°•★☆the rose☆★•°

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Naoto ya pasaba cinco meses tratando de encontrar a su esposa desaparecida, había pasado varios días sin dormir, las ojeras se marcaban bajo sus ojos, su piel estaba palida y su pelo desordenado

—Naoto—le llamo Hina desde la puerta de la habitación de invitados— debes comer

—comeré en unas horas—hablo con cansancio mientras seguia mirando algunos papeles

—eso dijiste hace cinco horas, Naoto, debes tomar un descanso, llevas meses así

—¡no necesito descansar!— le interrumpio con enojo, en pocos segundos miro a su hermana mayor y la abrazo— lo lamento, pero... no puedo, jure que la protegería con mi vida...

—Naoto...

Hinata miro con tristeza a su hermano menor, entendía el dolor y la preocupación que sentía, ella también estaba preocupada por takemichi

Ese día Naoto llego como de costumbre a casa, en sus manos llevaba un pastel de fresas, el favorito de takemichi y el primer pastel que comieron juntos en su primera cita, se extraño al no ser recibido por su esposa como era costumbre, se dirigió a la cocina dejando el pastel en la mesa

—¿Take? ¿Estas arriba?— pregunto, sin recibir respuesta alguna

Tenía un poco de nervios al estar en completo silencio, subió a la habitación que compartía y no habia señal de su esposa, los nervios aumentaron y rápidamente llamó a Hina, amigos y familiares

... ninguno de ellos había visto a Takemichi en todo el día, a pesar de que ella siempre hablaba con ellos todos los días, pero ese día no fue así. Naoto volvió a su trabajo y pidió ayuda a sus compañeros, algunos dijeron que seguro era una exageración y solo estaría paseando, pero Naoto la conocía, ella no era mujer que saliera mucho de casa y menos sin antes decirle a alguien

☆★

Takemichi estaba con Emma en un jardín lleno de girasoles y margaritas, hace unos días manjiro le había permitido salir de la habitación

—¿no es divertido estar aquí?

—un poco Emma...

—... ¿aun no te acostumbras?

—la verdad no... me es difícil sentir que estoy segura en este lugar

Emma se quedó en silencio mientras miraba las margaritas, no sabía cómo responder a eso, el silencio fue interrumpido por la voz de manjiro

—¿y qué tengo que hacer para que te sientas segura?— le pregunto, acercándose a Takemichi y abrazándola por la cintura, al no recibir una respuesta suspiro y la miro con calma—¿quieres salir de aquí?

Esa pregunto hizo que takemichi lebantara la mirada del suelo y Emma mirara a su hermano con sorpresa

—¿salir?—pregunto confundida, aun mantenía la mayor distancia con manjiro, pero en ciertas ocasiones ya se había acostumbrado a los abrazos que le daba

—puedes ir de compras con Emma y Draken—sugirió con firmeza haciendo que draken le mirara con un poco de sorpresa

—¡eso suena divertido! ¿No, takemichi?—le hablo Emma tomando una de las manos de takemichi

—supongo... seria lindo salir de aquí

—pero—le interrumpio manjiro con brusquedad tomando el menton de takemichi—no pasaras más de tres horas fuera de casa, y draken te vigilará junto con Emma— aclaró a los presentes y le susurro al oído de takemichi para que solo ella le escuchara— y si te tardas más o tratas de escapar, te aseguro que la muerte es el menor miedo que tendrás