⇲ Tres meses de silenciosa observación, ¡Llegó la hora de pasar a la acción!
Seo ChangBin es el alfa más temido y respetado en todo el instituto, pero no ha podido evitar caer por el dulce Omega de cabello rubio y mejillas regordetas. ¿Será capaz d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aquel día también habían tenido gimnasia, atletismo, concretamente. Todos y cada uno de los músculos de ChangBin de resentían a cada paso que daba.
Entró al vestuario y arrugó la nariz con desagrado, allí apestaba a Alfa sudoroso, y el dulce aroma de Felix no estaba ahí para camuflarlo; el profesor le había mandado recoger el gimnasio. Seguro que lo único que quería era ver cómo el Omega se agachaba a recoger los conos del circuito. ChangBin gruñó ante esa idea. Abrió su taquilla y sacó su bolsa de deporte, se quitó la camiseta y la cambió por una limpia, después hizo lo mismo con los pantalones.
"Ya lo creo, es increíble"
La voz de Wonho llegó a sus oídos desde un par de taquillas de distancia. Hablaba animadamente con Mingi, un Beta que solía rodearse de Alfas y que no le caía demasiado bien a Changbin.
"Es el Omega perfecto, casi de ensueño. Es dulce, es atento y tremendamente guapo". Dijo el Beta.
"Y, no nos olvidemos, de que está buenísimo. ¿Ese culo es normal en un chico? No puedo mirar a otro lado cuando corremos".
Los dos amigos rieron sonoramente y ChangBin apretó los puños. No podían estar hablando de quién él creía que estaban hablando.
"¡Ya te digo! Felix volvería loco a cualquiera, cómo me gustaría marcarlo y poder folla... ".
Oh sí, lo estaban haciendo.
ChangBin cerro la taquilla con tanta fuerza que hizo vibrar todas las demás. El vestuario se sumió en un pesado silencio. Lentamente, como un lobo acorralando a su presa, se acercó a los otros dos chicos que le miraban con una mezcla de curiosidad y temor. Destellos rojos manchaban las negras pupilas del Alfa Seo ChangBin estaba enfadado de verdad.
"Me encantaría formar parte de su conversación, ¿De quién hablabas?". Preguntó con la miel bañando sus palabras. Era una trampa.
"De... De Lee Felix". Respondió Wonho temeroso.
Nunca había hablado con ChangBin, nadie lo había hecho en realidad. Bueno, nadie excepto Felix. Tragó saliva en cuanto se dio cuenta de que la había cagado pero bien.
"Ah, sí, Felix. Es un gran Omega, ¿Verdad? ¿Qué decías que te gustaría hacerle, Mingi?". Volvió a preguntar, apretando la mandíbula y mirando a Mingi con fingida curiosidad. ChangBin era aparentemente inofensiva Venus Atrapamoscas que esperaba pacientemente para devorar a su presa.
El Beta retrocedió un paso asustado. Todas las historias que había escuchado sobre Seo ChangBin se sucedían en su cabeza como pequeños y terroríficos sketches, en ese momento, el imponenete Alfa se cernía sobre él con la furia homicida dibujada en su rostro. Ninguna de aquellas historias era cierta, pero ChangBin estaba dispuesto a hacerlas todas en realidad con aquellos dos imbéciles que habían mancillado el nombre de Felix. ¡Solo él podía fantasear con el Omega! ¡Solo del podía mirarle!
