II

85 5 6
                                    

Tarareaba las canciones que sonaban, Nanami no decía nada, solo conducía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tarareaba las canciones que sonaban, Nanami no decía nada, solo conducía. Seguí viendo por la ventana cuando vi algo que llamó mi atención. 

-¡Nanami, compremos algodón de azúcar! 

-No.

-¿Por qué? -Dije frunciendo levemente el ceño-

-Porque compraré helado más tarde. 

Sonreí casi al instante.

-Esta bien, eres mi adorado Sugar Nanami.

Él mostró una pequeña y corta sonrisa. Estaba por poner otra canción cuando él apagó el auto.

-¡Oye!

-Ya llegamos.

¿De verdad habíamos llegado ya? Ni siquiera me di cuenta cuando Nanami se estacionó, tomé mi monedero y me quité el cinturón. Nanami abrió la puerta por mi antes de que yo lo hiciera.

-Vamos -Me dijo mientras se aseguraba de que el auto estaba bien cerrado- 

Caminé a su lado mientras veía a mi al rededor, habían varios autos en el estacionamiento. Al dirigir mi vista al frente quedé paralizada.

-Sorpresa -Dijo pellizcando mi mejilla- Supuse que lo habías olvidado por la universidad.

-¡Esto es increíble! -Dije emocionada- 

Ni siquiera sabía qué decir. Era la inauguración del nuevo acuario, el más grande de la ciudad. Lo que más me gusta de este nuevo acuario, es que todas las especies marinas que muestran están en rehabilitación. Es decir, que esos animales marinos fueron rescatados y mientras ellos se mejoran, están a la vista del público. Como futura bióloga marina, me parece una idea espectacular. 

-¿Sabías que luego de la rehabilitación los dejan libres en su hábitat y luego revisan la zona en busca de especies que necesiten ayuda? 

-Eso no lo sabía.

Claro que lo sabía, Nanami lo sabe todo, es muy cuidadoso antes de llevarme a un lugar. Supongo que me notó muy contenta. 

Me quedé sin palabras a la hora de entrar, estaba lleno de gente. La entrada principal era un pasillo con techo en forma de arco, prácticamente los peces nadaban sobre nosotros. Estoy segura de que la mitad de mi almacenamiento se fue solo en fotos de la entrada. 

Admiro la paciencia que me tiene Nanami, por cada especie nueva que veía, le decía su nombre y ciertos datos sobre ella. Él solo se limitaba a asentir y sonreír.

-¡Hola, un placer!

Volteé al escuchar esa voz.

-Soy Riko Amanai, trabajo aquí -Se nos acercó una linda chica, tal vez de unos tres o cinco años menos que yo- Si tienen alguna duda sobre las especies que tenemos o las direcciones, me pueden llamar.

✧˖°. 𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 | 𝐓𝐨𝐣𝐢 𝐅𝐮𝐬𝐡𝐢𝐠𝐮𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora