Todo de mí - Park Sunghoon (ENHYPEN)

06: "El límite"

La semana pasó en un parpadeo, Sunghoon sentía que las nacionales se acercaban cada vez más y no había podido quedar con Hye In para practicar el salto. ¿Razón? Al parecer ella lo estaba ignorando.

Cada vez que la abordaba para proponerle practicar ella encontraba una excusa y huía. Para Sunghoon estaba muy claro que ella se había retractado sin avisar.

—Tal vez esta fue su semana roja. –sugirió Niki una bolsa de frituras.

—¿Semana roja? –cuestionaron Jake y Hoon con desconcierto.

—¡Ay, ya saben! La semana de cólicos, chocolates, encierro y sensibilidad.

—¿Te refieres a la regla?

—Semana roja suena más sutil –señaló el japonés–. Mi hermana le dice así.

Sunghoon hizo una mueca por el rumbo que había tomado la conversación. Sacudió su cabeza y gruñó.

—Como sea, dudo que ella esté en sus días. Es una mentirosa y he sido muy paciente con ella.

—Considéralo, Hoon. Tal vez Niki tenga razón y esta semana sea diferente.

El aludido no dijo nada, dió por zanjado el tema y siguió escribiendo en su libreta mientras sus amigos seguían viendo una película. Por más que le gustaría unírseles no podía hasta que terminase sus deberes y eso era hasta tarde, cuando sus amigos ya se iban a casa.

—Oye, ¿y si le propones reunirse mañana para hacer el trabajo? –habló de repente Jake.

—Es viernes, no la veo hasta el lunes. ¿Cómo le propondré eso? Además mañana entreno.

—¡Por eso! –insistió apegado a un plan que Sunghoon sabía que había pero no estaba entendiendo–. Mira, cancélale a tu entrenador, invéntate una excusa para faltar, cítala para mañana en el domo y entrenas con ella.

Sunghoon se lo quedó mirando fijamente, procesando cada parte de ese tonto plan.

—Veo muchos huecos en tu plan –alzó una de sus cejas–. Primero, el entrenador no me va creer, es raro que falte a una práctica. Segundo, no tengo su número, ¿cómo le escribiré? Y tercero, si se da el caso, dudo que acepte reunirse conmigo en el domo.

—¡Ay, pero qué muchacho más pesimista! –farfulló el japonés sin despegar sus ojos de la pantalla.

—¡Basta de peros, Hoon! Dile a tu entrenador que tienes diarrea, eso es más creíble. En cuanto a Hye In, cítala para hacer el trabajo, pero en realidad la cita será para entrenar.

—No lo sé...

—¡Vámos! Solo será un día fuera de la monotonía, después puedes volver a tu aburrida rutina.

Sunghoon lo miró mal pero se mantuvo en silencio. Era un plan bastante desastroso pero podía hacerlo, la cuestión era si quería.

—Bueno... ¿Y cómo le escribo? No tengo su número.

—Escríbele a su Instagram. –soltó con obviedad el australiano.

—¿Qué?

Hye In ya no usaba sus redes sociales, ella desapareció de todas ellas y cerró algunas cuantas. Por eso a Sunghoon le extrañaba que tuviera cuenta de Instagram activa.

—Es este. –señaló Jake su celular.
Su nombre de usuario era @K.Innie, la foto de perfil eran notas musicales. Sus publicaciones solo se trataban de música, comida y algunas fotos de la luna.

Claro, muy hábil.

Con su teléfono buscó el usuario, y entonces se dió cuenta que ella le seguía. Se sorprendió por un segundo y entonces procedió a escribirle.