad de nuevo.

-¿En dónde estás?- Susurra mientras movía otra pantalla para ver al instante una cámara que le congela la sangre.

El moreno estaba atrapado bajo una red de metal, se le veía agitado mientras intentaba escapar de esa trampa para cazar Omegas. Rápidamente se lanzó de la plataforma para dirigirse al área encontrando que todo estaba solo; por lo que dedujo que la trampa había sido puesta hace unos meses. Lentamente se acercó para sacar el bozal con la empanada empezando a moverlo, quería que el Omega hiciera lo mismo que la primera vez que lo atrapo, solo así podría hablar con él y poder ayudarlo con su culpa. El olor a comida capto la atención del moreno que con agilidad logro sacar la cabeza de la red y metía la cara en el bozal comiendo con desesperación. A Peter se le encogió el corazón al ver esa reacción del moreno pero debía ajustarlo antes de agarrar la correa con firmeza para sostenerle la cabeza en lo que abría la red, a los pocos minutos, el moreno estaba siendo llevado a la oficina del Alfa mientras lo retenía bien con el bozal. Estaba sucio, lleno de tierra y un poco delgado mas su vientre seguía visible.

-Te extrañe mucho Miguel- Le dice al momento de dejarlo en las mantas viendo sus ojos-. Sé que te fuiste por lo que paso aquella vez. No estoy enojado contigo

El moreno se movió incomodo mientras trataba de librarse del bozal soltando gruñidos de hambre, Peter lo acaricio del cabello permaneciendo firme en su agarre, con calma pidió algo de comer para el moreno que estaba un asustado por la presencia del Alfa. Al llegar la comida, el castaño tomo la decisión de agarrar a Miguel de un brazo mientras lo dejaba alimentarse no queriendo que se le escapara de nuevo.

Sálvame del dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora