un amor de 3 / tn x merlina y enid

vampiros estúpidos

Luego de que me pajea-ejen-descansara, me quedé un rato en el teléfono acostado. Pasado un tiempo, me quedé dormido.

Me desperté muy temprano y salí a trotar, creo que fueron unas 3 horas corriendo. Luego regresé al dormitorio y cuando abrí la puerta, vi a Enid en ropa interior, ya que se estaba cambiando.

TN: Pff, hasta tus pantaletas son rositas, jajajaja, y tienen ositos, jajajaja.

Enid: Pervertido. - Está me lanzó un cuchillo que tenía cerca, el cual esquivé y salí de la habitación cerrando la puerta.

TN: Si mal no me equivoco, debería ser aquí. - Abrí la puerta de una sala donde estaba una nota con mi uniforme al lado.

La nota decía: "Señor Van Hellsing, este es su uniforme. No se lo entrego personalmente porque después me querrá matar".

TN: Qué estúpidos. Al final, toda esta maldita academia va a arder. - Salí de aquella sala y regresé al dormitorio. Al parecer, la gótica culona y la rubia ya se habían ido.

Me cambié y me dirigí al salón 1B. Cuando entré, capté las miradas de todos.

Maestra: Muy bien, preséntate.

TN: Bien, yo soy TN. Un gusto conocerlos. Espero llevarme bien con ustedes.

Maestra: Tu apellido.

TN: ¿Es necesario?

Maestra: Sí.

TN: - Suspiro - Soy TN, TN Van Hellsing.

Al oír ese apellido, todos parecían alterados y confundidos.

Maestra: Tranquilos, tranquilos. No les va a hacer daño. Él entró aquí porque posee una habilidad peculiar. Bueno, TN, elige un asiento.

Miré hacia los lados, vi un asiento libre en la esquina y me dirigí hacia él. Mientras daban la clase, podía sentir cómo todos, incluso Enid, me querían matar con la mirada.

Enid: Tn, ¿qué se te ofrece?

TN: ¿Por qué? Me agradan tus pantaletas de osito.

Enid iba a decir algo cuando 6 vampiros se acercaron

— 1: Con que tú eres el Van Hellsing.
— ¿Qué les parece si le damos una lección?
— Me parece bien.

TN: (Me encantará masacrar a estos idiotas).

Enid: Oigan, no le hagan nada (porque yo mataré a este pervertido).

— ¿Y qué harás? ¿Te convertirás en loba? Jajaja, cierto que no puedes.

— Jajaja.

— Ya, golpeemos a este idiota.

Uno de ellos se acercó hacia mí, intentando golpearme, pero con una sonrisa diabólica frené su puño y le propiné una patada en la cabeza, torciéndole el cuello y haciéndolo caer al suelo.

TN: Les recuerdo, idiotas, que fui criado y entrenado por los mejores cazadores de vampiros.

— MALDITO. - Me gritó, para luego sacar sus garras e intentar apuñalarme. Lo esquivé y con facilidad le arranqué la mano, clavándosela en la cabeza.

Los otros cuatro se abalanzaron hacia mí. Uno intentó una patada, pero le rompí la pierna, lanzándolo por la ventana. Otro quiso apuñalarme con un lápiz, pero hice aparecer una estaca de hielo del suelo, enterrándola en su cabeza. Los dos últimos intentaron escapar, pero les arranqué la cabeza con cuchillas de hielo.

Enid: Tn, los... los mataste.

TN: Disculpa por tan sangrienta escena, pantaletas de osito, no los maté. Son vampiros, mientras no les atraviese el corazón, podrán regenerarse. Mira.