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- Bienvenido al Cementerio Bada - dijo uno de los asistentes detrás de un escritorio - ¿En qué puedo ayudarle señor?

- Buenas tardes... Uhmm... - dijo Dan, mientras sostenía lo que era la urna de su abuela - Mi abuela falleció hace unos meses y... Me preguntaba si aún queda algún espacio en un columbario disponible para dejar su urna.

- Bien, tenemos espacios disponibles, y el costo de este sería de 310,000 wones ¿Gusta que el columbario este cerca de los jardines del cementerio o en un lugar cerrado? - dijo el asistente.

- Cerca de los jardines - contestó Dan.

- Perfecto, sígame, es por aquí - dijo el asistente, tomando su abrigo, y tomando unas llaves, haciendo una seña a Dan de que lo siguiese.

El área abierta del cementerio estaba cubierta de nieve, algunas de las lápidas estaban cubiertas de esta, y cientos de árboles sin hojas. Las personas se quedaban frente a las lapidas o se arrodillaban, se escuchaba un pequeño bullicio de la gente que hablaba.

- Normalmente el cementerio tiene más color por las flores que emergen o de los árboles o de los arbustos, pero cuando es temporada de invierno se ve más blanco el lugar — comentaba el asistente mientras caminaba por uno de los senderos del jardín —  En abril es cuando todo se ve más bonito, el árbol de allá es un cerezo, y es el corazón del lugar, cuando se abren las flores, tendría que ver porque hay un aura demasiado especial.

— Claro... El cerezo es muy grande — dijo Dan admirando aquel árbol, rodeado por un pequeño sendero de piedra y un riachuelo.

Después de caminar un rato, ambos llegaron a uno de los columbarios del lugar, techado como si fuera el más hermoso de los templos.

- Bueno Sr. Kim, aquí estamos.

— Es hermoso.

— A la mayoría de la gente le gusta vivir las urnas en las partes internas de este lugar, pero si me preguntas por mi preferencia, elegiría una de las más cercanas y que dan al jardín — dijo el asistente mostrándole algunos de los espacios que no tenían urna, muchas de las que estaban ahí eran muy bonitas, iban desde urnas de madera hasta de nácar, el mismo material del armario de su abuela.

— ¡Maldito rompehogares, mataste a mi mamá, maldito cabrón! — se escuchó a lo lejos, era una mujer golpeando a un hombre mayor.

— ¡Era mi esposa antes de la tontería de tu padre alcohólico! — sonó otra voz — ¡Ella era mía!

— Ehmm. Señor Kim, le daré tiempo para que vea que nicho elegirá, necesito atender algo urgente... Algunas personas están peleando en el área de velación, si no regreso es porque ando atendiendo a otra persona

— Sí, no se preocupe, vaya antes de que pase algo más grave.

El asistente reverenció y salió corriendo hacia donde provenía el sonido del pleito. Dan caminó por los pasillos que formaban los columbarios, viendo cual era el mejor lugar para su abuela. Escogió un lugar que daba a un ventanal con una preciosa vista del cerezo del lugar.

— Tal como pediste abuela, aquí estarás mejor, podrás ver a mi abuelo, y tal vez a papá — dijo Dan aún sosteniendo las cenizas de la fallecida.

Volteando a ver hacia afuera, por uno de los múltiples senderos, reconoció al azabache caminando por uno de estos, con un ramo de rosas blancas en una de sus manos.

— ¿Jaekyung? — dijo en silencio Dan. 

La imagen de Jaekyung llorando aún lo perseguía en las noches, haciendo que su cabeza le recordaba que él fue el culpable de aquella reacción.

— ¿Será prudente seguirlo? — se preguntó el castaño, viendo hacia donde se dirigía el peleador — Yo creo va a seguir estando ocupado el chico, se ve que se armó un mega embrollo.

Dan empezó a caminar, recordando cual era el camino que el azabache había tomado. Para acercarse un poco más rápido, el castaño cortó camino por un sendero que lo llevaba al cerezo, al cual tuvo que rodear y empezó a caminar.

— ¿Es él? —dijo una señora.

—¿Ese no es Joo Jaekyung? — se escuchó la voz de un señor mayor

— Hace años que él no viene aquí — dijo una señora de la 3ra edad.

¿Años? Dan estaba sorprendido por aquella información. El castaño siguió caminando hasta ver que el azabache estaba colocando las flores en frente de una lápida, Dan se detuvo a escasos metros de distancia. Aquella tumba estaba muy apartada de todas las demás.

— Hola mamá, papá — sonó la voz de Jaekyung, quien sonaba bastante apagada — Lamento mucho no haber venido... Desde hace 8 años... ha pasado mucho tiempo desde que hablamos. Me ha estado yendo bien, obtuve el titulo de campeón, abrí mi gimnasio junto con el entrenador Park, también compré la casa en la que vivíamos y me hice de un penthouse también... Aunque no todo es... no todo es miel sobre hojuelas... Lastimé a mucha gente, incluso a los que no se lo merecían...

La tumba era de los padres de Jakeyung, Joo Jaesung y Joo Eunkyung. Dan solo estaba ahí, en silencio, con la urna de su abuela en sus manos.

— Y también... hay algo que necesito compartir con ustedes —  las lagrimas se hacian presentes en el rostro del azabache — Me enamoré de un hombre, sí, me gustan los hombres... él es mi doctor, ese sentimiento de enamorarse es muy hermoso, tal cual me decías que se sentía mamá... Pero cometí errores, y ahora estoy solo otra vez.

Jaekyung no tardó en arrodillarse y romper en llanto, sus sollozos eran muy silenciosos.

— Ahora, al hombre, al hombre que amo, porque a pesar de haberme pagado con la misma moneda, me siento desecho por como resultaron las cosas con él... Ya no sé qué hacer. Es aquí cuando más necesito su guía — la voz de Jaekyung apenas se le entendía lo que decía por lo mucho que esta temblaba.

Dan, haciendo el menor ruido posible, se fue acercando más.

—  A veces me pregunto si estarían orgullosos, o si estarían decepcionados — dijo Jaekyung — He cambiado... Y sigo intentando cambiar... pero a veces, y más ahora, que siento que ya no es suficiente.

Dan solo observaba en silencio, sintiendo empatía por Jae mientras continuaba escuchando. Las lágrimas del azabache se hundían en la nieve.

— ¿Qué hago ahora, mamá, papá? —  la voz de Jaekyung era un hilo nuevamente — Necesito de su sabiduría y la fuerza para saber qué hacer. Tendré mucha fuerza física... Pero aún así muy dentro de mí... Me siento débil... y vacío.

Dan empezó a acercarse sin hacer ruido. Aún no sabía si hablar o no. No fue hasta que el azabache se levantó cuidadosamente.

— Su nombre es Kim Dan, es mayor en edad pero más bajito en estatura que yo, su cabello es castaño claro y sus ojos son de un hermoso color miel — decía Jaekyung — Es muy apuesto, es médico, gracias a él aprendí a jugar juego de mesas, aunque en todos perdía — continuaba, mientras sonreía ligeramente y con la manga de su abrigo se limpiaba las lágrimas — Todo terminó mal, y por mi culpa... y al parecer aún me odia por como lo traté en un principio... Me lo tengo merecido.

— Jae.

Jaekyung se sobresaltó, y volteó a ver hacia atrás, encontrándose con el castaño parado a tan solo unos escasos metros de él.

[FANFIC/AU] Sólo es un contrato (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora