𝘾𝙮𝙣𝙞𝙘𝙞𝙨𝙢: ¿Who that girl with the big strong hands?

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Días después, ambas mujeres decidieron abandonar la costa para adentrarse en nuevas experiencias que Jennie había planeado cuidadosamente. A pesar de sentir cierta aprehensión y tal vez un poco de miedo ante lo desconocido, estaba decidida a hacer todo lo posible para complacer a Lisa, para quien haría cualquier cosa que la hiciera feliz.

Su estadía en el yate fue más que una simple escapada; fue una experiencia intensa y emocionante. Se aseguraron de disfrutar cada segundo juntas, aprovechando al máximo cada momento. Se adueñaron de la cubierta del yate, mostrándose ante aquellos que las observaban y compartiendo su amor sin reservas. Cada rincón del yate se llenó con sus gemidos, su pasión y el vínculo que solo ellas dos entendían.

Aunque en un principio las miradas indiscretas pudieron haberlas inquietado, con el tiempo se dieron cuenta de que, al final del día, lo que realmente importaba era la conexión única que compartían. Jennie había superado sus propios límites por amor, y la experiencia en el yate no solo fortaleció su relación con Lisa, sino que también dejó grabados recuerdos imborrables de esos días llenos de sensualidad.


Flashback.

"Abajo, perra", ordenó Lisa con la autoridad sensual que la caracterizaba e hizo que Jennie se apresurara a ponerse de rodillas, cumpliendo al instante con la petición de su amante. La actitud dominante de Lisa aumentaba el lívido de Jennie de una manera que ni ella misma podía explicar. "Límpiame", dijo mientras tomaba su falo por la base, palmeando con firmeza las mejillas de la actriz. Jennie, sumisa y ansiosa por complacer, tomó una respiración profunda, abrió la boca y sacó la lengua, preparándose para la siguiente instrucción.

"Mira qué linda te ves esperando que use esa hermosa boquita", murmuró

Pasó la yema de los dedos por los regordetes labios de Jennie antes de introducir su polla hasta el fondo. Un gemido involuntario escapó de los labios de Jennie al sentir la invasión, su cuerpo arqueándose ligeramente.

Cuando Lisa retiró completamente su miembro, la actriz tomó un respiro profundo y, sin perder tiempo, abrió la boca nuevamente en anticipación de lo que vendría a continuación. Jennie, observándola con intensidad, le indicó: "Aquí, bebé", extendiendo su lengua de manera sugerente.

Con cuidado, Lisa acarició el rostro de Jennie, dejando que sus dedos trazaran suavemente la línea de sus mejillas. Luego, inclinándose hacia adelante, besó la frente de la actriz con ternura. "Me toca a mí, princesa. Ya tuviste mi polla en el fondo de tu sucio coño y pudiste probarte en mí", dijo con una voz que destilaba dulzura pura y sincera.

Pero la expresión suplicante en los ojos de Jennie no pasó desapercibida. "Pero la quiero", murmuró con voz ansiosa.

"¿La quieres, Nini?", preguntó Lisa con gentileza, saboreando cada segundo de la sumisión de la chica.

"Sí, por favor", respondió Jennie con fervor, sus ojos brillando con anhelo.

Lisa le sonrió, alzó la mirada al ventanal tapado y luego la devolvió a la mujer de rodillas.

"Bebé, por favor, ve al sofá y abre las piernas para mí", la ligereza flotando en sus palabras, sumergiendo sus palabras en la seducción compartida que envolvía el ambiente. Jennie, con un puchero, se levantó y obedeció al pie de la letra las instrucciones de Lisa. Se recostó en el gran sofá, agarró la parte baja de sus muslos y los abrió, revelando su maltratado coño repleto de su propio orgasmo y el de Lisa.

"Así me gusta, eres tan buena, bebé, tan obediente", elogió la rubia con una voz ronca, disfrutando de la vista que se presentaba ante ella.

"No nos pueden ver en esta posición", señaló Jennie.

AGORA HILLS - JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora