Aemma
Estar en el castillo de los dacaera era demasiado tranquilo, podías caminar sobre los pasillos sin ser perseguido por los guardias de tu padre, el aire era demasiado frío pero fresco a la ves que deseabas estar acostada aquí afuera y dormir
Tatiana: pensé que la curiosidad solo la tenían los gatos
Gire a verla viendo que traía puesto un vestido de seda muy transparente que sus cenos se hacían notar , y valla que bien dotada que estaba
Aemma: pues tal ves sea una
Su sonrisa coqueta se hizo lucir
Tatiana: déjame mostrarte el jardin del silencio
Confundida la mire y camine detrás de ella alejándonos más del jardín de las rosas donde estábamos, ramas de árboles caídas hacían la similitud de cortinas las cuales llegaban al suelo casi parecía que se querían volver a plantar
Pasamos por estas cortinas naturales llegando a una cueva demasiado hermosa
(Créditos al creador)
Tatiana: yo la llamo la cueva de los mil ojos
Aemma: es hermosa
Cada luz enterrada entre la tierra parecía que los dioses te miraban
Tatiana: aquí podríamos hacer cualquier cosa
Gire a verla y su mirada brillaba demasiado parecía una vestía casando a su presa
Aemma: porque la llamas el jardín silencioso?
Tatiana: porque ningún ruido de aquí sale
Su mano me tomo del cuello hacercandome a su cara besándome con una intensidad que me hacía querer mas
Joder besa demasiado bien
Sujete mis manos en su cuello queriendo más contacto, sus manos se movían por todo mi cuerpo quitando cada listón para soltar mi vestido, prenda por prensa fue quitando hasta dejarme desnuda
Aemma: porque solo yo?
Sonrió de lado, mierda esta mujer va a volverme loca
Aemma: sé que escondes algo entre esas piernas, lo quiero adentro ahora
Nos recostamos en las arenas de la cueva disfrutando de los toques de cada una, tome los bordes de su vestido quitando lo dejándome ver un cuerpo dotado de curvas y una verga muy erecta y de gran tamaño
Aemma: es hermosa
Cada toque era como estar enredada en fuego
Su textura en mi boca era lo mejor que podía haber tenido, el placer que le otorgaba la hacia sentir saciada que cada ves pedía más, pero necesitaba tenerla adentro