Capitulo 4.1

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Narra Emily

Tres años antes

Bajé del carro luego de que mi madre lo hiciera, me encuentro nerviosa por la mudanza, pero feliz de que pude conversar con mi madre la mayoría del camino, realmente atesoro los momentos que puedo hablar con ella, ya que son realmente pocos o en su mayoría de menos de 5 minutos.

La casa no se veía tan mal, al menos ya no era un pequeño departamento. Además, iniciaré el nuevo ciclo escolar en una nueva escuela muy cerca de casa.

(...)

— Esa fue la ultima caja — dijo mi madre, antes de salir a pagarle a los de la mudanza y estos se fueran.

— Debo regresar al trabajo, ¿puedes terminar de acomodar estas cajas por mí linda? — se dirigió hacia mí, trato de ayudarle lo mejor que puedo. Ella ya trabaja demasiado.

— Claro — solo acepté y vi a mi madre salir de casa apresurada.

De repente la casa era demasiado grande y las cajas muy pesadas.

Pensé en distraerme un poco, así que tomé mi teléfono y escribí un mensaje a una amiga con la que hablo desde hace poco por internet.

< Acabo de llegar a mi nueva casa > mandé

Ella es Amelie, nuestros nombres suenan muy parecidos cuando se pronuncian. Ella también tiene solo un padre, bueno, ella tiene a su papá y yo solo a mi mamá, por eso nos entendemos, aunque ella sí tiene amigas.

< Que bien, ¿es linda? yo saldré un rato al parque con mis amigas > leí.

< La casa es linda sí, pásala bien en el parque > sonreí y apagué mi teléfono.

Igual tenía cajas que ordenar.

(...)

Los primeros días de clases estuvieron bien, aunque me cuesta hablarles a los demás, me siento muy nerviosa últimamente, cuando planeo hablar hay algo que me lo impide internamente, aunque tal vez así este mejor.

Por lo que la única intervención que he tenido en la semana ha sido con el chico que se sienta detrás de mí, cuando me pidió un borrador.

En el salón me siento adelante ya que no puedo ver casi nada desde atrás, tal vez necesito lentes, aunque me rehúso a usarlos ya que igual me va bien en clase, no me cuesta casi nada memorizar cosas o aprenderlas, en realidad la información se queda fácil en mí, gracias a eso mantengo un buen promedio.

(...)

Quedan solo las últimas dos clases del día, y a mi salón le tocaba educación física.

Mientras que la mitad del salón en su mayoría chicos, jugaban corriendo tras una pelota, la otra mitad estaba casi obligada a jugar a las atrapadas, lo que se convirtió en escondidas para mí ya que, si bien no odiaba el juego, mi condición física parecía que sí.

No sé en qué momento se me ocurrió trepar un árbol del patio para esconderme, este se encuentra en una parte medio escondida detrás de unos salones. Al menos funcionaba, ya que nadie me había encontrado en los minutos que había estado arriba del árbol.

Desde ahí vi como el chico que se sienta detrás de mi llegaba corriendo, antes de detenerse a tomar aire. Él no había notado mi presencia, y ahí se quedó unos minutos viendo por un lado de la esquina del salón.

Eso hasta que me exalté con el sonido de la campana de la escuela, me enderecé en un movimiento rápido y unas ramas sobre mi cabeza se movieron, atorándose en mi cabello, al mismo tiempo en el que por el sonido me delaté y el pobre chico se asustó.

Después De AlejarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora