Memorias del instituto

Miss Preparatoria 2012

Leonor llegó al aula aquella mañana luciendo un poco diferente, se le notaban grandes ojeras bajo su mirada cansada, no parecía la misma que solía ser siempre, llena de ánimo y energía, dispuesta a dar sus clases de forma apasionante.

—Al menos tenemos buenas noticias, el evento anual más esperado está muy cerca —dijo Leonor esforzándose por sonar emocionada mientras pegaba un cartel sobre el pizarrón. —Pueden consultar las bases para participar con el comité organizador de primer semestre.

"MISS PREPARATORIA 2012", se leía el titular del cartel, "Buscamos a la chica más bella de Los Encinos", debajo la información extra.

—Este es nuestro último año en este lugar, no me digas que no participarás —Dijo Ali animando a Antares.

—No, no pienso participar.

—Anda, todas estamos queriendo verte concursar desde el primer año —insistió Ali.

—No puedo, no quisiera ver la cara de decepción de las demás participantes al ver que será en vano concursar contra mí —aseveró Antares soberbiamente, pero tenía razón.

—Alguien del X debe participar este año —afirmó Dalila. —¿Tú, Selene?

—¿Parezco alguien que estaría en un concurso de belleza? —Cuestionó Selene con sarcasmo haciendo ver su finta relajada y poco femenina.

Las del X parecían estar fuera del concurso, Antares ganaría incluso sin participar, Altair era demasiado introvertida, Dalila era algo más parecida a un chico, Selene no tenía el porte de una señorita, y Alison simplemente no tenía gusto por el derroche de vanidad que representan los concursos de belleza.

Dando a sus alumnas un breve tiempo para comentar sobre el ya mencionado certamen, Leonor recorría entre las filas de mesabancos entregando, ya calificado, a cada quién el ensayo de tema libre que hicieron hace unos días.

—Montenegro, estoy impresionada —comentó Leonor al entregar a Selene su cuaderno. —Me intriga como puedes saber tanto y con grandes detalles acerca de la vida cotidiana en la primera mitad del siglo XIX y sin haber citado ninguna fuente.

—Ni yo misma lo sé —afirmó Selene. —¿Cree en la reencarnación?

Leonor arqueó las cejas, aquel era un tema bastante polémico, así que se abstuvo de dar cualquier respuesta propia, sólo jugó un poco con la mente de su alumna.

—Sería interesante pensar en ello, dicen que el alma tiene muy buena memoria, y tiende a buscar en cada nueva vida lo que en otras le hizo feliz, como personas o pasiones.

Selene reflexionó sobre su pregunta, de principio lo dijo sin pensar, pero ahora comprendía que ella misma se había llevado a una gran revelación, había una pequeña posibilidad de que la vida no terminara. «Y si simplemente cambiamos de cuerpo, de tiempo y de espacio, y finalmente todo lo que amamos vuelve a nosotros ¿Por qué temer tanto a morir?» reflexionaba Selene, todo mientras observaba atenta como un gusano saprófago caminaba por su mesabanco; estaba a un paso de perder su más grande miedo, y cuando lo hiciera, Victoria no tendría ningún poder sobre ella.

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La hora del receso se pasó muy rápido, en el comedor, en los pasillos y en los baños, el único tema de conversación era el susodicho concurso; aquel evento solía tener un gran impacto en la comunidad estudiantil, y cada año parecía mejor que el anterior; apenas habían pasado unas horas desde el anuncio del concurso y ya comenzaban a salir las primeras participantes, comenzaban a conocerse los primeros nombres, seudónimos mejor dicho, de quien posiblemente sería la nueva Miss Preparatoria.