2 Días Antes de la tragedia
Jueves, 20:03 PM
El sonido de las hojas de los árboles siendo movidas por la suave brisa del lugar era el único sonido que inundaba la zona. Apenas pasaban coches.
El parque se volvía un lugar tranquilo a estas horas, perfecto para pasar un rato plácido.
Pero aquella tranquilidad fue interrumpida por aquel grupo formado por seis adolescentes.
Aquella paz que se sentía fue convertida en una gran tensión entre los presentes.
Se miraban unos a los otros, nadie formulaba ninguna palabra. Hasta que después de unos segundos alguien rompió el silencio entre ellos.
-¿Por qué has sido tan directo?-Me susurró Chris. Y tenía razón.
Antes de que Russell hablara, Dianna se adelantó.
-Sabemos que la quieres mucho, pero no te das cuenta de que ella no siente lo mismo por ti.-Soltó con cautela.- Entiendo que sea difícil de escuchar, pero créeme que deberías dejar a esa chica, antes de la situación empeore.- Lo miraba fijamente, sin apartar sus ojos encima de él, con una mirada de notable preocupación.
Russell solo le devolvió la mirada, una que parecía que estaba al tanto del asunto. Suspiró y bajo un poco la cabeza.
-Hace unos pocos días me empecé a dar cuenta. Cada vez me hablaba menos. Cada vez le prestaba más atención al móvil. Cada vez se iba más temprano cuando salíamos.- Hizo una pausa.- Cada día tenía menos contacto físico conmigo...-Otra pausa.- Pero no quería aceptarlo. Estar con Giselle me hacía sentir de manera única, es una chica muy guapa y tiene un carácter que me encantaba. Pero con el paso del tiempo, fui notando como poco a poco perdía interés. Y simplemente no quería ser consciente de la realidad.
-Es extraño...-Penélope miraba el suelo y barría las hojas de los árboles con el pie.-...cómo a veces sabemos algo en lo más profundo, pero necesitamos que alguien más nos lo diga para aceptarlo.-
Russell asintió. Christopher puso su mano en su hombro.
-Que sepas que estamos aquí para apoyarte.-Le dijo.
-Gracias.
[...]
Al llegar a casa escuché la televisión encendida, Jeremy estaba dormido en el sofá.
Mi padre estará en su habitación trabajando. Eran las 9 de la noche y seguramente me estuviesen esperando para cenar. Fui a ver a mi padre. Al abrir la puerta, lo vi de espaldas, la pantalla del ordenador iluminaba su rostro.
-¿Ya de vuelta?, ¿Qué tal la tarde?-Se giró para verme.
-Bien, ¿y tú con el trabajo?
-Agotador.- Se limpió las gafas.- ¡Oh!, mira lo que encontré antes en la galería hace un rato.- Se gira hacia la pantalla, con una amplia sonrisa, y me hace un gesto con la mano indicando que me acerque.
Fijo mis ojos en la pantalla del ordenador. Era una foto hecha en la puerta de una casa que no reconocía, delante, habían dos personas mirando a la cámara, sonrientes. Dos niños, uno era yo, a lo mejor con unos cinco o seis años, Jeremy aún no había nacido. Mi pelo era ondulado, de un color castaño más claro que actualmente. Llevaba una camisa de manga corta amarilla vibrante, debajo asomaban las mangas de una camisa fina blanca. También tenía puesto unos vaqueros que me llegaban a la rodilla.
Después miré detenidamente a la otra persona a mi lado. Era una niña, que deduzco que tendría una edad igual a la mía en aquel entonces. No me sonaba de nada. Era de pelo negro, que le llegaba hasta el cuello, más ondulado que el mío. Tenía una sudadera color morado lavanda acompañado de una falda roja y unos largos calcetines blancos.
Sujetaba un conejo de peluche.
Ambos sonrientes, mirando a la cámara con nuestras caras inocentes, una bonita foto. Pero, ¿Quién era aquella niña?
-¿Te acuerdas de Susan, Keitaro?
'Susan...'
Observo la foto durante unos segundos más, tratando de recordar.
-Susan... - repito en voz baja, como si pronunciar el nombre pudiera traer más claridad. Pero la verdad es que no consigo recordar a esa niña.
Frunzo el ceño. Mi padre observa mi expresión y me echa una mirada comprensiva.
-Tienes peor memoria que yo.- Suelta una leve risa. Y continúa.- Susan era la hija de la mejor amiga de tu madre, eráis muy amigos. Os veíais todo los días, no sé cómo no la recuerdas. Pero, cuando falleció tu madre nos tuvimos que mudar y perdisteis el contacta. Recuerdo los primeros días aquí, la echabas mucho de menos.
Escucho sus palabras atentamente, mis pensamientos y recuerdos dan vueltas. Finalmente, aquella niña hija de la amiga de mi madre aparece en mi mente. Aquel gran recuerdo de mi niñez por fin ha sido revelado. No es que recuerde tanto, solo sé que éramos grandes amigos. No sé cómo se me pudo olvidar algo así. Quizá fue por los años que han pasado desde entonces.
-Ya la recuerdo.- Le digo. Él simplemente me sonrió.
[...]
Después de cenar me fui a mi habitación, me puse el pijama y me senté en la cama. Mis ojos se posaron en el escritorio, encima estaba aquel cómic que Christopher me dio. No tenía nada qué hacer así que me senté a leer un rato.
La protagonista la cuál desconozco su nombre, se desenvuelve en un mundo apocalíptico infestado de zombies. Antes, era una estudiante corriente, con amigos, lo normal. Después de una tragedia que comienza en un laboratorio, toda la población intenta mantenerse a salvo. Ella es de las pocas personas que lo logran, pero, se encuentra sola. Cada día es una lucha por la supervivencia, no solo contra los no muertos, sino también contra la soledad que amenaza con consumirla. Cada día vaga por la ciudad en busca de algún refugio con personas, cosa que apenas encuentra. No sé si llegará a tener un final feliz, lo intrigante de todo esto es el desarrollo del personaje y el final de la historia, ya que no tienes ni idea de cómo acabará.
Tiene unas 45 páginas, se ve que tiene más tomos.
Me dio curiosidad e investigué un momento en el móvil. La saga cuenta con 5 libros, y yo tengo el primero.
Después de haber leído un poco más, dejé el libro en una esquina del escritorio, me levanté y me fui a dormir. Es una noche fría. El aire es fresco y tranquilo, filtrándose por una ventana entreabierta que deja entrar una suave brisa. Los sonidos de la calle le da un toque sereno al ambiente.
Mañana es el último día de clase antes del fin de semana, ¡Por fin podré descansar!
Pero, al cerrar los ojos. Un recuerdo se me viene a la mente.
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•°~Odio Ser El Protagonista~°• Historia Original
Science FictionTodos somos los protagonistas de nuestras vidas,pero, ¿Y si no solo eres el protagonista de eso? El Apocalipsis ha llegado,y no uno cualquiera,¡sino que uno de zombies! Pero ellos no son zombies normales,pueden razonar como un ser humano ¡Increíble...