Capítulo 7: Colmena

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Llevo varios días en mi habitación, recuperándome de una fisura en la costilla que me produjera el balazo del guardia.

La falta de actividad está por volverme loca. Los sucesos tan intensos vividos antes de este encierro vuelven a mi mente, que no puede remplazarlos con nuevas emociones.

Lo recuerdo, cargándome en sus brazos, y corriendo después de cumplir nuestra misión y como se encargó de que me atendieran sin demora.

En realidad, no podría pedirse más. Me tiene encantada, y encima, lo sabe.

Menos mal, tengo unos días para enfriar mi cabeza y no dejarme llevar por los sentimientos, no es el momento.
Ya no me engaño respecto a mis sentimientos por él, lo quiero, de eso estoy segura, pero sigo si ver como seria mantener una relación en las presentes circunstancias.
Quiero vivir un amor, que me de felicidad, no que aumente mis problemas.



Para pasar el rato, sigo en el noticiero el avance de la investigación del atentado.

No tienen mucho, fuimos muy cuidadosos en no dejar pistas. El periodista dice que fue un grupo de terroristas que quieren destruir nuestra pacifica sociedad. Si claro.

Que la investigación sigue, y pronto darán con los culpables.

Esta noche me siento más nostálgica que nunca, extraño a todos, en especial a Caleb.

Aunque no permito que nuestra relación avance, el verlo todos los días era un consuelo.

Ahora encerrada, casi sin poder moverme y sin saber mucho de nadie, me enverga el desánimo. Nos pidieron que no salgamos de nuestra casa, ni hiciéramos contacto con los del grupo, para disminuir la probabilidad que nos relacionen.

Me esfuerzo por moverme un poco, aunque solo sea para ir a la ventana a tomar aire. El apretado vendaje me dificulta moverme, pero llego, el aire fresco me hace bien. La noche esta preciosa, con la luna llena derramando su luz de plata sobre los húmedos jardines.

De repente, una piedrita me rosa el pie, miro hacia bajo y es él, que me saluda.

La emoción me gana, no puedo negar mi alegría de verlo, era todo lo que necesitaba.

Sin pensar dos veces, le hago una seña para que suba.

Ágilmente, en dos o tres movimientos esta junto a mí, se ve más guapo aún, o será mi deseo de verlo. Aspiro disimuladamente, para disfrutar del suabe perfume masculino que emana su camisa, seguramente puesto en mi honor.

Me doy cuenta de que me estoy dejando llevar, pero es que este chico no colabora.

—¿Como estas? Quería venir antes, pero nos prohibieron salir, pero hoy ya no resistí y aquí me tienes, ¿Te duele? dijo acariciando mi vendaje, podía percibir lo preocupado que estaba, su ternura llenaba la habitación.

—Estoy bien, ya casi no duele, si no me muevo mucho, pero el aburrimiento me está matando, no debiste venir, es muy peligroso —le dije, tratando de sonar convencida, la verdad estaba feliz de verlo.

—Ya no aguantaba más sin verte —me dijo acercándose peligrosamente a mis labios, seductor, él podía percibir que yo estaba encantada de verlo —Basta Naty, sabes bien que somos el uno para el otro. Déjame quererte, no me corras más.

—Sabes bien que me derrito por ti Caleb, pero necesito saber que tuvimos éxito, que ya no nos implantaran los paradigmas y que hay un futuro para nosotros, por favor, si me amas respeta mi voluntad.

—Está bien, te demostrare que puedo esperar por ti, con saber que tú también me quieres me es suficiente, por ahora. Ven siéntate, no te canses —. Con ternura me dirigió a la cama y me ayudo a recostarme, mientras tomaba mi mano y la besaba.

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