SICK | Kooktae^

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Taehyung fue llevado hacia la gran casa de el Alfa. Estaba asustado, caminó teniendo a su cachorro brazos.

- Mi amor, aquí no tienes que preocuparte, todos estos hombres estan protegiéndote a ti y nuetro bebé. - besó la frente de Taehyung.

Todos lo que estaban ahí, lo veían, era miradas asombradas, al ver al hijo del jefe y al Omega del Alfa Jeon con vida.

Al ser un Alfa de diferente especie. Era casi imposible que aquellas dos personas vivieran.

Jungkook había escogido muy bien...o la luna lo hizo por él.

Taehyung tomó asiento en sillón de aquel despacho.

- De verdad que quiero volver.

- Tranquilo...aquí estarás bien.

- ¿Acaso estás mal de la cabeza?

Jungkook se acercó. Lo miró sonriendo. Era gracioso escucharlo.

- Eso ya me lo han dicho. Es bueno escucharlo de ti.- su mano se dirigió a la marca trás su cuello.

Taehyung se estremeció.

- Ese es el efecto...Yo soy tu Alfa...no puedes escapar de mi.

Taehyung bajó la mirada. No quería estar con JungKook, la verdad que no...pero había algo que no lo dejaba.

Tenía miedo.

Jungkook veía con determinación como Taehyung cambiaba a su cachorro, lo había terminado de bañar con pequeños pañitos húmedos.

Taehyung no le dirigía la mirada ni la palabra. A Jungkook le parecía divertido. 

Estaba esperando el momento para estar completamente a solas con Taehyung.

...

Cuando estuvieron solos y su bebé durmió, Taehyung también tenía que cambiarse, así que haciéndolo, empezó a quitar sus prendas, lo hacía tan lento y con miedo. Tenía la mirada de aquél Alfa en su cuerpo.

- Sabes...estos meses que estuviste en estado...De verdad que me tenías preocupado-

- ¿De qué hablas?..no hiciste nada, solo yo cuidé de mi bebé.- su frustración le hizo que sus lágrimas salieran.

Jungkook se acercó.

- ...Todas las cosas que viste que cambiaron, fueron gracias a mi...las calles más seguras, tu casa más despejada. Olor fresco para tu nariz. Regalos para ustedes. Incluso...el sueldo, fue gracias a mi. Yo cuidé de ti todo este tiempo, sabía que hacías, cuando lo hacías y en donde...¿pensabas que te iba a dejar así nada más? No amor, desde el momento en el que puse mi mirada en ti, ya sabía que eras mío.

Jungkook estaba perdiendo la paciencia.

- Te has portado mal...ahora mismo te hubiera puesto contra la cama, con tu hermoso trasero al aire, mientras me entierro profundamente...no lo he hecho por el simple hecho de que hace algunas horas, diste a luz a nuestro bebé.

- Estás enfermo...

- Ya lo sé...pero te gusta que lo sea.-Rió.

Jungkook sonrió. A través  de la marca podía sentir el sentimiento de Taehyung.

- Es lógico que seas mi pareja, si te vas a convertir en un loco igual.

Jungkook se acercó dejando un beso, sus manos se quedaron en la cintura de Taehyung, bajando hasta su cadera.

- Esperaré hasta que te mejores.

Jungkook se fue,  dejando el corazón de Taehyung latiendo muy rápido.

...

Taehyung anteriormente había tenido pequeños recuerdos de esa noche, la risa de aquel Hombre, sus manos y el como era sujetado.

La sonrisa de JungKook se había quedado en su mente.

Se regagañaba mil veces al volver a recordarlo...lo odiaba por lo que le hizo...por usarlo y sutilmente obligarlo a estar con él. Ahora tenía a su cachorro.

No sabía de que trabaja Jungkook, pero ya no había vuelta atrás, tenía a su bebé y ahora vivía con él. Tenía su marca.

...

Tiempo después.

Jungkook limpió el rostro ajeno con la palma de su mano, que era cubierta por guantes.

- Tiene bonitos ojos...¿A quién le hace falta unos?- volteó a ver a sus hombros con una mirada perversa.- solo bromeó.

Se reincorporó y quitó los guantes, su cabello estaba empapado de sudor y rastros de sangre que no eran de él.

- Es hora, mi señor...el amo Taehyung está desocupado ahora.

Jungkook se giró a verlo. Eso era espléndido. Ya hace varías semanas que el omega lo evadía.

Jungkook amarró sus cabellos dejando los pequeños mechones en su frente.

- Es hora de irnos.

Claro tenía que...arreglar cuentas con Taehyung.