La niña de voz dulce y ojos tristes.
La niña callada que nunca molesta.
La niña de mirada comprensiva y compañeros ostentosos.
La niña mueble, la invisible.
La tímida, la responsable, la que no da problemas.
Se convierte en mujer que nunca quiere ocupar mucho espacio
ni hablar muy alto, por miedo a que se le vea.
La adulta prudente y callada, con miedo a sacar las garras.
Trabajadora, exigente y perfeccionista.
Se sube al pedestal donde la colocan, y se queda allí, muy quieta.
Pensando en que, si se mueve un milímetro, decepcionará a alguien.
Hasta que, un día en lo alto del pedestal, ve una niña.
Una niña de ojos tristes.
Los otros adultos están pendiente de los niños y niñas agitados.
Ahí está, en medio del bullicio, la veo.
Respiro hondo, bajando del pedestal impuesto por mí y las expectativas de otros.
Y nos miramos.
Me sonríe.
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Cosquillas en el corazón
PoetryBienvenida. He decidido compartir contigo, solo contigo, pequeños fragmentos de mi mente. No encontrarás perfección, pero si espero que encuentres en mis palabras un cálido abrazo. Sé libre conmigo. Te invito a sentir: cosquillas en el corazón.