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Megan D'Angelo

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Megan D'Angelo

Mi pierna derecha se movía de arriba a abajo mientras veía hacia afuera , hace menos de 30 minutos había terminado el libro que venía leyendo y el aburrimiento se estaba apoderando de mi —Mamá cuánto falta? — pregunté una vez que me decidí a hablar

—cariño faltan 10 minutos menos desde que preguntaste la última vez

Solo suspiré y tire mi cabeza hacia el respaldo, estaba feliz por poder viajar con mis padres había pasado bastante desde que habíamos tenido unas vacaciones decentes pero el viajar casi 10 horas en auto no me apetecía demasiado

No sé en qué momento los párpados empezaron a pesarme y me quedé dormida no fue hasta que mi madre empezó a llamar a mi nombre mientras daba golpecitos en mi rodilla

—meg cariño, despierta ya llegamos— al escuchar esas palabras me levanté de golpe volviendo a cerrar los ojos al instante cuando sentí un pequeño mareo

Me recompuse rápidamente y baje del auto escuchando las risas de mis padres, observe todo a mi alrededor mientras sentía la brisa fresca chocar contra mi rostro, mis padres bajaron del auto y nos encaminamos a la gran casa que teníamos enfrente , era preciosa y muy muy grande

Cuando estábamos cerca de tocar la puerta está se abrió, dejando ver a una linda mujer pelirroja que al vernos se le dibujo una gran sonrisa en el rostro

—George llegaron!— grito hacia dentro mientras salía a recibirnos —por dios talia hace tanto no te veía, parece que los años no te han afectado en nada—

Mi madre rio mientras se abrazaban

—tu tampoco has cambiado nada kath sigues igual de hermosa como siempre— después de esto salió un hombre igual de buen moso saludando a mi padre

—Dios, megan la pequeña meg— dió un pequeño gritito para después abrazarme, yo solo me quedé un poco quieta ya que no sabía cómo reaccionar

—No puedo creer que seas la pequeña meg, si recuerdo que la última vez que te vimos aún corrías en pañales— rio el hombre, a lo que yo solo sonreí tímidamente

—seguramente ni siquiera te acuerdas de nosotros verdad

Yo asentí avergonzada y ella me dió una sonrisa para después seguir hablando

—es claro que no lo haces apenas llegabas al año cuando nos conociste, yo soy Katherine puedes decirme kath  y el es mi esposo George— voltee a verlo y me dió una cálida sonrisa

Promesas De Verano || Isaac García ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora