Capítulo 2.5 "Un diablo vestido de angel"

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La asiática salió de la ducha envuelta en una esponjosa toalla blanca, se acercó a su cama donde tenía los dos conjuntos y se decidió por el segundo después de todo sentía que era el más apropiado, se quitó la toalla y tomó su ropa interior poniéndosela rápido y empezó a ponerse el conjunto. Soltó su larga cabellera de la pinza que la sostenía y se dirigió a su tocador para empezar a aplicarse su rutina de skincare y después empezar con su maquillaje. Acomodo su cabello al cual le había dado unas ligeras ondas y partió su flequillo a la mitad dejando su frente al descubierto.

Se miró al espejo por última vez y miró su reloj viendo que apenas marcaba la una y media. Entonces guardo su celular de nuevo en su bolso y camino en dirección a la salida donde volvió a toparse con su hermana.

-¿Vas de salida?- se preguntaron al mismo tiempo.

-Sandy vendrá por mi, vamos a pasear por ahí- le contestó su hermana de forma desinteresada. -¿Y tú adonde vas?-

-Yo tengo una cita y tengo que irme ahora si quiero llegar a tiempo- le contesto Kuki con una sonrisa.

-¿Una cita? ¿Con Abby y Hoagie?- le preguntó de nuevo Mushi levantando una ceja. -¿O con alguien más?-

Kuki no contestó por unos segundos sólo ampliando su sonrisa y caminando hasta su hermana para darle un pequeño abrazo y un beso en la frente.

-Sí- fue lo único que contestó antes de girarse a la puerta, tomando su skate y ponerse el casco. -¡Me voy!-

-¿Sabes que estás siendo muy evasiva con mis preguntas?- pregunto su hermana corriendo tras ella.

La mayor empezó a andar y tras unos metros se giró para gritarle.

-¡Nos vemos más tarde, te quiero!- y siguió andando.

-¿Por qué siempre tiene que ser tan rara?- se preguntó a si misma mientras volvía a su casa para cerrar la puerta y luego sentarse en el escalón de la puerta para esperar a su novio-no-novio.

[...]

La asiática extrañaba esto, el poder salir y disfrutar del viento mientras ondeaba su cabello, el poder patinar por la calle sin tener que meterse en problemas y sobretodo recorrer la pequeña pista de obstáculos que había creado con sus amigos años atrás cuando aún eran unos niños, claro que ahora la pista era más pequeña pero no por eso dejaba de ser divertida. Salto por el trozo de madera que se encontraba fuera del local del señor Jackson, siempre estaba ahí por alguna razón y el señor Jackson no parecía querer quitarla desde que tiene memoria, paso por el mini market se pegó lo más que pudo a la orilla de la banqueta e intentó no perder el equilibrio y sintió su corazón a mil por hora, salto por encima del hidrante frente a la peluquería casi llegando a su destino, sonreía de manera feliz sin ninguna preocupación pero esta se borró rápidamente al ver al chico que recién se había detenido frente a ella y que parecía estar revisando su celular.

-¡Haste a un lado!- gritó moviendo los brazos para alertar al chico -¡Muévete!-

Cuando el chico se giró a verla ya era tarde, pues al no ver un pequeño huequito en la banqueta la patineta la arrojó hasta el muchacho, cerró los ojos esperando el impacto pero este nunca llegó. Abrió los ojos y al mirar hacia adelante se percató que algo amortiguó su caída, aunque más bien alguien, el chico se encontraba bajo a ella gruñendo de dolor y sosteniendo su cabeza.

-Santo cielo, ¿estás bien?- le preguntó levantándose tan rápido como pudo y tomándolo de la mano para sentarlo.

-¿Por qué no te fijas?- le contestó el chico apretando los ojos mientras sobaba la parte de atrás de su cabeza.

