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-¿No crees que debemos avisar a alguien que vamos a estar aquí?

Sergio caminaba con nerviosismo, era la primera vez que no le decía a sus padres la verdad completamente, era verdad que iba a quedarse a dormir en casa de Carlos, pero no había mencionado nada de la dichosa fiesta a la que su mejor amigo lo había arrastrado, se sentía mal por no decir la verdad, pero Carlos lo había convencido de que solo sería un rato.

-Fernando lo sabe, si algo sale mal, él vendrá a buscarnos, nos llevará a mi casa y haremos como si nada hubiera pasado.

Sergio asintió no muy convencido, y es que siempre le contaba a sus padres todo lo que hacía, la base de cualquier relación era tener confianza, hablar de las cosas y no guardar secretos, tal vez le contaría a sus padres al día siguiente, tal vez recibiría un castigo por parte de su padre, no duraría mucho al ser honesto, sin embargo, podría pedir permisos para ir a fiestas libremente, eso si, había cosas que sus padres no tenían que saber o si no lo correrían de su casa.

Y es que a pesar de tener ya 20 años, era el más pequeño de su familia, sus hermanos ya tenían sus vidas hechas, pero él seguía bajo el techo de sus padres, no le molestaba en lo absoluto, pero sabía que pronto debía volar, aunque sus padres siempre le daban todo para que Sergio se quedara en su casa el mayor tiempo posible.

Su vida se basaba en estudiar en la universidad, pintar cuadros, de vez en cuando salir con el hijo del mejor amigo de su padre, pasar las tardes jugando con Carlos o evitar encontrarse por los pasillos con Max Verstappen, su vida era sencilla, tranquila y sin drama innecesario que lo hiciera destacar por Mónaco.

Así que ahí estaba, caminando por la noche con Carlos, Lewis Hamilton le mandó un mensaje, cosa que hizo que Sergio sonriera y tomara del brazo a Carlos para responderle sin tener que ver el camino.

Lewis Hamilton, era cinco años mayor, sus padres se habían conocido por los negocios del señor Pérez cuando Lewis aún tenía 3 años, dos años después, los Pérez dieron la bienvenida a Sergio y Lewis siendo un curioso, siempre estaba pegado a Marilú intentando ver la pequeña bolita que sostenía en sus brazos.

Lewis había estado con él toda su vida, literalmente, aunque después de un tiempo se distanciaron por la exigencia del señor Hamilton en poner al frente de sus negocios a su hijo, aunque ahora, tanto Pérez como Hamilton insistían en juntar a sus hijos para así tener el imperio empresarial entre ambos, cosa que estaba saliendo muy bien, Lewis solo había tenido ojos para Sergio, y Sergio comenzaba a sentir algo por su viejo amigo, o eso creía por el nerviosismo que sentía cada que estaba con él.

Sergio no dijo algo sobre la fiesta, pero Lewis sabía que estaba con Carlos, así que le daba su espacio para no verse tan intenso.

Llegaron a la casa donde se daba la fiesta, y claro que reconoció de quién era la casa y quién había organizado la fiesta, así que se detuvo de la nada haciendo que Carlos se hiciera para atrás de la inercia. ¿Le importaba quien estuviera ahí? Claro que no, su comodidad era primero.

-No voy a entrar a la casa de Verstappen.

Carlos fingió una sonrisa al ver cómo Charles y Max los veían, si bien la casa era de Max, él y su mejor amigo eran los anfitriones, y ambos habían sido bien educados, recibiendo a los invitados que ellos consideraron, así que esperaban a Sergio y Carlos mientras el mexicano se iba hacia atrás.

-¡Te prometo que vamos a estar tú y yo juntos toda la fiesta! No voy a tomar tanto y Fernando está pendiente, ¡Por favor!

Sergio giró los ojos, si había alguien en el mundo que pudiera poner de malas a Sergio, era Max Verstappen, un chico rubio, dos años mayor que él, compartían algunas clases, el chico se veía extranjero, y pensó que podrían ser amigos al venir de diferentes países el primer día de clases, pero no, Max le hizo el feo y se fue, desde ese entonces, Sergio lo detestaba.

We Become We ~ A Chestappen Fanfic ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora