Amor Inesperado

Capitulo 8

Linarita. Nombre real Laurence Negre. 30 años, cinturón negro de primer grado en tae kwon do y especialista en venenos como su hermano Aquimireen, que trabajaban para Diamante.

Linarite era la mano derecha de Zafiro y los dos tenían más en común que su apariencia llamativa y sus mechones cerúleos. Linarite era tan fríamente despiadada como Zafiro, y también igual de persistente.

Con las instrucciones que le dieron, salió del escondite secreto de Zafiro

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Era sábado y Rei le había permitido a Fallon regresar a su casa por ese día. Juntos, Rei,
Jun y Fallon estaban pasando un día muy agradable simplemente "charlando", como a Mina le gustaba llamarlo. Después de un
día entero de películas y palomitas de maíz, Rei llevó a Fallon de regreso a su ático y decidió quedarse un rato y hacer ejercicio. No se dieron cuenta del discreto coche azul que los seguía.

Después de una vigorizante hora de practicar maniobras de kendo, se volvió a poner la blusa roja y plateada y los pantalones negros que había estado usando, se subió la cremallera de las botas y se recogió el pelo en un moño con un par de palillos plateados. "Hmm, debería regresar, recuerda presionar el botón de alarma si alguna vez hay algún problema, ¿de acuerdo?" Rei amonestó a Fallon.

"Sí, lo sé." Fallón asintió. En ese momento sonó el timbre. Rei miró fijamente hacia la puerta y le susurró en voz baja a Fallon: "¡Escóndete!" Fallon inmediatamente se retiró al dormitorio y se perdió de vista.

Rei se metió una daga en la bota y una pistola en el bolsillo. "¿Quién es?" Ella gritó.

Sonó una voz masculina tranquila. "Entrega, señora".

Los ojos de Rei se entrecerraron ligeramente. "No pedí nada, debes tener la dirección equivocada". ¿ Estaba Zafiro entregando
bombas ahora?

"Flores, señora." Rei miró por la mirilla. De hecho, no había nadie más que un repartidor de cabello azul pálido que sostenía un ramo de rosas rojas. Rei abrió un poco la puerta y miró de cerca las rosas. Parecían estar bien. De todos modos, rápida pero discretamente pasó su detector de explosivos de mano por encima y no emitió ningún pitido. Satisfecha, finalmente aceptó las rosas con una graciosa sonrisa.

El repartidor le devolvió la sonrisa: "Las rosas no le hacen justicia a su belleza, señorita. Su admiradora tiene muy buen gusto".

Rei enterró su rostro en las flores aterciopeladas, inhalando su embriagadora fragancia. Comenzó a sentirse mareada y
mareada. Las alarmas sonaron en su cabeza, pero... por su vida, no pudo reunir la energía para coger su arma.
"¿Quién-envió-estos?" Logró asfixiarse antes de desmayarse.

El repartidor observó fríamente cómo ella caía al suelo en un montón, con rosas cayendo de sus brazos. "Son cortesías de Zafiro, Agente Mars". Él soltó una risa aguda, luego echó a la inconsciente Rei sobre sus hombros
y la sacó.

No se había fijado en la otra mujer del ático, que lo había visto todo con ojos horrorizados.

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"Hola, habla Jun".

"¡Jun!" La voz de Fallon se acercaba a la histeria. "¡Se la llevaron! ¡Se la llevaron!"

"¡¿Que quien?!"

"¡Rei! ¡Los hombres de Zafiro se la llevaron! ¡Tienes que venir ahora mismo!" Fallon sollozó al teléfono. "¡Había un repartidor que le entregaba flores y de repente ella se desmayó y él se la llevó! ¡Lo escuché decir el nombre de Zafiro antes de irse! ¡Tienes que ir a buscarla!"

Jun sintió que el corazón le latía con fuerza en el pecho. Zafiro se había llevado a Rei. Cómo había sucedido eso, no lo sabía. Pero sí sabía que Zafiro era un hombre cruel y despiadado, y que... oh, esto no auguraba nada bueno para Rei. Su ingeniosa compañera, su luchadora amiga y la mujer que, con su calidez y fuego, de alguna manera
le había robado el corazón. ¡Él NECESITABA recuperarla! Era imperativo, si algo le sucediera... se estremeció al
pensarlo.

"Estaré allí enseguida. ¡Agárrate fuerte y NO TE MUEVES!" Colgó y salió corriendo de la casa de Fallon, con el teléfono móvil todavía en
la mano.

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Se pasó tres semáforos en rojo para llegar a la casa de Rei, conduciendo unos buenos quince kilómetros por encima del límite de velocidad. Mientras conducía, marcó frenéticamente un número en su teléfono celular e hizo una llamada.

"Hola, soy Luna Felis, ¿en qué puedo ayudarte?" Respondió una voz femenina tranquila y fría.

"¡Luna! ¡Este es Jun Higashi! Zafiro se ha llevado a Rei, NECESITO recuperarla, ¡necesito que alguien cuide a Fallon por
mí mientras voy tras Rei!" Ladró al teléfono.

Escuchó a Luna jadear. "¡Por supuesto, enviaré a la persona más cercana de inmediato! ¿A dónde?"

"La casa de Rei. ¡PRONTO!" Él bramó. "Gracias." Añadió como una ocurrencia tardía. En cuestión de minutos, estaba en el ático de Rei, prácticamente derribando la puerta cuando la cerró de golpe al entrar.

"Fallon, estoy aquí, ¿puedes decirme quién se llevó a Rei?" Dijo con la voz más tranquila que pudo reunir, e incluso eso sonó histérico en sus oídos.

"E-este hombre con cabello azul hielo, muy guapo, de aproximadamente 6 pies de altura. Nunca lo había visto antes. Conducía un
auto azul". Fallon respondió temblorosamente. "No pude hacer nada, ni siquiera sé cómo consiguió que Rei cayera inconsciente".
Estaba temblando levemente. "Pero vi su auto salir por la ventana. W-con binoculares. H-su
número de placa es 269 JEC". Ella logró esbozar una débil sonrisa.

Jun la envolvió en un abrazo de oso. "¡Eso es genial! Ahora, con eso, puedo averiguar adónde conduce y puedo ir a buscar a Rei de vuelta. ¡Buen trabajo, Fallon!"

En ese momento, la puerta se abrió una vez más y entró una joven de cabello azul con aspecto de sílfide. "Hola, Sra.Henderson, Agente Jadeite, soy la Agente Mercury". Su rostro reflejaba preocupación. "Me enteré de lo que pasó. Necesitamos descubrir exactamente cómo el hombre de Zafiro logró llevársela. Y hacia dónde se dirigen".

Sus ojos penetrantes observaron su entorno y, de repente, se abalanzó sobre el ramo de rosas caído cerca de la puerta, que Jun ni siquiera había notado cuando entró corriendo. Lo inspeccionó de cerca, luego sacó una sola rosa y la sacudió. sobre una hoja de periódico. Un fino polvo blanco cayó sobre el papel. Sus ojos color zafiro se entrecerraron ligeramente.

"Sra. Henderson, ¿Rei olió las rosas?" Preguntó mientras extendía varios artilugios extraños sobre el polvo.

"Yo creo que sí". Fallon dijo con miedo. Mercury asintió. "Bueno, un misterio resuelto. Este polvo es una sustancia que funciona como la droga de la violación, excepto que en lugar de ser ingerido, se inhala. Así es como ella quedó inconsciente".

Jun simplemente asintió. Estaba escribiendo furiosamente en su computadora. "¡A-ha! ¡Tengo la ubicación del bastardo!" Miró
al Agente Mercury. "Mercury, no puedo agradecerte lo suficiente por tu ayuda. Por favor, cuida de Fallon mientras yo voy a
buscar a Rei".

Mercury asintió. "Cuando quieras, Agente Jadeite. Y llámame Amy".

"Amy, entonces, y llámame Jun. GRACIAS". Dijo nuevamente, estrechando fervientemente la mano de la mujer de cabello azul.
Amy lo miró largamente y bajó la voz hasta convertirla en un susurro. "La amas, ¿no? Rei, eso es..."

Jun sólo pudo asentir. Amy continuó. "Entonces te deseo la mejor de las suertes. ¡Ahora ve y tráela de vuelta!" Jun asintió de nuevo y salió corriendo por la puerta. Amy dijo una oración silenciosa en voz baja y llevó a Fallon de regreso a la agencia para esperar.