Si vez a esta criatura en el bosque, corre por tu vida.

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 Nota: Quiero dar créditos al vídeo de incógnita, ya que de ahí saque esta historia.
 (  https://youtu.be/ycwef4jXWFY?si=UK6jEWpZ7GdR4eXy  )

Hay personas que les encanta la vida nocturna de los animales en el bosque, les gusta observar la conducta que llevan en la oscuridad, pero a veces se pueden descubrir otras cosas cuando se está internado en el bosque.

Así le ocurrió a Lorenzo, un amante de la naturaleza, el cual aprovechaba los fines de semana  para ir al bosque y pasar la noche en su cabaña, para llegar hasta allí debía caminar por un sendero solitario rodeado de arboles, ese día se le hizo algo tarde así que llevó su linterna de baterías para iluminar el camino esa noche todo iba normal, mientras se dirigía a su cabaña por el sendero, hasta que una parte le pareció escuchar algo. Como si una persona estuviera herida, como si no pudiera hablar, ya que solo emitía una especie de lamento. Lorenzo se detuvo y aunque estaba algo perplejo alumbró con su linterna las cercanías dirigiendo la luz al lugar de donde venían los quejidos.

Para el horror y sorpresa de Lorenzo, allí entre los arboles había un hombre el cual estaba siendo brutalmente as3sinad0 por una figura humanoide la cual parecía tener su mano dentro del pecho del moribundo sujeto.

 El chico, sudando de la impresión apuntó su linterna a aquella "cosa" alumbrando su rostro, quería ayudar al sujeto, pero sus piernas no respondían y menos luego de ver la cara del victimario, parecía tener una máscara echa de piel para cubrir su verdadera apariencia, sin duda Lorenzo, descartó que fuera humano, aunque quisiera parecerlo, pero no solo eso. Al sentir la luz de aquella linterna, se fijó en el chico, deteniendo su lavor.

Sacando su mano del pecho del sujeto ya hacia tieso en el suelo, y lentamente empezó a caminar hacia atrás, pero sin dejar de observar fijamente a Lorenzo, tal fue la impresión que dejó caer la linterna y enseguida el ser caminó en su dirección aunque siguiendo los pasos lentos y continuos. El chico tomando por fin el aparato lo alumbró volviendo a retroceder el ser. Parecía que no le gustaba la luz  y esa podía ser la razón por la que también el tipo tieso sostenía una vela en la mano, parecía estar aferrado a ella.

Ya era suficiente para el chico, regresó al sendero  tan rápido como pudo y no paró hasta llegar a su cabaña para luego encerrarse dentro, su corazón que ya hacia salirse de su pecho, había sido una experiencia que jamás quiero vivir, pero todo estaba apenas comenzando, Lorenzo, tomando sus binoculares de visión nocturna y aún muy asustado se puso a mirar por la ventana, se podían deslumbrar algunos animales entre los arboles y por el suelo del bosque, al igual que el sendero se podía ver. Algo llamó su atención, a lo lejos una silueta acercándose lentamente pero sin pausa a dirección a su cabaña.
La sangre se le congeló, "no puede ser", menciono ya que al observar más detenidamente vio que no era otra cosa más que el mismo ser, buscando su próxima víctima, recordando el punto débil a la luz, procediendo a encender tantas velas como pudo dentro de la cabaña de forma desesperada. Al terminar de hacerlo miro de nuevo a la ventana y allí estaba, parado mirando fijamente, esperando poder acercarse por algún motivo solo la tenue luz de las velas le detenían a avanzar y entrar.

En un lapsus (flashback) mental, Lorenzo recordó sus años de niño que se contaban leyendas sobre seres nacidos de la oscuridad, seres que no soportan la luz, seres que desean ser humanos, confundidos as3sinAn para arrancar la piel de la cara de sus victimas, junto con sus corazones, para sentir que pueden vivir.

Lorenzo, estaba muy asustado, sabía que esa cosa no se iría, por suerte. Estaba protegido lleno de velas por toda la casa, por lo que el ser no podría adentrarse en la cabaña, entre tanta angustia y terror, sintió que podría tener una luz de esperanza, pero no le duró mucho tiempo, "Piensa Lorenzo, el nunca se va a ir, el está esperando, y tus velas, si tus velas se están apagando". Pasaban las horas, aquellas velas que lo protegían, se estaban consumiendo, y con cada una que se apagaba, el ser se acercaba más y más. Ya al punto de estar en la puerta, Lorenzo, angustiado  gritaba de horror al verlo entrar en su cabaña y paso a paso acercarse a él, intentaba mantener las velas encendidas, pero era inútil, su única salvación era el amanecer del sol, con esa luz el ser desvanecería, así que tomó su linterna y corrió a la pared más lejana de la cabaña. 

Ya sin velas que lo protegieran del ser,  lo único que podía hacer era iluminarlo con su linterna, Lorenzo temblaba, mientras que el humanoide estaba menos de un metro cerca de él, mirándolo de tal forma horrible, aunque su verdadero rostro era imposible de ver. La luz de el aparato era lo que detenía el paso, el ser estiraba sus manos, deseaba atraparlo. 
Faltaban unos 20 minutos para el amanecer y ninguno de los dos se movía, era como una misma serpiente que miraba a su presa antes de atacarlo, pero sus baterías comenzaron a fallar, y con cada vez que la luz parpadeaba, el ser aprovechaba para acercarse.

El pánico, se había apoderado del cuerpo de Lorenzo, que golpeaba la linterna, "maldita, no..enciende por favor", diez minutos antes del amanecer del horizonte apenas se podía ver como lo negro y oscuro de la noche se iba, cambiando a un tenue azul, ya estaba amaneciendo, "Solo un poco más Lorenzo, lo lograrás. Aguanta". Sin embargo no fue suficiente, la linterna se apagó, no solo se había acabado las baterías, si no también la vida de Lorenzo.
El ser se lanzó encima, curiosamente los animales del bosque fueron los que esta vez observaron y escucharon el último grito de la boca de Lorenzo.

Unos segundos después, un sol radiante dio paso a una hermosa mañana en el bosque, uno lleno de lindos animales, una cabaña solitaria y un cada#v3r sin rostro, y un agujero en su pecho, tirado en el suelo sosteniendo una linterna. . .

Fin. 

𝗥𝗲𝗹𝗮𝘁𝗼𝘀 𝗗𝗲 𝗧𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora