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La vida era más sencilla cuando no se daba cuenta de las cosas, Aaron se trata de convencer a si mismo de eso, aunque en el fondo de su ser sabe que no es verdad, sin embargo le gustaría evitar está incómoda situación de equipo, dónde están esperando al entrenador y todos tratan de no mirar el como Neil a decidido sentarse a su lado y no junto a Andrew o Matt, incluso con Allison guardando silencio y no comentando nada sobre el asunto y tan solo mirando, Aaron también está tratando de no tomar esto como algún tipo de cosa de unión con el conejo "nada" de su hermano, y si, solo son eso, ya que ellos aún se niegan a decirse pareja del otro, pero ese no es su problema, porque, porque sería su problema, el es solo el conveniente tipo que sabe cómo ayudar en ataques de pánico.

Y aún así está pasando por esta situación de miradas directas, el y Neil solo están por alguna razón sentados juntos, es tan extraño que su primer instinto de empujarlo lejos se ahoga bajo la curiosidad por saber que rayos sucede, pero eso no es lo uno ni lo otro, así que decide mirar a Neil y luego a Andrew, el cual tan inespresivo como siempre parece de alguna manera curioso por todo esto.

—que es este silencio?, comencémos está reunión quieren. —la habitación parece suspirar gracias a está intervención y Aaron está agradecido.

Diría que lo veía venir, pero no, aunque tiene bastante claro que dónde está Neil hay un problema, sin embargo no se esperaba el tipo de problema dónde termina siendo sacado de la cancha luego de aplastar a un atacante contra el lindo y cuidado cesped de la cancha, se veía muy similar a esa vez en la que Nicky no podía levantar la barra de pesas y Kevin tuvo que sacarla de encima de el antes de que lo ahogara, Aaron era el peso y la barra era su raqueta, un ex cuervo, lo reconoció enseguida, el tipo había hecho todo lo que un asqueroso podía hacer en público sin poder ser arrestado en la velada de premiación Exy, Aaron simplemente no pudo evitar lanzarse contra este luego de los cinco strikes que hizo el maldito, llamar a Kevin un traidor, típico pero no menos odioso, marica asqueroso a Nicky, eso lo hizo apretar la mandíbula, llamar calienta camas a Andrew y luego llamar a Neil desperdicio de oxígeno, para luego agregar lo muy bueno que sería matar a todos y cada uno de ellos de la manera más retorcida, acaso no habían amantes de Riko decentes y todos eran así de asquerosos degenerados amantes de la violencia y con un enorme ego.

En fin, realmente no fue su culpa si se considera que el tipo le miro sonriente dirigiendose a toda la carga contra el en tres ocasiones, aún cuando no le habían lanzado la pelota, aunque esto no era algo tipo o normalmente se le veía como el más débil de los defensas por su estatura, lo que era siempre un error, pero siempre lo usaba en su beneficio, lamentablemente ahora no podría seguir golpeando cuervos disfrazados, cuando lo sacaron del otro noto que efectivamente debió asustado al sujeto y también herido, ya que el no salió por su cuenta de la cancha, una sonrisa es inevitable.

—que fue eso Minyard. —el entrenador pregunta, no suena tan molesto como el esperaba, sino algo preocupado, supone que es debido a que el es el tranquilo entre los gemelos, aunque eso no sea cierto en lo absoluto, le niega con la cabeza, ya que prefiere no hablar del tema que talvez lo haga ir a por el maldito animal y romperle un hueso o dos por tales amenazas y su asquerosidad.

Es entonces que la presencia de Neil de todas las personas aparece frente a el, se miran y no diría que Neil está nervioso, no, es más como si no tuviera ideas de porque está aquí, como si su cuerpo lo hubiera llevado hacia el, Aaron no está dispuesto a esto ni a la ira de Kevin por desconcentrar a Neil así que solo decide darle información.

—hay cuervos en el equipo, el que acabo de sacar del campo era un defensa de respuesto, un amante de Riko. —dice y Neil asiente a su comentario, mira sin mirar, como si mirara más allá de esto, muy lejos de este campo. —¿otro cuervo que reconozcas?

—hay un delantero de reemplazo que me parece conocido y el portero igualmente. —Neil le asiente para volver a la cancha, ahora parece mucho más decidido para ganar este partido de práctica, es interesante como cambiar al contrincante hará que jueguen peor o mejor.

Siente una mirada sobre el, es tan intensa como siempre, no le dará el gusto de devolverla, no cree que eso salga bien, sin embargo sabe que no ah hecho nada realmente para recibirla.

