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Aaron Minyard estaba estudiando para ser médico, todo el equipo lo sabía, algunos antes que otros, en especial los compañeros que compartían habitación con el, después de todo uno se despertaría a una hora poco razonable y lo encontraría trabajando en algo, estudiando, siempre estudiando.

Así que si, no era una hora razonable cuando Aaron se levantó de su silla y con mucho cuidado salió de el cuarto compartido con Matt y Nicky, le estaba comenzando a frustrar su ensayo y ya que no estaba logrando avanzar decidió bajar y tal vez comer alguna mierda mientras veía un rato la tele o jugaba alguna mierda hasta que fuera el próximo día.

Ese era el plan, una lastima que los planes de Aaron, por muy simples que fueran, nunca llegaban a culminar como el lo imaginaba.

Así fue escucho unos jadeos silenciosos en la cocina y se apresuró creyendo que sería Kevin, nuevamente sufriendo un colapso y vomitando el suelo de baldosa, lo que encontró fue a Neil Josten con un cuchillo firme mientras se hacía lo más pequeño posible.

El tipo estaba respirando tan mal, la hiperventilación sonaba dolorosa y la fuerza con que sostenía la postura también se veía mal, el cuchillo en la mano de Neil era uno de los favoritos de Andrew para amenazar en la cocina.

—Neil. —dijo, pero en vista de su falta de respuesta decidió hacer un ruido, el pobre salto de la sorpresa y con ojos desenfocados le miro, el cuchillo en posición defensiva.

Aaron comenzó a considerar irse, pero que diría eso de el como pre estudiante de medicina, comenzó a considerar todos los procedimientos médicos que recordaba hacerca de pacientes entrando o en un estado de pánico o colapso, lamento que no fueran tantos como deberían y entonces recordó lo que Andrew hacía, la forma en que asegura a Josten, como le recordaba su propio nombre, por falso que fuera, como su propio, como estaba en un lugar seguro, suspiro y recito tal cual lo decía su gemelo.

—Neil, eres Neil Josten, numero 10 y delantero de los zorros, —dijo suavemente, pero firme, mirando a Neil a los ojos, esperando reconocimiento. —estas en Palmetto, en la torre Fox, cocina de los dormitorios.

Y así repitió y repitió hasta que Neil pudiera verlo, no sabe cuándo terminó agachándose para estar a la altura de los ojos y el otro no lo mirara hacia arriba. —Andrew?

—no, gemelo equivocado. —casi se arrepintió de decirle la verdad a Josten, cuando bajo los ojos derrotado y triste, sin pensarlo demaciado Aaron se sentó en el suelo frente a Neil en la postura más relajada que pudo.

Si pudiera tomarle el pulso a Neil, se imaginaba que sería como el de un conejo, no, se negaba en pensar así del delantero frente a el.

—estas hiperventilado, —dijo y espero un asentimiento de compresión, lo obtuvo y continuo. —respira conmigo, trata de copiar mi respiración.

Se oye decir y nuevamente espera confirmación, Neil se la da con un asentimiento de cabeza y algo que no esperaba pasa, Neil deja el cuchillo a un lado de el y trata de relajar su postura, sin embargo es solo un intento a medio lograrse, Aaron puede notar aún la rigidez en el cuerpo de Neil, pero progreso es progreso, toma un gran respiración y comienza a marcar un ritmo, exagerando lo más posible los movimientos naturales de un cuerpo al respirar, lento y constante, adentro y fuera, repetir hasta lograr que Neil pueda seguirlo.

—no puedo. —la voz se oye mal, pero es contundente, no está funcionando, Aaron toma unas respiraciones más para sacar la frustración, no quería llegar a esa solucion, no es cómoda para ninguno de los dos y podría hacer más mal que bien, por lo que tiene que ser paciente y entender a Neil.

—puedo tocar tu pecho?, —la mirada de confusión y sorpresa de Neil dice mucho, sin embargo no es pánico, si no es duda, como si no supiera que quieren de el, probablemente no sepa. —controlare tu respiración con mi mano, presionó para que botes, suelto para que respires, mientras me hago el ejemplo, si o no?

Trata de decir lo último lo más firme posible, Neil parece meditarlo por horas mientras lo ve a los ojos, parece querer negarse por principio, pero en lugar dice un si que es un susurro, sabe que eso no sirve, necesita que sea más firme. —si o no.

—si. —y ahora suena más seguro, Aaron le mira a los ojos por el tiempo que Neil la sostiene, mientras mueve su cuerpo tan lento que es un ejercicio de resistencia y tiempo, un paso a la vez, hasta levantar su mano y tocar la tela del poleron anaranjado de Neil, el chico no se estremece ni se vuelve rígido, le dará eso, es fuerte, casi al borde de lo insano.

—sigue mi ritmo. —tal cual explico hace, cambia está vez ralentizar la respiración de Neil de más rápido a más lento, y finalmente funciona, el pulso de Neil es tan rápido bajo su palma, Aaron se siente tan tonto ahora, porque frente a el no hay un peligro, no es una amenaza, es una pieza rota que encaja con ellos, son una vidriera que no tienes ni pies ni cabeza, pero hermosa de igual manera.

Cuando finalmente Neil respira normal y no parece caer en otro colapso aleja su mano de Neil, lo evalúa, parece tan cansado, toca las fibras de el corazón de Aaron.

—no creo que debas levantarte aún, —dice y Neil le asiente, Aaron se fuerza a seguir hablando. —dos opciones, llamo a Andrew o lo voy a buscar a su cuarto.

Neil lo medita mirándole tan intensamente, pero no es incómodo, Nicky diría que hay esperanza para mejorar su relación, Aaron lo negaría firmemente. —buscar, se asustara si es una llamada.

Le asiente a Neil y se para lentamente del suelo, se da cuenta de que se siente helado y algo adolorido. —no te muevas de aquí.

—ok, Doc. —no es un mordisco como otras veces, se niega a mirar la sonrisa del rostro del castaño pelirrojo y se va a buscar a su hermano.

Espera no ser apuñalado si es honesto, tan calmado como se siente, considera que se lo merece, pero no es tiempo de auto despreciarse, toca la puerta con el típico y practicado ritmo, la puerta se abre un poco y su hermano le mira tan frío que casi aborta misión.

Andrew no le dirigirá la palabra, así que es Aaron el que debe de comenzar, ni siquiera logra comenzar cuando debe detener la puerta de ser cerrada, le duele un poco su pie por el golpe, al menos no fue un portazo real.

—Neil tuvo un colapso en la cocina, está bien ahora, pero no creo que sea capaz de subir por su cuenta. —lo suelta como un gran suspiro, antes de ser empujado el mismo se aleja de la puerta, se queda mirando hasta que la espalda de su hermano desaparece y finalmente vuelve a su cuarto.

Mira su habitación y de alguna manera el Aaron que salió es tan diferente del que entra.

—supongo que terminaré el ensayo hoy. —se dice suavemente y se sienta frente a su computadora, ahora muy despierto y con mucha más imaginación para seguir escribiendo, un suspiro se le escapa cuando escucha la puerta del cuarto de Andrew cerrarse.

Conocer para ReconocerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora