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Takemichi agradecía un poco en su interior que su anillo era diferente al anillo de Naoto, gracias a eso pasaron los años y nadie en esa casa nunca descubrió que Naoto fue el esposo de takemichi. En las noches takemichi siempre soñaba con su boda y las citas que tenía con Naoto, siempre salían a lugares de poca gente, fue de las mayores razones por las que manjiro nunca se entero de la relación de Naoto y takemichi.

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Takemichi estaba en medio de un jardín de rosas, tan rojas como la sangre. Era la flor favorita de Naoto, la flor que estuvo a su alrededor en su primera cita y en el día de su boda, Manjiro no sospecho nada cuando Takemichi le pidió un jardín lleno de rosas solo para ella y su hijo de cinco de cinco años.

—mamá—le llamo el niño mientras miraba las rosas— ¿cómo nací yo?

—bueno—inició con una sonrisa mientras acariciaba la negra cabellera del niño— naciste por el amor entre tu papi y tu mami

Mintió, haciendo que el niño soltara una leve risa, esa era la mejor respuesta para ocultar el hecho de que el pequeño Edwyn, había nacido gracias a una violacion hacia su madre cuando manjiro llego a la habitación borracho después de haber llegado a casa por tres días.

—mamá—le volvió a llamar el niño, abriendo la boca para comer el pastel de fresas que le daba si madre—¿Qué es lo que más te gusta de mí?

—¿lo qué más me gusta de ti?—pensó por unos segundos y después sonrio— tus ojos de color negro

El niño sonrió y solto otra leve risa—¡si! Igual que los ojos de papá— takemichi sonrió ante la inocencia del niño, jamás contaría la historia que tuvo con Naoto, pero le era imposible no pensar en él,  al ver los ojos oscuros de su hijo, igual de oscuros y llenos de felicidad como los de Naoto,  una felicidad que Manjiro nunca le logró demostrar

°•☆★•°

Edwyn suspiro mientras tomaba una taza de chocolate, Manjiro miro a su hijo, ahora adolescente

—tranquilo cariño—lo consoló takemichi dándole un abrazo—yo también me "enamore" de alguien que al final solo me hizo sufrir

—¿si ves mi niño?—hablo con calma manjiro, como esposo no era el mejor, pero como padre, siempre fue atento y cariñoso—¿y qué pasó con ese imbecil?—pregunto con brusquedad y curiosidad mirando a su ahora esposa

—lo tengo sentado al frente—respondio secamente, haciendo que su hijo se riera escupiendo un poco de chocolate en la mejilla de su padre—edwyn, ya casi es de noche, ¿vamos al jardín de rosas antes de dormir?

Edwyn asintio con una sonrisa, terminó de tomar su taza de chocolate y siguió a su madre.

—mamá—le llamo el adolescente mirando con alegría las rosas— ?por qué papá nunca viene a este jardín? Siempre está en el jardín de margaritas y girasoles junto con la tía Emma

—cariño... Las flores favoritas de tu padre siempre fueron las margaritas, no le gustaban muchos las rosas, además de que las flores favoritas de tu tía son los girasoles. Desde que se niños ellos siempre han pasado en ese jardín

Edwyn bostezo mirando las rosas y después mirando un anillo de toques azules en la mano de su madre—mamá, nunca me dijiste porque tienes ese anillo si en tu otra mano esta el anillo de tu matrimonio con papá

—este anillo me lo dio tu difunta abuela, te lo dije cuando eras apenas un niño, por eso no lo recuerdas

°•★☆the rose☆★•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora