El lugar se inundó de música lenta que acompañó los suaves movimientos de la joven de cabello exótico.
La "función" duró apenas unos minutos pero fue suficiente para poner eufórica a su audiencia. Una vez que terminó se despidió sonriente y desapareció por detrás de las cortinas que se encontraban al fondo del escenario.
Su sonrisa se esfumó, una cara seria y pensativa le remplazó.
Se dirigió a la diminuta habitación que se le asignó desde que llegó al lugar, un pequeño cuarto con humedad, tan solo con un sencillo tocador de madera y un incómodo futón que la refugiaba de las frías noches del país de la Olas.
Cerró tras de sí la puerta y se sentó a esperar, pasaron solo instantes cuando unas hojas se deslizaron por debajo de su puerta, caminó deprisa hacia ellas y las recogió, cada papel tenía lo mismo: un nombre diferente y cifras gigantescas de dinero ofrecido en caso de que ella aceptara.
Revisó cada una de las "invitaciones" ignorando las monstruosas cantidades de dinero y fijándose en los nombres, buscaba el apellido "Kaharu" en alguna de ellas, ninguna propuesta lo tenía.
Suspiró decepcionada y aventó las hojas al bote de basura que tenía a un lado.
Se sentó frente al tocador del cuarto y se miró en el espejo.
Pensó en muchas cosas, durante toda su vida se había preparado para ser una gran ninja, ayudar y mantener el orden. Últimamente estaba más sentimental, probablemente le asombraba lo mucho que habían cambiado las cosas desde que terminó la guerra.
La mayoría de sus amigos tenían toda una vida además de la ninja, casi todos estaban formando familias y trabajando en nuevas cosas, también ella, pero, a veces se sentía estancada, sentía como si todos a su alrededor avanzarán, todos menos ella.
En su disociación, llegó a su mente el joven Uchiha y la promesa de reencontrarse de nuevo ¿Cuándo sería ese reencuentro? ¿Cuando estén ancianos?
Sonrió amargamente, dirigió sus manos al pesado adorno de su cabeza y quitó el objeto de plata que peinaba su cabello.
...
Una vez que la silueta de Sakura se desvaneció por la cortina detrás del escenario, se levantó de la mesa y se dirigió hacía la barra.
Ella no lo pudo ver, la escasa luz no lo permitió.
La pelinegra de hace unos momentos ahora estaba atendiendo ahí.
—¿Ahora si vas a pedir algo?
Ante el silencio, ella siguió.
—Sabes que pagarás el Sake que dejé en la mesa ¿verdad? —limpió una copa de vidrio y la colocó en un mueble de madera. —Tal vez estés muy guapo pero ni por una cara linda dejo ir un billete.
El seguía callado.
—Solo la venías a ver a ella — afirmó sin mirarlo mientras sacaba bebidas de unos cajones de madera.
—¿Qué?
—¡Aja! Ya reaccionaste— rió y siguió hablando —Con que es la rosita, descuida, no eres el único — señaló a espaldas del pelinegro a los hombres que terminada la aparición de la pelirrosa se disponían a salir del lugar, como si solo ese hubiera sido el motivo de su visita. — No entiendo porque obsesionarse tanto con una chiquilla inexperta si las demás cobramos mucho menos— comentó con el ceño fruncido.
Sasuke no había mirado a la chica, su mirada se encontraba en una simple silla de madera sin chiste.
Kasumi intuyó que era la primera vez que el joven estaba en ese lugar— Ni te emociones, si no pagaste una miserable botella de alcohol no la pagarás a ella, la chica que acabas de ver arriba del escenario llegó hace poco dispuesta a bailarle a estos cavernícolas mientras promociona su propia virginidad, su precio debe de ser increíblemente elevado, he visto algunas de las propuestas rechazadas y con ese dinero fácilmente me jubilaría—
ESTÁS LEYENDO
La misión de Sakura [SasuSaku]
FanfictionSe vio obligado a ayudarla a completar su misión. Llegó a ese extraño lugar y la vio en esa situación, comportándose como jamás la había visto, con la intención de causar deseo en los hombres que la desnudaban con la mirada. Un sentimiento poco cono...