-No veía bien por donde iba y cuando me percaté de que estabas frente a mi, literalmente ya estabas frente a mi- le respondió con pena -¿Te lastimaste al...?-

El chico le indicó que se apartara un poco para ponerse de pie, ambos se sacudieron el polvo lo mejor que pudieron y cuando el volteo a mirarla se sorprendió ligeramente. Era alta, aunque no tanto como él, complexión delgada y de tez clara, vestía de forma decente pero coqueta, intentó no fijarse en su escote pues aunque sus senos no eran demasiado exuberantes si le ganaba en algunas copas a ciertas chicas que había conocido, levantó la vista y miró su cara: pequeña y sin ninguna imperfección, con mejillas rosadas, labios pequeños y carnosos, pero lo que más captó su atención fueron sus ojos, de un color morado. Se fijó que ella lo miraba con un poco de preocupación y regreso a la realidad.

-¿Seguro que estás bien?- le preguntó la chica de nuevo mientras quitaba algo de tierra de su cabello.

-Estoy bien, esto no es nada que no me haya pasado antes- le contestó con gracia.

Ella se agachó haciendo una pequeña reverencia.

-En verdad lo siento mucho- le dijo ella mientras se enderezaba.

-Estoy bien, en serio- le dijo él sacudiendose el cabello. -¿Siempre haces amigos de esta manera, señorita...?- preguntó con humor.

-Te sorprendería lo seguido que me pasa- le contestó ella sobando ligeramente su brazo -Soy Kuki- le extendió su brazo, ofreciendo su mano.

-Wally- le respondió él mientras la aceptaba -¿Eres nueva aquí? No recuerdo haber visto a alguien como tú por aquí- 

-Mis padres son de aquí, yo me estuve quedando con mi tía un tiempo- respondió ella con una sonrisa mirándolo a los ojos y luego bajando la mirada a la mano del chico. -¡Oh no! Tu pantalla se rompió-

Apuntó al móvil donde la esquina superior contaba con la pantalla ligeramente cuarteada.

-Esa ya estaba asi, es mi tercer teléfono y soy un poco rudo con ellos- le contestó el rubio mostrándole el celular. -Pero igual sirve, ¿ves?-

Al darle un clic al botón de inicio se iluminó la pantalla dejando ver el reloj que marcaba 1:50, la chica se sorprendió por la hora y empezó a recoger sus cosas.

-Rayos, me tengo que ir. Tengo una reunión y no puedo llegar tarde- le menciono fijándose que todo estuviera consigo.

-Claro, entonces te veré por ahí Kuki- le dijo el rubio con una coqueta sonrisa.

-Ya veremos- contestó ella poniendo su skate de nuevo en la banqueta y apoyando uno de sus pies sobre este. -Creo que solo el destino lo dirá Wally-

Mencionó en tono de broma antes de dedicarle una última sonrisa juguetona y salir de nuevo a su misión.

-Esperemos que así sea- se dijo a sí mismo el chico antes de volver a ponerse sus auriculares y ponerle play a la canción que había estado buscando antes del incidente, y dirigiéndose de nuevo a la casa del árbol.

[...]

La chica no tardó mucho en llegar a su destino, entró en la cafetería que decía el mensaje. Dejó su skate por la puerta, saludando al dueño y se preguntó por el chico sacando su celular para ver la foto de este , se felicitó a sí misma por llegar con tiempo de sobra y cuando miró hacia adelante lo encontró sentado en una de las butacas del fondo, se acercó a él con una sonrisa.

-¡Hola!- le saludo sentándose frente a él. -Soy Kuki Sanban-

Se presentó apoyando ambos codos sobre la mesa y estirando la mano para saludarlo. El pelón miró hacia adelante sorprendiéndose por la belleza de la chica.

"En definitiva llenará los zapatos de Pattie" pensó con una sonrisa Nigel. Sentándose recto en la butaca y tomando su mano para estrecharla.

-Nigel Uno- el calvo se enderezó y tomó nuevamente su malteada. -¿Quieres ordenar algo?-

-Ya ordene una malteada de chocolate cuando entre así que no te preocupes- volvió a sonreírle mientras cerraba sus ojos, ella acomodó su barbilla en su mano derecha. -Entonces...- abrió de nuevo sus ojos con y lo miró con diversión -¿Empezamos con los negocios?-

Sk8 [KND +17]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora