SERENDIPITY || KTH & JJK

II

– Joven Kim, ¿está prestando atención?

– ¿Eh? – respondió instintivamente confuso el alfa, esté parpadeando repetidas veces cuando reconoció como todos los alumnos habían girado a observarlo al haber sido reprendido por el docente – Digo, ¡sí! Sí, doctor. Sí me encuentro prestando atención. Disculpe la interrupción

Y, ¿alguna vez han visto a ese tipo de persona que al no saber cómo controlar de manera adecuada sus nervios ante un momento bochornoso termina dibujando una sonrisa en sus labios?

Bueno, Taehyung era ese tipo de persona que, al no saber qué más decir o hacer para tranquilizarse a él y al tenso ambiente, no se le ocurrió mejor idea que dibujar una media sonrisa apenada, misma que muy alejada al propósito que esta poseía, causo todo lo contrario, y se pudo comprobar cuando las facciones del más viejo se torcieran en fastidio ante la creciente incomodidad de haber tenido que interrumpir su clase para llamarle la atención a un estudiante que parecía ajeno a lo que él explicaba.

Ante ello, las palmas del docente cerrando con extrema dureza la pasta del grueso libro que se encontraba entre estas, el ruido sordo causando el silencio rotundo en el aula de setenta alumnos, esto gracias a que la mayoría de los presentes ya conocían el temperamento del Doctor Choi, debido a que, a esté, se le caracterizaba el poseer escasa paciencia o tolerancia y no era de sorprenderse que cada uno de sus estudiantes tuviera que experimentar, en su debido momento, esta misma vergonzosa situación al cursar con aquel sujeto una materia... y era más que obvio que ya se sabía lo que vendría a continuación... todos lo sabían... todos, menos un particular alfa que recién estaba acoplándose.

¿Por qué todos estaban asustados?

– Si es así el caso, joven Kim – volvió a retomar el habla el más viejo, sus pesadas pisadas resonando por todo el extenso salón, algunos estudiantes observándolo con tantito pavor cuando este volvió a tomar asiento en su escritorio frente a todos – Entonces no se le dificultara en lo absoluto exponer brevemente sobre lo que el autor de la lectura definía como una proposición fáctica y cómo esta influye durante un juicio oral, ¿no es así? Adelante, lo escuchamos

Carajo...

Las comisuras de los labios de Taehyung cayendo levemente ante los nervios a flor de piel, este sentir tan solo viéndose incrementar cuando sus compañeros giraron, ahora por completo, a observarlo curiosos por su respuesta, unos mirándolo con pena, otros con gracias y otros tantos indiferentes... y estaba jodido, tan jodido que por poco se desmayaba cuando el profesor Choi lo motivó a ponerse de pie y al alfa no le quedó más de otra que obedecer.

No tenía escapatoria, lo sabía muy bien y ello era lo más frustrante de todo esto, el saber que todo se originó ante un mínimo cabeceo de su parte ante el cansancio corporal por las largas horas de diversas clases que habían transcurrido desde las siete en punto de la mañana, tan solo un pequeño cabeceo que fue capaz de atraer la atención de aquel mayor y el mismo que para vengarse estaba realizando todo este innecesario escenario, el cual ocasionaría que fuera objeto de, seguramente, burlas por parte del resto de la clase si pecaba en responder de manera errónea y si ello no fuera suficiente, su nota de igual manera se vería perjudicada, no por nada el docente se encontraba esperando con un lapicero rojo en mano.

Maldita sea...

– ¿Y bien?

Inquirió aburrido de esperar el Doctor Choi, sus filosos ojos escaneando al pobre joven que estaba batallando con su nerviosismo y ansiedad al ser el centro de atención, ante ello, y al no desear seguir perdiendo más minutos de clase que ya estaba a nada de culminar, un largo suspirar saliendo de entre sus labios del beta, mismo quien mostró intenciones de volver a levantarse de su asiento.