—no podría dejarlo en paz, mierda. —dice en un bufido y es una risita que le recuerda que Renee, ella lo está mirando de esa manera suave que posee, Aaron siempre se ah sentido nervioso con ella, es una presencia inquietante, ah veces le recordaba a la mamá de Nicky, solo que con una personalidad más fuerte y de armas tomar.

—supongo que tú nueva amabilidad por alguien que odias es algo que ah cualquiera sorprendería.

—no estoy siendo amable con alguien que odio. —le dice bufando, porque no odia a Neil, odia todo lo que trajo con el, incluído cambios, y aún así si constante intervención en un equilibrio familiar de mierda ah dado cosas buenas, Nicky y Kevin son felices y Andrew es menos neutral y muchísimo más expresivo sobre sus deseos reales y gustos, y eso ah el mismo calma algo que es como una herida abierta en su pecho.

—tenia la impresión de que si.

—no deberías asumir entonces Walker.

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No hay un cuchillo está vez, lo cual es grandioso, un increíble progreso, diría Betsy, pero Aaron solo siente un dejá vu, así que no diría que está disfrutando estar contra la pared de su cuarto compartido con Matt y Nicky, con la puerta cerrada, había mencionado ese detalle, porque está sintiendo subir el pánico y a su vez unas terribles ganas de devolverle el golpe a su gemelo, aunque probablemente no ganaría esa lucha, oh bueno, nunca lo intentaría si es honesto.

—¿que estás tratando de hacer? —el tono con que lo dice suena acusatorio y de alguna manera aunque le intimida el tono la pregunta lo desconcierta, mira a Andrew con ese exacto sentimiento de duda, porque no está asiendo nada, no que el sepa, a menos que llames está supuesta "amabilidad", nacida de la nada, se pueda decir planeada, pero no lo es, podría decir que esto lo empezó a hacer sentir menos aislado que anteriormente, pero Aaron no es un imbécil y no se va a abrir con un grupo de deportistas que A. decidieron no valía la pena y B. Ni siquiera pueden decir una cosa sobre el que no sea una comparación con Andrew, además, otra vez, el no hizo nada, no realmente, ayudar una o dos veces es más algo de práctica para el mismo, así que no tiene idea que quiere Andrew que diga.

—no se que quieres de mi Andrew. —le dice con toda la sinceridad que alguien puede usar en una situación amenazante, porque eso es, siempre es así con su gemelo, Andrew lo mira tal cual descubriera piezas en un rompecabezas que había descartado por qué le había resultado sencillo y aburrido, Aaron no se debería sentir tan amargo por ello, pero lo hace, encuentra la fuerza en el mismo, la que usa para su posición de Defensa y aleja a Andrew de el sin tocarlo demaciado, le duele dónde hizo contacto Andrew, pero no mostrará debilidad, aprendió cuando, dónde y como hace años.

Andrew sin embargo muestra un rostro curioso, casi parece impresionado, Aaron bufa ante eso, porque por supuesto que lo hará ante está maldita situación.

—quiero saber cuándo. —y eso no es más confuso que la pregunta anterior, pero cree ah qué va, la pura incredulidad lo golpea y se ríe fuerte y duro, es tal su risa que le duele el pecho y tose entre las carcajadas poco controladas.

No ve cuando Andrew luce avergonzado, oh bueno, lo que llamarías avergonzado en una cara de póker, tampoco cuando esté abre la puerta y se va, se sigue riendo hasta que un jadeo de desconcierto llama su atención, sin embargo no puede evitar seguir riendo, esto es un ataque de risa, una mala mecánica de afrontamiento de emociones y también derribada de un shock.

—ese es Aaron, ¿estás bien? —es la voz de la damisela del cuento de Andrew, jadea y niega, porque no cree que este bien, no cree que la única razón de que su gemelo mostrará interés en el fuera solo para alejarlo de su literalmente NADA, rie ahogado y siente los ojos arder, no caerán lágrimas de sus ojos, oh no, pero si que se está desmoronando.

Colocan un vaso de agua en sus manos y Aaron lo bebé como si fuera un muerto en el desierto, se siente mal, horrible y alguna manera mucho mejor de lo debería después de esa cantidad loca de eufória loca.

Mira a la puerta, son Matt y Neil, uno preocupado y el otro pensativo, los mira con una sonrisa dolorosa, deja salir un suspiro largo y se deja caer en el sueño sin fuerzas.

—estoy bien, soy espléndido.

Conocer para ReconocerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora