Uno en un millón [Toddallace]

11.- En volverte a ver

Hace unos meses fue que perdí la esperanza, fue cuando tomé un periodico y me dispuse a leer la sección de chismes de famosos, leyendo ese titular se me cayó el mundo encima, supongo que era probable al fin y al cabo... Pero pensaba que con el las cosas serían distintas, pero bueno, era un famoso después de todo. No puedes esperar que alguién que tiene el mundo en la mano de todo por alguién que apenas y es conocido en su barrió.
Soy un hombre ahora, así que creó que debería tomarme las cosas con calma y aceptarlo, pero los hombres tienen sentimientos aunque no todos los quieran demostrar por Dios sabrá que.

— ¡¿Puedes creerlo?! Ah, no puedo creer que fuí tan estúpido!! Cabrón de mierda, hasta pensaba que me mandaba mensajes con esas canciones que saca... Pero no! Eran para esa cabrona —
Gritos y reproches, llene los oídos y probablemente la casa, que ahora era suya, de Scott con mis quejidos y reclamos.
— "Todd Ingram en su último concierto dijo que le dedicaba esta canción a su 'ojitos negros', la gente logró conectar las pistas de su interés amoroso hacía Lynette Guycott, integrantes de la banda de la que el artista solía ser parte ¿Habrán tenido un amorío todo este tiempo?" Dios te juro que voy a matarlo si lo veo —

— Hey, Hey amigo... Relájate un poco primero deacuerdo? —
Intentó calmarme, realmente estaba demasiado enérgico ese día asique supongo que tiene sentido que lo haya espantado un poco.
— Esas columnas siempre son de chismes sin sentido y falsos... Y lo sabes bien! Recuerdas aquel en que decían que Gideon Graves conseguía su dinero a base de estafar en orfanatos? Nisiquiera son buenos mintiendo, apuesto a que iba hacía ti esa dedicación! Nada más que los medios hacen todo lo más heterosexual que puedan —

— Se que son falsos, pero cuando hablan idioteces! Y si esto es verdad Scott? Estuve prácticamente 2 años sin meterme con nadie para disque esperarlo y todo... Quizás con cuánta se anda acostando allá! Ah, nisiquiera ha intentando comunicarse conmigo... —
Suspire con pesar mientras seguía refunfuñando.

— ¿No lo gostheaste? —

— O sea, sí, pero que se creé otro correo yo que se! Que lo intente, me entiendes? Hasta mis ex en la Universidad intentaban recuperarme o no perderme —
Desvíe la mirada unos segundos hacia el suelo, realmente había esperado tanto por el y no podía creer que el nisiquiera dudo en hacer eso... Una parte de mi si quería confiar que era un simple rumor sin más.
— Quizás debería darle una oportunidad de mobile —

— ¡¿Qué?! Ah amigo vamos! Se paciente, aún sigue en Estados Unidos, osea que aún hay esperanza de que vuelva por ti! Además, como mantendría un amorío a distancia? No hagas nada de lo que te puedas arrepentir Wallace... Tendrá sus motivos para no contactarte? —
Note un sonido de su respiración ahogada, parecía haber recordado algo y según como sonaba su voz parecía ser algo importante y emocionante.
— ¡Te voy a demostrar que el estaba pensando en ti! Solo déjame aprender a mandar paquetería... Verás que sigue loquito por ti —

Admitió, aunque me duela, que me encantaba la idea de pensar que en otro país había un chico como el pensando en mi diariamente, que esperaba ansioso por reunirnos, que cada vez que veía algo lindo o que le recordará a mi le tomara una foto para enseñarmela cuando volviera... Así que confíe y espere esa demostración que me quería enviar Scott. Como jamás llegó decidí que debía dejar de esperar, le di una oportunidad a Mobile porque me había estado acortejando hace unos meses y parecía realmente educado... Creo que tengo una cosa que atrae a los psíquicos. ¿Esta bien salir con alguién sin querer algo realmente? Pésimo, orgulloso no estoy, pero por lástima no había visto una mejor forma de poder olvidarme de este imbécil.

Así era, hasta que este cabrón apareció en mi puerta con flores, una caja y lleno de nieve, me dió un abrazo y se disculpó por su demora... Me dan más ganas de matarlo.
Le di un puñetazo en el estómago con la mayor fuerza que pude, logre escucharlo soltar de entre sus labios, rojos labios, un fuerte quejido de dolor debido a que no se esperaba el golpe. Lo miré de pies a cabeza analizado todo lo nuevo en el mientras el se acariciaba el estómago, tiene tatuajes, cambió como se veía su cabello y tenía un estilo de ropa un poco gracioso.